Querido lector, hagamos memoria agradecida por la vida fecunda del Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín, «el apóstol de la bondad», de su legado espiritual en la Iglesia y porque Dios lo llamó a la Pascua Eterna un día como hoy, 25 de junio de 1950. El siervo de Dios se vivió como hijo amado del Padre Celestial, que pasó por esta tierra derramando bondad y caridad, haciendo de su vida una Bienaventuranza continúa.
En esta ocasión especial compartimos textos tomados de la homilía del Padre Edmundo Iturbide, Misionero del Espíritu Santo y Superior General en el Veinticinco Aniversario de Profesión Religiosa del Padre Moisés.
«Creo yo que en la vida del religioso y tal vez aún con mayor razón en la vida del Sacerdote se cumple a la letra aquel programa que siguiera Jesucristo para darnos prueba de su amor.
Nos dice el Evangelio, que tomando un pan lo bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos. Se me antoja esta palabra para explicarte por qué debes entonar el Magníficat al celebrar el augusto Sacrificio.
Bendecido seas Moisés porque haciendo las veces de Cristo vas a tomar el pan, vas a bendecirlo, vas a partirlo y vas a distribuirlo. Pero a la vez tú, por el hecho de haber sido llamado el primero en la Congregación, has sido bendecido, Dios te ha partido y distribuido. La razón por la que debes poner en tus labios el himno de gratitud es porque tú has recibido una bendición singular, Dios te ha triturado te ha hecho singularmente fecundo.
Bendecido tú que has recibido una bendición singular llena de amor. Tras de haber elevado tu alma al orden sacerdotal, el cielo ha querido darte la vocación a la vida religiosa, pero esta vocación no es como las demás, al primogénito están reservadas especiales bendiciones. Todos los primogénitos traen consigo un caudal especial de gracias y una misión singular que desempeñar. La gran bendición se llama Jesús, que se te ha dado y con él se te ha dado todo. Esto es una singular predilección del amor de Dios para ti.
Te ha tomado Dios como un poco de pan en sus santas y venerables manos y te ha bendecido. Se ha obrado en ti una bendición, una inmolación y una fecundidad».
El padre Edmundo Iturbide, en esa misma homilía mencionó conocer muchos de los sufrimientos del padre Moisés, y como él fue la causa de algunos de ellos, reconociendo de manera pública que esa forma de sufrir no era humana, y por otro lado humildemente reconoció las grandezas que Dios iba realizando en su humilde hermano Moisés.
Hoy el Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo. Encomiéndate a su intercesión, y si Dios quiere, pronto pueda la Iglesia declarar beato al Primer Misionero del Espíritu Santo y Fundador de las Misioneras de la caridad de María Inmaculada. Comunica gracias y favores a: postuladorcausas@gmail.com
