El padre Moisés Lira Serafín es el primer Misionero del Espíritu Santo y fundador de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada; apóstol de la caridad de Cristo y de la vida interior, reconocido como el Apóstol de la bondad. Modelo y maestro de la Infancia Espiritual, o de la pequeñez delante de Dios, de los hombres y de sí mismo.
El padre Moisés será proclamado beato, tendremos otro beato muy mexicano, nació el 16 de septiembre de 1893, en Zacatlán Puebla, (México). Sus padres Pedro Lira Batalla director y profesor de la escuela parroquial y María Juliana Serafín Salas, quienes formaron una familia sencilla y humilde de fe viva y arraigada.
Moisés fue el último de siete hijos. A temprana edad mostró gran confianza en Dios, a quien amaba como a su Padre. En sus primeros años no faltaron dificultades y sufrimientos: la muerte de su mamá cuando estaba por cumplir cinco años; traslados frecuentes del papá quien colaboraba con el párroco en las escuelas parroquiales, comenzando para Moisés una vida itinerante; años después, vuelve a casarse su papá dejándolo al cuidado del señor cura en el curato de la parroquia. A pesar de estos acontecimientos en su vida, era un niño alegre y juguetón, le gustaba recitar y cantar.
En su adolescencia tuvo matices relevantes que le marcaron el camino y le dejaron huella, sin embargo, no todo era negro para Moisés, ya que la madre Victoria, una religiosa josefina descubría en él dotes especiales; sobre todo una inteligencia despierta, sencillez, ingenuidad y candor. Todo esto daba indicios a una vocación sacerdotal.
Habiendo expresado sus deseos de ser sacerdote, fue necesario la ayuda de una benefactora de Puebla, la tía del padre Sedeño, un sacerdote con fama de santidad, la señorita Petrita Munive, quien puso como condición para tomarlo a su cargo, que se desprendiera de su padre y éste de su hijo. En sus primeros ejercicios espirituales quedó muy impresionado al meditar en la pasión de Cristo, escribe: «Yo, con el pensamiento, veía a Jesús azotado, caído en su propia sangre. Me puso loco esto. Me decía yo: “Eso es lo que Jesús ha hecho por mí y yo, ¿qué hago por él?” Salió resuelto a consagrarse a Dios como sacerdote y religioso, como la mayor donación de si mismo. Entendió que su vida debía ser de oración, de orden y de sujeción y se dijo: “Esa es mi vida”.»
El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de canonización. Dentro del proceso el primero reconocimiento es como Venerable: es decir que vivió las virtudes de manera heroica, el segundo paso es la beatificación misma que primeramente Dios se llevará a cabo habiendo reconocido el Papa un milagro por intercesión del Venerable padre Moisés Lira Serafín. Comunica gracias y favores a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada: secretariageneralmcmi@gmail.com y cuando Dios lo tenga determinado sea canonizado.
