/ martes 19 de marzo de 2024

Espacio Tec | Hacia el norte o hacia el sur

Para nadie es un secreto que, a 3 meses de la elección presidencial, la política energética del próximo gobierno en México podría dar un giro de 180 grados con respecto a la actual, pues las dos principales contendientes ya han puesto sus cartas sobre la mesa.

Xóchilt Gálvez, candidata de la coalición ‘Fuerza y corazón por México’ ha reiterado en diversas ocasiones que su visión es la de impulsar el desarrollo del sector a través de inversión privada, sin privatizar. De acuerdo con su plan, la inversión privada proporcionaría no sólo los recursos financieros, también la tecnología que podría modernizar y diversificar el sector.

Por otro lado, Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición ‘Sigamos haciendo historia’, se ha mostrado más mesurada con respecto a la inversión privada, aunque no la descarta. En su visión, se apuesta por mantener un papel preponderante del estado en el mercado energético, aunque propone una transición hacia las energías renovables.

Aunque ambas posturas mencionan cierto grado de compromiso con el medio ambiente y con las tendencias globales respecto a la transición energética y la diversificación, todavía ninguna ha dejado en claro los mecanismos para llevar a cabo sus planes. En la propuesta de Gálvez no se ha mencionado como serían los mecanismos de cooperación que nos permitan beneficiarnos de la tecnología o inversión sin que esto se convierta entregar el sector a intereses particulares. En el caso de Sheinbaum, sería necesario clarificar como se podrá garantizar la eficiencia y productividad de las empresas estatales, que permitan a estas mantenerse competitivas globalmente y se garantice la soberanía energética.

Sin duda, el desafío energético que tendrá la siguiente administración es enorme y más teniendo en cuenta el contexto que está viviendo México respecto al Nearshoring, donde los inversionistas estarán buscando tener acceso a energía limpia, eficiente, barata y de fácil acceso, por lo que la prosperidad del país está íntimamente ligada al rumbo que pueda tomar el sector en los próximos años. En ese sentido sería conveniente que a pesar de que nos encontramos en campaña, se nos empezará a revelar más sobre las posibles estrategias a seguir.

Semblanza

El Dr. Jonathan Sánchez es ingeniero mecánico egresado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y Doctor en ingeniería mecánica por la UNIVERSIDAD DE MANCHESTER en el Reino Unido. El Dr. Sánchez ha trabajado para GE Aviation y ha realizado consultoría para el Instituto de Ingeniería de la UNAM. Sus cursos están relacionados con el uso eficiente de la energía y manufactura. Actualmente es profesor en el Tecnológico de Monterrey campus SLP. Sus áreas de investigación son simulación numérica, uso eficiente de la energía, análisis de datos y machine learning.

Para nadie es un secreto que, a 3 meses de la elección presidencial, la política energética del próximo gobierno en México podría dar un giro de 180 grados con respecto a la actual, pues las dos principales contendientes ya han puesto sus cartas sobre la mesa.

Xóchilt Gálvez, candidata de la coalición ‘Fuerza y corazón por México’ ha reiterado en diversas ocasiones que su visión es la de impulsar el desarrollo del sector a través de inversión privada, sin privatizar. De acuerdo con su plan, la inversión privada proporcionaría no sólo los recursos financieros, también la tecnología que podría modernizar y diversificar el sector.

Por otro lado, Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición ‘Sigamos haciendo historia’, se ha mostrado más mesurada con respecto a la inversión privada, aunque no la descarta. En su visión, se apuesta por mantener un papel preponderante del estado en el mercado energético, aunque propone una transición hacia las energías renovables.

Aunque ambas posturas mencionan cierto grado de compromiso con el medio ambiente y con las tendencias globales respecto a la transición energética y la diversificación, todavía ninguna ha dejado en claro los mecanismos para llevar a cabo sus planes. En la propuesta de Gálvez no se ha mencionado como serían los mecanismos de cooperación que nos permitan beneficiarnos de la tecnología o inversión sin que esto se convierta entregar el sector a intereses particulares. En el caso de Sheinbaum, sería necesario clarificar como se podrá garantizar la eficiencia y productividad de las empresas estatales, que permitan a estas mantenerse competitivas globalmente y se garantice la soberanía energética.

Sin duda, el desafío energético que tendrá la siguiente administración es enorme y más teniendo en cuenta el contexto que está viviendo México respecto al Nearshoring, donde los inversionistas estarán buscando tener acceso a energía limpia, eficiente, barata y de fácil acceso, por lo que la prosperidad del país está íntimamente ligada al rumbo que pueda tomar el sector en los próximos años. En ese sentido sería conveniente que a pesar de que nos encontramos en campaña, se nos empezará a revelar más sobre las posibles estrategias a seguir.

Semblanza

El Dr. Jonathan Sánchez es ingeniero mecánico egresado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y Doctor en ingeniería mecánica por la UNIVERSIDAD DE MANCHESTER en el Reino Unido. El Dr. Sánchez ha trabajado para GE Aviation y ha realizado consultoría para el Instituto de Ingeniería de la UNAM. Sus cursos están relacionados con el uso eficiente de la energía y manufactura. Actualmente es profesor en el Tecnológico de Monterrey campus SLP. Sus áreas de investigación son simulación numérica, uso eficiente de la energía, análisis de datos y machine learning.