Y cuando despertamos posterior a la celebración del día de la mujer, pasadas las celebraciones, gritos y marchas, la violencia de género sigue sin que se diga en voz alta la realidad de las mujeres en este país.
Se cuentan historias de desaparecidas y violentadas con verdades a medias o medias verdades y se omiten historias de mujeres que en su diario caminar se entregan a su familia, trabajo y patria, mujeres que inspiran al participar en la búsqueda de sus desaparecidos y mujeres que inspiran como ejemplo de vida, abuelas, madres, tías, hermanas que se solidarizan con la familia, amigas que se encuentran en el momento apropiado para secar la lágrima que cae o escuchar en el momento necesario, mujeres que en política debaten por un México mejor y en el tribunal defienden sus espacios y los del país.
Mujeres maestras, guías de niños que en ocasiones en ellas encuentran el remanso a una vida llena de tribulaciones y llantos y en otras viviendo lo contrario a lo que un niño debe vivir, mujeres en el campo de la salud, de la ingeniería, en el campo comercial y en el del arte, mujeres deportistas invadiendo campos antaño considerados para el género masculino únicamente, jovencitas “bulleadas” que perdieron la vida en escuelas primarias víctimas de bullying que se vive en la actualidad sin que nadie diga nada y mucho menos se azoren, mujeres que viajan a diario en el metro sin saber si llegan o regresan o se quedan en el mismo por su buen estado actualmente y por lo que pueda suceder en el país del todo está bien, aunque no lo esté.
Mujeres viviendo en el país maravilloso donde nada pasa y todo sucede sin que se sepa nada en la conversación pública mañanera que vuelve a los temas habituales sin mencionar las consecuencias de bullying o situaciones que se viven en el país, país donde el desafío de erradicar los problemas no se resuelve y éstos se mantienen, país donde actualmente buscar un cargo público se ha convertido en la rifa del tigre como vemos con el número que crece cada día de candidatos que mueren en su búsqueda de ser y hacer en la política.
Así vemos un Guerrero que no para de conflictos y se tapa el sol con un dedo sin erradicar la raíz, estado donde la fiscal se defiende ante la resolución de su renuncia forzada, y aparente renuncia voluntaria de los titulares de la seguridad social y la Secretaría de Gobierno mientras los candidatos temen salir a sus campañas, y no hay señal que diga que habrá iniciativas para prevenir y combatir todas las formas de violencia que sufrimos los mexicanos sin diferencia de género, por lo que creemos que debería haber toda una jornada dedicada a reflexionar sobre cómo podemos sumarnos desde el activismo y las organizaciones de la sociedad civil para enfrentar la desoladora proyección que existe planteada ante estos hechos para lograr una sociedad igualitaria, sin miedo ni enojos, promoviendo liderazgos y conciliación familiar, por eso evaluemos propuestas que nuestros candidatos tengan en respuesta a estas necesidades que apremian, evaluemos cómo las platican y el compromiso que han tenido y tienen con los valores que nosotros, que como mexicanos tenemos y queremos, y, mientras las elecciones llegan y construimos el país que merecemos yo espero sus comentarios agradeciendo su lectura.
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