/ lunes 29 de abril de 2024

Minipíldoras para la salud | La salud infantil

Para usted ha sido una bendición que sus bendiciones no se enfermen, le dijo Mariquita a Doña Lucina, pues usted si que no ha seguido a los jóvenes actuales que tienen perrhijos. ¡Miré nomas que tener más de dos muchachos! Trastornó usted el programa de planificación familiar y lo propuesto desde el siglo pasado para México por el Banco Mundial, para que se redujera el número de hijos.

Efectivamente Doña Mariquita, mi viejo nos cuida a todos, a mí y mis cinco hijos, bueno, diré hijas e hijos, aunque destroce el español; además somos una familia tradicional y poco disfuncional; mis chamacos nacieron por parto, el último fue cesárea pues estaba y sigue siendo muy atravesado. Todos tuvieron sus cuidados prenatales.

Luego a todos los llevé a vacunar, y de nuevo el más pequeño, que tiene cinco años, no tiene su esquema completo pues fue durante la época en que se empezaron a escasear las vacunas y hoy no se cuales si tiene y cuales no, creo que la de la tuberculosis no la tiene, pues no tiene cicatriz en los brazos, claro que no es la misma cicatriz que tenían sus abuelitos, esa era de la viruela y gracias a las vacunas ya no hay viruela en el mundo.

También ha disminuido la poliomielitis y hasta dicen los doctores que también la dejarán de aplicar, pero que aún hay esos virus que dejan inválidos a los niños, y que los han encontrado en el drenaje. Del sarampión, que le digo Mariquita, tampoco se ha logrado erradicar, y ha sido porque tampoco hay vacunación que cubra a todos los niños y luego nos lo traen de otro país o bien los dichosos “antivacunas”, que no quieren vacunar a sus hijos y creen que sus chamacos no se enfermarán porque no viven entre la prole (como diría la hija de Peña), aunque hay algunos que dicen que porque no confían en las autoridades. Deberían comprender que un solo niño puede contagiar a 10 o más y tener complicaciones como neumonía y morir, o sordera, y quedar minusválidos.

A mis niños desde los dos meses les pusieron la pentavalente contra difteria, tos ferina, tétanos, poliomielitis y contra una bacteria que produce influenza. ‘Todos tienen la de la hepatitis B, y aunque una estuvo amarilla, me dijeron que fue por hepatitis A, por comer mariscos contaminados con popo. También a mis niñas, como ya están grandecitas, las vacunaron contra el virus del papiloma humano. Bueno eso previene contra el cáncer cervicouterino cuando ya sean grandes. También les pusieron a los mayorcitos la vacuna Pfizer para niños contra el Covid-19.

En fin, que por prevención no ha faltado, dijo orgullosa Lucina. En cuanto a su alimentación evito que coman comida chatarra y casi no comen dulces, para ellos es un premio cuando hacen sus tareas escolares y ayudan con el quehacer de la casa. Fíjese que los llevo a su control del niño sano y al medianito le descubrió su Médico Familiar un “soplo”, aunque no se le nota y me lo mandó con el Cardiólogo, hora dicen que es especialista en niños y que tal vez me lo manden con el Cirujano Cardiovascular especialista en niños por si requiere una cirugía en su corazoncito. Al otro si me lo operaron porque durante su control, le descubrieron una hernia inguinal y pues me dijeron que antes de que se complicara tenía que operarse. A él le atendió un Cirujano Pediatra y a su papá que también tenía una hernia inguinal lo operó un Cirujano General.

También al más grande le recetaron lentes; decía que se aburría en la escuela, y pos era porque no veía de lejos. Lo llevé con un Oftalmólogo especialista en niños. Fíjese que mis niños no tienen nombres raros, pues con nombres fuera de lo común inicia el buling en la escuela y trastorna su salud mental . Mi papá quería llamarme Hera, pero prefirió algo más castizo. Me voy porque tengo que ayudar en la escuela por el “Día del Niño”. ¡Felicidades a todos los que son como niño! Terminó Lucina, recordando al de Belén.

Para usted ha sido una bendición que sus bendiciones no se enfermen, le dijo Mariquita a Doña Lucina, pues usted si que no ha seguido a los jóvenes actuales que tienen perrhijos. ¡Miré nomas que tener más de dos muchachos! Trastornó usted el programa de planificación familiar y lo propuesto desde el siglo pasado para México por el Banco Mundial, para que se redujera el número de hijos.

Efectivamente Doña Mariquita, mi viejo nos cuida a todos, a mí y mis cinco hijos, bueno, diré hijas e hijos, aunque destroce el español; además somos una familia tradicional y poco disfuncional; mis chamacos nacieron por parto, el último fue cesárea pues estaba y sigue siendo muy atravesado. Todos tuvieron sus cuidados prenatales.

Luego a todos los llevé a vacunar, y de nuevo el más pequeño, que tiene cinco años, no tiene su esquema completo pues fue durante la época en que se empezaron a escasear las vacunas y hoy no se cuales si tiene y cuales no, creo que la de la tuberculosis no la tiene, pues no tiene cicatriz en los brazos, claro que no es la misma cicatriz que tenían sus abuelitos, esa era de la viruela y gracias a las vacunas ya no hay viruela en el mundo.

También ha disminuido la poliomielitis y hasta dicen los doctores que también la dejarán de aplicar, pero que aún hay esos virus que dejan inválidos a los niños, y que los han encontrado en el drenaje. Del sarampión, que le digo Mariquita, tampoco se ha logrado erradicar, y ha sido porque tampoco hay vacunación que cubra a todos los niños y luego nos lo traen de otro país o bien los dichosos “antivacunas”, que no quieren vacunar a sus hijos y creen que sus chamacos no se enfermarán porque no viven entre la prole (como diría la hija de Peña), aunque hay algunos que dicen que porque no confían en las autoridades. Deberían comprender que un solo niño puede contagiar a 10 o más y tener complicaciones como neumonía y morir, o sordera, y quedar minusválidos.

A mis niños desde los dos meses les pusieron la pentavalente contra difteria, tos ferina, tétanos, poliomielitis y contra una bacteria que produce influenza. ‘Todos tienen la de la hepatitis B, y aunque una estuvo amarilla, me dijeron que fue por hepatitis A, por comer mariscos contaminados con popo. También a mis niñas, como ya están grandecitas, las vacunaron contra el virus del papiloma humano. Bueno eso previene contra el cáncer cervicouterino cuando ya sean grandes. También les pusieron a los mayorcitos la vacuna Pfizer para niños contra el Covid-19.

En fin, que por prevención no ha faltado, dijo orgullosa Lucina. En cuanto a su alimentación evito que coman comida chatarra y casi no comen dulces, para ellos es un premio cuando hacen sus tareas escolares y ayudan con el quehacer de la casa. Fíjese que los llevo a su control del niño sano y al medianito le descubrió su Médico Familiar un “soplo”, aunque no se le nota y me lo mandó con el Cardiólogo, hora dicen que es especialista en niños y que tal vez me lo manden con el Cirujano Cardiovascular especialista en niños por si requiere una cirugía en su corazoncito. Al otro si me lo operaron porque durante su control, le descubrieron una hernia inguinal y pues me dijeron que antes de que se complicara tenía que operarse. A él le atendió un Cirujano Pediatra y a su papá que también tenía una hernia inguinal lo operó un Cirujano General.

También al más grande le recetaron lentes; decía que se aburría en la escuela, y pos era porque no veía de lejos. Lo llevé con un Oftalmólogo especialista en niños. Fíjese que mis niños no tienen nombres raros, pues con nombres fuera de lo común inicia el buling en la escuela y trastorna su salud mental . Mi papá quería llamarme Hera, pero prefirió algo más castizo. Me voy porque tengo que ayudar en la escuela por el “Día del Niño”. ¡Felicidades a todos los que son como niño! Terminó Lucina, recordando al de Belén.