Como sucede en la vida, todo pasa y todo acaba y los enfados y la armonía y los pecados no son eternos, y las discusiones por tonterías y los amores y los desamores pasan en esta vida porque somos barcos frágiles de papel, como aquellos con los que jugábamos desde niños, aunque hay que pensar que quien ha movido todo esto es el corazón, que en realidad puede ser representado por la mente o por el sentimiento y por eso, lo que verdaderamente importa se lleva en el alma y no en el corazón e importa para darnos cuenta de la suerte que hemos tenido de nacer para cantar y reír y poder callar cuando se debe, para aprender a escuchar y a hablar,cuándo se debe no callar, para vivir intensamente y despertar del sueño eterno que nos acompañará cuando la muerte nos encuentre y los buenos amigos estén presentes, esos que nos enseñaron a compartir y ser, que, cuando parten nos dejan con un espacio imposible de llenar, por eso ahora que la primavera retorna y la vida florece y renace debemos agradecer que se puede renacer y nacer día con día pues lo único que no regresa es la vida después de la muerte, así se nos fue Alberto Cortez, cantautor argentino cuya bohemía será siempre recordada y tal vez, es así como se le recuerda, como ese amigo que aunque nunca lo fue en persona, es de las pocas personas que se van y la mayoría de quienes vimos sus actuaciones y crecimos en diferentes épocas escuchando sus canciones nos deja un bello recuerdo y nos hace sentir que un poco de nosotros se va con él, tal vez porque parte de nuestra infancia y juventud se han ido con él, por eso como personas, no somos ni de aquí, ni de allá, no pertenecemos a esta tierra y nos aferramos con uñas y dientes a ella y se nos olvida que lo único que nos pertenece es el alma, ese rincón del alma que debemos tocar en quienes nos interesan para que siempre nos recuerden con amor, y aun así, sabemos que no somos perennes y se nos olvida dar ternura para permanecer y enviar, o dar un gesto amable a quien con nosotros vive para darles la fantasía del buen vivir y bien estar en vida, hermano en vida, y así recordamos a Cortez más que a su buen amigo Facundo Cabral, y tal vez las tertulias en el cielo deben ser muy agradables entre Benedetti, Rivera, Borges y ahora endulzados los versos y la pintura con música, por eso cuando muera quiero como el, llevarme media muerte y que la otra mitad permanezca en los recuerdos de quienes me recuerden y aunque mi padre y yo no plantamos un árbol, yo si lo plante en su memoria y sé que ahí permanece como el recuerdo de mi padre - joven viejo - afable que me echó a volar la imaginación desde niña y que aun el día de su partida lo tuve entrelazado a mi mano y a la mano de mi madre, personajes que no recuerdo hayan ofendido jamás a persona alguna y aunque yo deseo seguir su ejemplo, a veces, sin pensarlo, he ofendido y ofendo, como ya viene mi aniversario quiero vivir mi vida y no la mitad de mi muerte aprendiendo a ser feliz sin ofender, sin enojos y sin mortificaciones pues la vida pasa tan pronto como pronto llega el día de la partida, como amigos se han ido desde la infancia y juventud, quiero caminar siempre adelante con la frente en alto siendo integra y coherente al actuar acorde a lo que pienso, siento y digo, aunque esto tal vez, en ocasiones, no me haga la más popular y mi camino parezca incomprensible, ya que lo importante es dar sentido a nuestra vida y tener una razón de ser para hacer, hacer de este mi mundo, un mundo mejor.

Porque ser congruente es no mentirse a uno mismo y creer sus propias mentiras, es ser tú, porque la vida está en constante movimiento y no hay nada que sea tan importante o tan ofensivo que no lo podamos olvidar, por eso, amemos al resto de la humanidad y busquemos la hermandad sin divisiones ni prejuicios, orando para pedir que Dios derrame su misericordia en nosotros y dejemos a su misericordia nuestro pasado para vivir en él, nuestro presente.

Todos tenemos presente y pasado e incierto el futuro, por eso el día de hoy es el único que tenemos para vivir y ser congruentes, para ser felices y hacer felices a quienes nos importan, para bendecirnos y bendecir a quienes están con nosotros y a quienes no, también, sabiendo que el sol brilla día con día aun en los días nublados y nos llena de energía cada día y, la luna sale diariamente con nubes o sin ellas y nos renueva cada noche, por esos milagros, sabemos que es un milagro anochecer y es un milagro amanecer y mientras el milagro de la vida esté en nosotros debemos caminar tranquilos por el mundo y apreciar su belleza cada día y compartir y abrazar y besar a quienes por nuestro camino pasen, viviendo con verdad y amor, pues cualquiera puede engañar al prójimo, pero nadie puede engañarse a sí mismo, por eso hoy, en vida hermano, en vida deseo que ustedes como yo encontremos la paz en medio del caos, el amor en medio del desamor y la vida aun entre la muerte dándoles las gracias por ser y estar, esperando sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx