/ martes 14 de mayo de 2024

Opinión | El futuro del nuevo entorno laboral

La pandemia derivada por COVID 19, desencadenó una serie de cambios significativos en la sociedad, particularmente en los entornos laborales. Estos cambios actuaron como catalizadores para la transformación digital y la reevaluación de los modelos de trabajo tradicionales, ya que las organizaciones se han visto en la necesidad de modificar la forma en la que operan y gestionan su fuerza laboral, generando de esta manera nuevos retos a los cuales la empresas se enfrentan. Según datos de la “Pan American Health Organization” durante la pandemia se registró un incremento del 25% en la prevalencia mundial de ansiedad y depresión, estas derivadas por la incertidumbre generada por el contexto laboral, por lo que surgen dos interrogantes, ¿cuáles fueron las medidas necesarias que las organizaciones tomaron para dar frente a este tipo de situaciones? y ¿cuál es el futuro de las empresas en este nuevo contexto laboral?


Una de las principales tendencias es la adopción de la tecnología en los procesos internos dentro de la organización, como la adopción de formatos de trabajo híbrido, combinando el trabajo presencial con el trabajo remoto, permitiendo una mayor adaptación a las circunstancias individuales. La tecnología actualmente desempeña un rol indispensable en la transformación laboral, pues se identifica como una herramienta con la capacidad de promover bienestar, mejorar la salud emocional y fomentar la creatividad, sin embargo, también se reconoce, que la adopción de este tipo de tecnologías, puede representar un desafio para las organizaciones en materia de comunicación, principalmente en las relaciones interpersonales y el fomento del trabajo en equipo.


Otra tendencia destacada, son los cambios generados en la gestión del capital humano, pues las organizaciones están optando por inclinar sus estructuras hacia enfoques orientados al empoderamiento de los colaboradores, impulsando la toma de decisiones y capacidad de crecimiento personal dentro de la organización, este cambio en las estructuras, reevaluar el enfoque al crecimiento y bienestar del clima y cultura organizacional, reflejando la evolución laboral, donde se valora el desarrollo de los colaboradores. Como resultado, de generar un entorno laboral con un buen clima y cultura organizacional, sumado al empoderamiento de los colaboradores, las organizaciones cuentan con equipos de trabajo más sólidos, con mayor proactividad y mejores resultados.


Si bien, estas tendencias arrojan un buen panorama, existen desafíos clave para las organizaciones, por ejemplo: ¿cómo lograr el equilibrio en la eficiencia operativa con el bienestar del colaborador?, en este punto, entran dos importantes pilares para el exito de las empresas en la actualidad: la flexibilidad y adaptabilidad.


Las organizaciones deben tener la capacidad de vislumbrar los obstáculos como oportunidades de crecimiento y tener una visión de resiliencia y adaptación al cambio, pues actualmente, el futuro del trabajo se perfila como un entorno ágil, dinámico y cambiante, donde la capacidad de adaptación y flexibilidad de las organizaciones serán puestas a prueba, ambas capacidades serán responsabilidad de los líderes de permear una cultura de cero resistencia al cambio. La manera en que las organizaciones puedan adoptar estos cambios, y darle la importancia necesaria a la capacidad de ser ágiles y cambiantes con el entorno, será determinante al momento de prosperar en el nuevo entorno laboral.

Cortesía / Tecnológico de Monterrey


Mariana Alejandra Córdova Contreras. Profesora de Gestión y Liderazgo.

Moises Aarón Mariscal Candelaria. Estudiante de 8vo semestre LAET.

La pandemia derivada por COVID 19, desencadenó una serie de cambios significativos en la sociedad, particularmente en los entornos laborales. Estos cambios actuaron como catalizadores para la transformación digital y la reevaluación de los modelos de trabajo tradicionales, ya que las organizaciones se han visto en la necesidad de modificar la forma en la que operan y gestionan su fuerza laboral, generando de esta manera nuevos retos a los cuales la empresas se enfrentan. Según datos de la “Pan American Health Organization” durante la pandemia se registró un incremento del 25% en la prevalencia mundial de ansiedad y depresión, estas derivadas por la incertidumbre generada por el contexto laboral, por lo que surgen dos interrogantes, ¿cuáles fueron las medidas necesarias que las organizaciones tomaron para dar frente a este tipo de situaciones? y ¿cuál es el futuro de las empresas en este nuevo contexto laboral?


Una de las principales tendencias es la adopción de la tecnología en los procesos internos dentro de la organización, como la adopción de formatos de trabajo híbrido, combinando el trabajo presencial con el trabajo remoto, permitiendo una mayor adaptación a las circunstancias individuales. La tecnología actualmente desempeña un rol indispensable en la transformación laboral, pues se identifica como una herramienta con la capacidad de promover bienestar, mejorar la salud emocional y fomentar la creatividad, sin embargo, también se reconoce, que la adopción de este tipo de tecnologías, puede representar un desafio para las organizaciones en materia de comunicación, principalmente en las relaciones interpersonales y el fomento del trabajo en equipo.


Otra tendencia destacada, son los cambios generados en la gestión del capital humano, pues las organizaciones están optando por inclinar sus estructuras hacia enfoques orientados al empoderamiento de los colaboradores, impulsando la toma de decisiones y capacidad de crecimiento personal dentro de la organización, este cambio en las estructuras, reevaluar el enfoque al crecimiento y bienestar del clima y cultura organizacional, reflejando la evolución laboral, donde se valora el desarrollo de los colaboradores. Como resultado, de generar un entorno laboral con un buen clima y cultura organizacional, sumado al empoderamiento de los colaboradores, las organizaciones cuentan con equipos de trabajo más sólidos, con mayor proactividad y mejores resultados.


Si bien, estas tendencias arrojan un buen panorama, existen desafíos clave para las organizaciones, por ejemplo: ¿cómo lograr el equilibrio en la eficiencia operativa con el bienestar del colaborador?, en este punto, entran dos importantes pilares para el exito de las empresas en la actualidad: la flexibilidad y adaptabilidad.


Las organizaciones deben tener la capacidad de vislumbrar los obstáculos como oportunidades de crecimiento y tener una visión de resiliencia y adaptación al cambio, pues actualmente, el futuro del trabajo se perfila como un entorno ágil, dinámico y cambiante, donde la capacidad de adaptación y flexibilidad de las organizaciones serán puestas a prueba, ambas capacidades serán responsabilidad de los líderes de permear una cultura de cero resistencia al cambio. La manera en que las organizaciones puedan adoptar estos cambios, y darle la importancia necesaria a la capacidad de ser ágiles y cambiantes con el entorno, será determinante al momento de prosperar en el nuevo entorno laboral.

Cortesía / Tecnológico de Monterrey


Mariana Alejandra Córdova Contreras. Profesora de Gestión y Liderazgo.

Moises Aarón Mariscal Candelaria. Estudiante de 8vo semestre LAET.