/ domingo 28 de enero de 2024

Un Camino hacia Dios | «La santidad es posible»

Moisés Lira Serafín Art. 892

Doy gracias a Dios por ser parte de la Congregación de Misioneras de la Caridad de María Inmaculada fundada por el próximo Beato mexicano, el Venerable Siervo de Dios, padre Moisés Lira Serafín.

Nuestro fundador fue un hombre apasionado por Cristo, y lo corroboré al leer el libro Como Él, apasionados por Cristo, de Mons. Juan Esquerda Bifet, en el que trata el perfil espiritual y apostólico del P. Moisés Lira Serafín, como modelo de fe cristiana, que vivió como hijo pequeño del Padre Celestial, amó con humildad y derramó el perfume de la caridad, que por su santidad de vida nos anima a una mayor búsqueda de Dios. Así lo señala en su libro el P. Bifet: «El amor apasionado por Cristo, ha llevado al P. Moisés a una entrega total al Señor. De esta entrega él se hace el “heraldo”, proclamando sin rebaja la llamada a la santidad y presentándola como posible.» (p. 59)

El joven Moisés escribe al padre Félix de Jesús Rougier: «Mi alma quiere ser santa y pienso que está muy lejos, no desmaya, confía, se abandona con todas sus miserias en los brazos de Dios... Trabaja con todo empeño y a eso dirige todos sus actos, para llegar a ser, Pequeñita, Víctima, Muy de María. Oh sí, Dios vive en mí y yo vivo en Él y quisiera que mi atmósfera en todas partes, en todo tiempo y circunstancias fuera: Dios y que ninguna cosa me suceda o se me ponga delante por más pequeña que sea, que no la vea por el lado de la voluntad de mi buen Dios que quiere o permite esto o aquello para mi santificación, y así yo sólo buscaré su querer, su placer y nada más (28/XI/1920).

El P. Bifet enfatiza: «Su relación personal con Cristo ya no puede reducirse a un paréntesis temporal, sino que tiene que convertirse en una amistad y seguimiento permanente. Tanto la relación personal con Cristo como el seguimiento evangélico», a través de una vida de pequeñez, abandono y confianza en Dios Padre, «tienden a transformar la persona llamada en “trasunto”, reflejo, imagen del Señor. Así se llega a ser “como Él”» (p. 59).

«La expresión “ser trasunto de Jesús” aparece continuamente en los escritos del P. Moisés. Indica diversos aspectos: imitación de su pequeñez y de su amor, ser expresión suya en los servicios de caridad, vivir en sintonía con sus amores, “recogimiento” para centrarse en él, etc. Es, pues, una imitación que compromete toda la persona:» (p. 66). Así lo enseña el padre Moisés:

«También debemos estar siempre fijos en Jesús, nuestro modelo, nuestra vida, nuestro hermano, nuestro todo. Él fue el primer pequeño, el primer Hijo de Dios y Él, mejor que nadie, nos enseñará el camino» (HASAP 1, 302).

Toda esta dinámica de vida llevó al Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, a tener un gran ideal como Sacerdote y religioso: «Ser otro Cristo. Apasionado por el Padre, como Él, amor inmenso a las almas como Él, bajo la acción del Espíritu Santo, por María» (Diario Espiritual, 2/XII/1922).

Moisés Lira Serafín Art. 892

Doy gracias a Dios por ser parte de la Congregación de Misioneras de la Caridad de María Inmaculada fundada por el próximo Beato mexicano, el Venerable Siervo de Dios, padre Moisés Lira Serafín.

Nuestro fundador fue un hombre apasionado por Cristo, y lo corroboré al leer el libro Como Él, apasionados por Cristo, de Mons. Juan Esquerda Bifet, en el que trata el perfil espiritual y apostólico del P. Moisés Lira Serafín, como modelo de fe cristiana, que vivió como hijo pequeño del Padre Celestial, amó con humildad y derramó el perfume de la caridad, que por su santidad de vida nos anima a una mayor búsqueda de Dios. Así lo señala en su libro el P. Bifet: «El amor apasionado por Cristo, ha llevado al P. Moisés a una entrega total al Señor. De esta entrega él se hace el “heraldo”, proclamando sin rebaja la llamada a la santidad y presentándola como posible.» (p. 59)

El joven Moisés escribe al padre Félix de Jesús Rougier: «Mi alma quiere ser santa y pienso que está muy lejos, no desmaya, confía, se abandona con todas sus miserias en los brazos de Dios... Trabaja con todo empeño y a eso dirige todos sus actos, para llegar a ser, Pequeñita, Víctima, Muy de María. Oh sí, Dios vive en mí y yo vivo en Él y quisiera que mi atmósfera en todas partes, en todo tiempo y circunstancias fuera: Dios y que ninguna cosa me suceda o se me ponga delante por más pequeña que sea, que no la vea por el lado de la voluntad de mi buen Dios que quiere o permite esto o aquello para mi santificación, y así yo sólo buscaré su querer, su placer y nada más (28/XI/1920).

El P. Bifet enfatiza: «Su relación personal con Cristo ya no puede reducirse a un paréntesis temporal, sino que tiene que convertirse en una amistad y seguimiento permanente. Tanto la relación personal con Cristo como el seguimiento evangélico», a través de una vida de pequeñez, abandono y confianza en Dios Padre, «tienden a transformar la persona llamada en “trasunto”, reflejo, imagen del Señor. Así se llega a ser “como Él”» (p. 59).

«La expresión “ser trasunto de Jesús” aparece continuamente en los escritos del P. Moisés. Indica diversos aspectos: imitación de su pequeñez y de su amor, ser expresión suya en los servicios de caridad, vivir en sintonía con sus amores, “recogimiento” para centrarse en él, etc. Es, pues, una imitación que compromete toda la persona:» (p. 66). Así lo enseña el padre Moisés:

«También debemos estar siempre fijos en Jesús, nuestro modelo, nuestra vida, nuestro hermano, nuestro todo. Él fue el primer pequeño, el primer Hijo de Dios y Él, mejor que nadie, nos enseñará el camino» (HASAP 1, 302).

Toda esta dinámica de vida llevó al Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, a tener un gran ideal como Sacerdote y religioso: «Ser otro Cristo. Apasionado por el Padre, como Él, amor inmenso a las almas como Él, bajo la acción del Espíritu Santo, por María» (Diario Espiritual, 2/XII/1922).