/ viernes 20 de septiembre de 2019

Entorno Empresarial

La niñez no importa

La reforma en Educación propone desbaratar el entramado de reformas que se construyeron para la rendición de cuentas en el sistema educativo: los concursos de ingreso y promoción, la evaluación de desempeño y el INEE como organismo autónomo.

También queda claro que busca una alianza con el SNTE y de esta forma le presenta en charola al SNTE el botín más preciado: el control de las plazas.

Los argumentos en contra de la reforma educativa no son técnicos sino políticos.

Es difícil vislumbrar el impacto de la cancelación de la reforma dado lo reciente de su implementación. La empresas existentes y venideras apostaban por cuadros mejor educados en sus filas y no mano de obra barata por analfabetismo, esa si es una transformación.

Si la implementación de la reforma era mala, esa parte pudo haberse cambiado fundamentalmente, es decir, desligar de la permanencia, sin tener que afectar las partes valiosas de la reforma.

No podemos regresar a un sistema de venta y herencia de plazas. Esto no debería estar siquiera a discusión.

Me decepciona profundamente que el presidente le ofrezca al gremio sindical esta concesión porque no hay razón alguna para defender el sistema que teníamos antes.

Todas las administraciones, desde la de Salinas de Gortari con el famoso PRONAP diseñaron procesos de amplio alcance para mejorar la formación docente y revalorizar el magisterio.

Todos estos esfuerzos han fallado. Recordemos a la antigua lideresa sindical y sus imposiciones.

La formación continua en México no ha tenido resultados y eso si lo sabemos por estudios y evaluaciones. ¿Que propone este Gobierno que sea diferente?

En el discurso del Presidente que divide: ustedes y nosotros. Fifís y pueblo. Lo cierto es los que puedan pagar educación privada de calidad serán educados con buenos estándares y el pueblo no. Todo por prebendas políticas.

El contexto actual evidencia que la educación y el interés superior de la niñez vuelve a depender, como en los sexenios anteriores, de las negociaciones entre el Gobierno, el Congreso, el SNTE y la CNTE. Que tristeza por la riqueza de la niñez con que contamos.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) será su ejército intelectual, así como un aliado del gobierno federal. ¿Ese era el plan no?

La niñez no importa

La reforma en Educación propone desbaratar el entramado de reformas que se construyeron para la rendición de cuentas en el sistema educativo: los concursos de ingreso y promoción, la evaluación de desempeño y el INEE como organismo autónomo.

También queda claro que busca una alianza con el SNTE y de esta forma le presenta en charola al SNTE el botín más preciado: el control de las plazas.

Los argumentos en contra de la reforma educativa no son técnicos sino políticos.

Es difícil vislumbrar el impacto de la cancelación de la reforma dado lo reciente de su implementación. La empresas existentes y venideras apostaban por cuadros mejor educados en sus filas y no mano de obra barata por analfabetismo, esa si es una transformación.

Si la implementación de la reforma era mala, esa parte pudo haberse cambiado fundamentalmente, es decir, desligar de la permanencia, sin tener que afectar las partes valiosas de la reforma.

No podemos regresar a un sistema de venta y herencia de plazas. Esto no debería estar siquiera a discusión.

Me decepciona profundamente que el presidente le ofrezca al gremio sindical esta concesión porque no hay razón alguna para defender el sistema que teníamos antes.

Todas las administraciones, desde la de Salinas de Gortari con el famoso PRONAP diseñaron procesos de amplio alcance para mejorar la formación docente y revalorizar el magisterio.

Todos estos esfuerzos han fallado. Recordemos a la antigua lideresa sindical y sus imposiciones.

La formación continua en México no ha tenido resultados y eso si lo sabemos por estudios y evaluaciones. ¿Que propone este Gobierno que sea diferente?

En el discurso del Presidente que divide: ustedes y nosotros. Fifís y pueblo. Lo cierto es los que puedan pagar educación privada de calidad serán educados con buenos estándares y el pueblo no. Todo por prebendas políticas.

El contexto actual evidencia que la educación y el interés superior de la niñez vuelve a depender, como en los sexenios anteriores, de las negociaciones entre el Gobierno, el Congreso, el SNTE y la CNTE. Que tristeza por la riqueza de la niñez con que contamos.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) será su ejército intelectual, así como un aliado del gobierno federal. ¿Ese era el plan no?