/ domingo 7 de julio de 2019

El Tiempo y Nosotros

El TIEMPO Y NOSOTROS

Cómo pasa el tiempo y cómo se nos van los años, o más bien, cómo se nos quedan, vivimos rodeados de personas que de alguna manera influyen en nuestra vida de manera positiva o negativa.

Rodeados de bendiciones y experiencias que no sabemos valorar y acumular para cambiar, vivimos de recuerdos y nostalgias y dejamos pasar el aquí y el ahora pensando que somos eternos.

Buscamos paz, prosperidad, amor, salud abundancia y armonía y olvidamos cultivarla en nosotros, queremos que Dios nos escuche sin agradecer diariamente lo que nos otorga, le recordamos únicamente para pedir cuando nos sentimos ahogados, elegimos gobernantes sin analizar, basados en enojos, rencores y miedos y cuando observamos que parecemos estar peor que nunca no recordamos que nuestra vida es más grande que nuestros miedos y que juntos formamos uno para vencer el caos y los desaciertos.

Vivimos con mentes confundidas y dispersas arreglando el mundo a través de mensajes porque ya ni charlas de café se acostumbran, esas que antaño nos permitían arreglar el mundo en pequeños comités de amigos, donde algunos nos alentaban a alejar los miedos del futuro con sabios consejos positivos de un México que no volverá, por eso es mejor voltear a escuchar el corazón y analizar con la mente, pues como pueblo hemos demostrado que el uso de la sinrazón nos caracteriza y como somos de corta memoria, olvidamos los andares de este gobernante en antaño y de los que se fueron también, nos desgarramos las vestiduras y somos fáciles para juzgar adelantado hechos, emitimos opiniones sin conocimiento y evaluamos actuaciones como si fuésemos jueces.

Peleamos por lo que no tiene pies ni cabeza y nos abstenemos de hacerlo por aquello que realmente nos llene el alma, desconocemos la virtud de saber esperar y queremos resultados inmediatos desconociendo que todo lo que tiene que ser, será y que nuestra vida es más grande que nuestros miedos, sin pensar que nunca es tarde para luchar por lo que se quiere y que, tal vez, solo será tarde cuando ya no estemos en este mundo.

Es importante disfrutar la vida cada día pues nunca habrá un momento mejor que el que se vive hoy, nos quejamos por cumplir años y tener canas y arrugas sin comprender que seria peor el no cumplirlos y que la edad es solo un número cronológicamente hablando y lo importante es la actitud.

En este momento estamos tan enfocados al caos que lo estamos logrando convertir en un presente, hablamos del transgénero y de la mala educación y de las situaciones que nos aquejan, mas en la familia dejamos hacer y pasar con singular alegría situaciones que antaño no habrían sido toleradas por los adultos de la casa.

Permitimos la entrada de caravanas de inmigrantes y les aplaudimos, apachamos, alimentamos y cobijamos como si fuesen el hijo pródigo, sin darnos cuenta que en esas caravanas muy pocos son verdaderos migrantes, quien tiene verdadera necesidad acepta lo que le den y no escupe en la mano de quien le da, tirando la comida o dejando los lugares como verdaderos campos de contaminación por la suciedad que se queda; nuestras autoridades después de niño ahogado quieren tapar el pozo por órdenes que no corresponden pero afectan.

Tal vez por eso es mejor no hablar tanto ni anunciar diariamente el pensamiento de quien comanda y ahora se cambian y pasan las leyes por el Arco del Triunfo y se brincan instituciones y se sacan partidas presupuestarias en lo obscurito que estámás claro que nunca y de un plumazo se puede hacer y deshacer, pero como calladitos nos vemos más bonitos.

Pocos son los que declaran a voz en pecho su desacuerdo y como el silencio y la sonrisa son armas poderosas pero peligrosas por las actuales circunstancias ya no estamos convencidos que con una sonrisa podremos resolver las situaciones que nos afectan ni asegurar que el silencio las evitará y así vemos minimizado el famoso sargazo y los cambios por decreto y la inseguridad por plumazo o será que con sonrisas y por decreto, ¿se arreglarán los problemas?

Mi realidad es que yo tampoco sé mucho de todo esto pues soy mortal ciudadana y la información que recibo puede ser real o tal vez es parte de una percepción general sin datos precisos, por eso prefiero dar sonrisas para solucionar, que dar opiniones poco asertivas y errar, mientras usted sonríe o decide opinar, yo espero sus comentarios en mi correo.

Agradezco ampliamente su lectura; por el momento, yo me dedico a analizar las mías, esperando las suyas en los comentarios vertidos.

mail:

angeldesofia@yahoo.com.mx