/ lunes 30 de octubre de 2023

Un camino hacia Dios | A Dios se le percibe en el silencio, en la soledad

Moisés Lira Serafín

El padre Moisés Lira era muy humano y por lo mismo muy sobrenatural, nos da «algunas normas fundamentales: El silencio. Aquí tenemos estas palabras de Santiago Apóstol, son del Espíritu santo: "El que guarda bien su lengua y no peca con ella, es varón perfecto" (St. 3,2). ¿Qué quiere decir esto? Que con la lengua pecamos mucho.

Se falta a la caridad hablando de los demás, se critica, se murmura, «y, en el mucho hablar, no falta el pecado que es uno de los defectos de la falta de silencio y de la disipación».

«El silencio es necesario para controlarnos en la caridad, por lo menos avanzamos un gran trecho en la virtud, en el campo de la caridad, guardando la lengua».

«En el hablar mucho, como quiera se falta a lo menos al recogimiento interior y así, no se percibe a Dios, porque a Dios se le percibe en la soledad. El fundamento práctico para vivir la Infancia Espiritual es el recogimiento. Esta guarda del silencio sencillamente es como un termómetro de la vida fervorosa, de la vida interior del alma con Dios.

Para nosotros, los directores de almas, el silencio es un punto que tenemos para conocer lo que es un alma. Un alma que todo el día se pelea, hasta dormida, se entiende que no guarda el silencio, y si ni siquiera se acuerda de guardar el silencio, ya se entiende que la vida interior anda por el suelo, es perfectamente nula por falta de silencio.

Todos los que viven de Dios, que procuran vivir en intimidad con Dios tienen muy a pecho el silencio. Cuando un alma ya está ejercitada en el silencio y lleva la conversación dentro de sí con Dios, entonces no será necesario que se vigile tanto en el silencio, basta una mirada rápida a Dios en su interior, porque ya está habituada al recogimiento interior.

La guarda del silencio es un punto importante del recogimiento, pero es también un sacrificio, un pequeño acto de mortificación. Realmente el no hablar es una cosa insignificante, pero es un vencimiento.

Ved a nuestro Señor y a la Santísima Virgen. Jesús, en la Eucaristía siguió oculto, callado por todo el tiempo, dándonos una lección de guardar nuestros labios, de guardar nuestra lengua.

Vamos a pedirle a nuestro Señor por medio de María Santísima, que os dé la gracia de guardar el silencio, de comprender lo que es el silencio. Guardad las reglas del silencio perfecto para que por el recogimiento seáis almas sobrenaturales, almas divinizadas, almas llenas de Dios».

Hoy el Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de canonización, de ser reconocido como santo, es decir vivía lo que enseñaba. Quienes lo conocieron lo atestiguan. Lo proponemos como modelo e intercesor. Encomiéndate a su intercesión y si Dios quiere, pronto pueda la Iglesia declararlo beato y luego santo. Comunica gracias y favores a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada: secretariageneralmcmi@gmail.com

Moisés Lira Serafín

El padre Moisés Lira era muy humano y por lo mismo muy sobrenatural, nos da «algunas normas fundamentales: El silencio. Aquí tenemos estas palabras de Santiago Apóstol, son del Espíritu santo: "El que guarda bien su lengua y no peca con ella, es varón perfecto" (St. 3,2). ¿Qué quiere decir esto? Que con la lengua pecamos mucho.

Se falta a la caridad hablando de los demás, se critica, se murmura, «y, en el mucho hablar, no falta el pecado que es uno de los defectos de la falta de silencio y de la disipación».

«El silencio es necesario para controlarnos en la caridad, por lo menos avanzamos un gran trecho en la virtud, en el campo de la caridad, guardando la lengua».

«En el hablar mucho, como quiera se falta a lo menos al recogimiento interior y así, no se percibe a Dios, porque a Dios se le percibe en la soledad. El fundamento práctico para vivir la Infancia Espiritual es el recogimiento. Esta guarda del silencio sencillamente es como un termómetro de la vida fervorosa, de la vida interior del alma con Dios.

Para nosotros, los directores de almas, el silencio es un punto que tenemos para conocer lo que es un alma. Un alma que todo el día se pelea, hasta dormida, se entiende que no guarda el silencio, y si ni siquiera se acuerda de guardar el silencio, ya se entiende que la vida interior anda por el suelo, es perfectamente nula por falta de silencio.

Todos los que viven de Dios, que procuran vivir en intimidad con Dios tienen muy a pecho el silencio. Cuando un alma ya está ejercitada en el silencio y lleva la conversación dentro de sí con Dios, entonces no será necesario que se vigile tanto en el silencio, basta una mirada rápida a Dios en su interior, porque ya está habituada al recogimiento interior.

La guarda del silencio es un punto importante del recogimiento, pero es también un sacrificio, un pequeño acto de mortificación. Realmente el no hablar es una cosa insignificante, pero es un vencimiento.

Ved a nuestro Señor y a la Santísima Virgen. Jesús, en la Eucaristía siguió oculto, callado por todo el tiempo, dándonos una lección de guardar nuestros labios, de guardar nuestra lengua.

Vamos a pedirle a nuestro Señor por medio de María Santísima, que os dé la gracia de guardar el silencio, de comprender lo que es el silencio. Guardad las reglas del silencio perfecto para que por el recogimiento seáis almas sobrenaturales, almas divinizadas, almas llenas de Dios».

Hoy el Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de canonización, de ser reconocido como santo, es decir vivía lo que enseñaba. Quienes lo conocieron lo atestiguan. Lo proponemos como modelo e intercesor. Encomiéndate a su intercesión y si Dios quiere, pronto pueda la Iglesia declararlo beato y luego santo. Comunica gracias y favores a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada: secretariageneralmcmi@gmail.com