En los últimos años, los entornos laborales se han visto envueltos en una serie de cambios y transformaciones significativas, las cuales han alterado la forma en la que las organizaciones trabajan en la actualidad. A raíz de la pandemia derivada por COVID – 19, el panorama laboral fue impulsado por aspectos como los avances tecnológicos y cambios culturales.
Uno de los principales impactos en cuanto a la adopción tecnológica en las organizaciones, es la incorporación de esquemas de trabajo hibrido en las organizaciones, esto como catalizador para generar espacios flexibles para los colaboradores. Si bien, no todos los espacios laborales contaban con la oportunidad de llevar sus procesos a formatos “home office”, la pandemia demostró que alrededor del 70% de los trabajos pueden realizarse a través de formatos remotos. Sin embargo, y aunque las organizaciones cuenten con las herramientas digitales para llevar a cabo este tipo de esquemas, solo 2 de cada 10 empresas tienen una cultura adaptada a una vida laboral – digital eficiente.
Debido a esto, surge una interrogante, ¿Qué es mas importante, las herramientas y recursos concretos para superar situaciones de contingencia como una pandemia, o contar con una cultura organizacional desarrollada en sus capacidades de adaptabilidad y flexibilidad?
En la actualidad, la cultura organizacional demostró ser un factor importante para las organizaciones incluso en procesos operativos, pues de esta dependen situaciones como la capacidad de resistencia al cambio que puedan demostrar sus colaboradores en la adopción de nuevas herramientas, formas de trabajo, o incluso de comunicación, en este hilo es vital mencionar el nuevo panorama social por el cual las organizaciones están atravesando, elementos como la colaboración, innovación, y por supuesto, adaptabilidad y flexibilidad son fundamentales para construir espacios de trabajo resilientes y creativos.
Por lo tanto, en este panorama, se vislumbra a los lideres organizacionales como un papel importante para la construcción de estos espacios, ya que no solo se busca que se enfoquen en dictar ordenes, ahora, se busca que los lideres tengan la capacidad de persuadir a los colaboradores a seguir un camino para el éxito de la empresa, esto a través de generar conexiones con los equipos de trabajo en los que se pueda encontrar involucrado, con esto se puede ver al líder como la persona que establece las metas y objetivos de la organización, genera vínculos entre los colaboradores, los inspira y genera retos enfocados en el trabajo.
En conclusión, los nuevos entornos organizacionales, se observan como panoramas desafiantes y con una gran incertidumbre, sin embargo, aquellas empresas que tengan en su poder culturas que adopten esquemas de liderazgo efectivo, y se adhieran a elementos como la flexibilidad y adaptabilidad organizacional, cuentan con ventajas competitivas importantes. El éxito residirá en la capacidad de las organizaciones de visualizar al cambio y adaptarse a este, visualizando los desafíos como oportunidades e impulsando a sus colaboradores a seguir un camino que inspire, motive y proyecte valores que contribuyan a una sociedad que se redefine constantemente.
Moisés Aarón Mariscal Candelaria - alumno de la Licenciatura en Estrategia y Transformación de Negocios en octavo semestre.
Dra. Mariana Córdoba – profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey en SLP.
