/ domingo 3 de octubre de 2021

Un camino hacia Dios


«Matices relevantes de su adolescencia»

En esta etapa difícil y normal de todo adolescente, Moisés sintió la separación de su padre, al dejarlo solo viviendo en el curato, al cuidado del párroco, por haberse casado nuevamente.

Así tenemos que, además de estudiar y cumplir con sus obligaciones rutinarias como la de acolitar la misa, también tenía que regar las macetas del curato.

El mismo padre Moisés contó que por no hacerlo en una ocasión fue amonestado por el señor cura, causando esto en él disgusto y optó por salirse del curato. Al enterarse de lo sucedido la madre Victoria Ortega, religiosa Josefina que, prestaba sus servicios como directora en el Colegio de Niñas y que admiraba a Moisés por su piedad, su amor a la eucaristía y su celo apostólico, lo llamó para aconsejarlo. Después de este incidente y de haber sido reprendido por la madre Victoria, Moisés tomó la firme resolución de no hacer jamás una cosa de importancia sin pensar, orar y consultar. Expresó: “desde chiquillo tomé esa resolución y la he cumplido”.

Cuanto bien nos hará seguir el ejemplo del padre Moisés, no dejarnos llevar de nuestras propias percepciones cuando algo no va o nos disgusta, debemos primero pensar, orar y consultar y de manera constante, como en el Venerable Siervo de Dios, También esta actitud nos ayudaría mucho para poder salir adelante sobre todo en momentos de dificultad, como en la pandemia o los problemas económicos, de salud y psicológicos que se nos presentan en la actualidad.

Sin embargo no todo era negro para Moisés en aquel tiempo, la madre Victoria se interesó grandemente por su porvenir, ya que descubría en él dotes especiales; sobre todo una inteligencia despierta, sencillez, ingenuidad y candor.

Todo esto daba indicios de una vocación sacerdotal y trató de cultivársela preguntándole si quería ser sacerdote, a lo que respondió afirmativamente; aunque le expuso el obstáculo del factor económico, al considerar que su padre no podría sostenerle sus estudios en el Seminario.

De esta conversación se inició la comunicación de la madre Victoria con la señorita Petra Munive acerca de Moisés. Ella era una persona sumamente piadosa y muy caritativa, su apostolado fue el de sostener a las vocaciones sacerdotales en el Seminario, hasta su ordenación.

La Srta. Petra aceptó ayudar a Moisés como a un hijo de familia, por lo que le pidió que viviera en su casa y de inmediato lo inscribió en el colegio San Juan Bautista de la Salle en Puebla, para que continuara sus estudios.

Para esto fue necesario que el padre de Moisés, con la generosidad de las almas sencillas se sacrificara y dejara a su hijo en manos de Petra Munive para que éste realizara su vocación, por lo que se despidió de él para siempre, pues murió años después sin volverse a ver con Moisés.

Moisés Lira Serafín Art. 772. Moisés Lira desarrolló su adolescencia en Huejotzingo. Tuvo matices relevantes que le marcaron caminos y le dejaron huellas.


«Matices relevantes de su adolescencia»

En esta etapa difícil y normal de todo adolescente, Moisés sintió la separación de su padre, al dejarlo solo viviendo en el curato, al cuidado del párroco, por haberse casado nuevamente.

Así tenemos que, además de estudiar y cumplir con sus obligaciones rutinarias como la de acolitar la misa, también tenía que regar las macetas del curato.

El mismo padre Moisés contó que por no hacerlo en una ocasión fue amonestado por el señor cura, causando esto en él disgusto y optó por salirse del curato. Al enterarse de lo sucedido la madre Victoria Ortega, religiosa Josefina que, prestaba sus servicios como directora en el Colegio de Niñas y que admiraba a Moisés por su piedad, su amor a la eucaristía y su celo apostólico, lo llamó para aconsejarlo. Después de este incidente y de haber sido reprendido por la madre Victoria, Moisés tomó la firme resolución de no hacer jamás una cosa de importancia sin pensar, orar y consultar. Expresó: “desde chiquillo tomé esa resolución y la he cumplido”.

Cuanto bien nos hará seguir el ejemplo del padre Moisés, no dejarnos llevar de nuestras propias percepciones cuando algo no va o nos disgusta, debemos primero pensar, orar y consultar y de manera constante, como en el Venerable Siervo de Dios, También esta actitud nos ayudaría mucho para poder salir adelante sobre todo en momentos de dificultad, como en la pandemia o los problemas económicos, de salud y psicológicos que se nos presentan en la actualidad.

Sin embargo no todo era negro para Moisés en aquel tiempo, la madre Victoria se interesó grandemente por su porvenir, ya que descubría en él dotes especiales; sobre todo una inteligencia despierta, sencillez, ingenuidad y candor.

Todo esto daba indicios de una vocación sacerdotal y trató de cultivársela preguntándole si quería ser sacerdote, a lo que respondió afirmativamente; aunque le expuso el obstáculo del factor económico, al considerar que su padre no podría sostenerle sus estudios en el Seminario.

De esta conversación se inició la comunicación de la madre Victoria con la señorita Petra Munive acerca de Moisés. Ella era una persona sumamente piadosa y muy caritativa, su apostolado fue el de sostener a las vocaciones sacerdotales en el Seminario, hasta su ordenación.

La Srta. Petra aceptó ayudar a Moisés como a un hijo de familia, por lo que le pidió que viviera en su casa y de inmediato lo inscribió en el colegio San Juan Bautista de la Salle en Puebla, para que continuara sus estudios.

Para esto fue necesario que el padre de Moisés, con la generosidad de las almas sencillas se sacrificara y dejara a su hijo en manos de Petra Munive para que éste realizara su vocación, por lo que se despidió de él para siempre, pues murió años después sin volverse a ver con Moisés.

Moisés Lira Serafín Art. 772. Moisés Lira desarrolló su adolescencia en Huejotzingo. Tuvo matices relevantes que le marcaron caminos y le dejaron huellas.