/ viernes 8 de marzo de 2024

Entorno Empresarial | Hábitos de consumo

Los consumidores jóvenes más que los adultos están cada vez más comprometidos con la sostenibilidad y la salud, pero enfrentan desafíos financieros y obstáculos para implementar cambios.

A pesar de la intención de reducir el tiempo en actividades digitales, muchos aún dedican mucho tiempo a ellas.

La toma de decisiones financieras informadas implica la evaluación constante de dónde y cómo se está gastando el dinero.

Según una serie de estudios "Consumer Pulse" de Bain, con enfoque en entender cómo piensan, qué sienten y cómo actúan los consumidores, manifiesta, que a medida que los consumidores se enfrentan a un entorno en constante cambio, deben lidiar con una variedad de prioridades complejas.

Estas incluyen equilibrar experiencias, sostenibilidad y hábitos saludables, todo mientras enfrentan presiones financieras y un entorno digital en constante evolución.

Al reevaluar sus preferencias y buscar obtener el máximo valor y flexibilidad, el consumidor consciente se esfuerza por ajustar sus aspiraciones y administrar su presupuesto limitado para garantizar su bienestar óptimo.

Los consumidores muestran preocupación por su situación financiera, atribuida al alto costo de vida, así como por su salud física y su capacidad para mantenerla.

Este año surge un nuevo punto destacado en las preocupaciones del consumidor, con el cambio climático, el contexto global y la política exterior e interior adquiriendo mayor relevancia.

Existe una clara disparidad en el comportamiento del consumidor entre diferentes niveles de ingresos. Aunque la preocupación por la estabilidad económica es compartida por todos los grupos, los consumidores de bajos ingresos muestran un estado de ánimo más pesimista y menos optimismo hacia el futuro en comparación con aquellos de ingresos más altos.

Las aspiraciones de los consumidores de bajos ingresos se centran en la estabilidad laboral, la posibilidad de comprar y viajar más. Por otro lado, los individuos de altos ingresos también buscan oportunidades de viaje, pero priorizan su familia y carrera profesional.

Aunque la sostenibilidad ha adquirido relevancia en las decisiones de compra, la disposición a pagar por productos sostenibles sigue siendo limitada, lo que dificulta el avance hacia una cesta de compras más sostenible.

En consonancia con los hallazgos de la investigación, los consumidores quieren mejorar su salud física adoptando nuevos hábitos, como alimentación más saludable, práctica regular de ejercicio y mejor calidad de sueño.

Sin embargo, a pesar de que la intención de cambiar estos comportamientos es alta, persisten obstáculos para lograr estas aspiraciones. Entre los principales obstáculos se encuentran las distracciones cotidianas, la falta de apoyo para implementar estos cambios y las restricciones financieras.

Los consumidores jóvenes más que los adultos están cada vez más comprometidos con la sostenibilidad y la salud, pero enfrentan desafíos financieros y obstáculos para implementar cambios.

A pesar de la intención de reducir el tiempo en actividades digitales, muchos aún dedican mucho tiempo a ellas.

La toma de decisiones financieras informadas implica la evaluación constante de dónde y cómo se está gastando el dinero.

Según una serie de estudios "Consumer Pulse" de Bain, con enfoque en entender cómo piensan, qué sienten y cómo actúan los consumidores, manifiesta, que a medida que los consumidores se enfrentan a un entorno en constante cambio, deben lidiar con una variedad de prioridades complejas.

Estas incluyen equilibrar experiencias, sostenibilidad y hábitos saludables, todo mientras enfrentan presiones financieras y un entorno digital en constante evolución.

Al reevaluar sus preferencias y buscar obtener el máximo valor y flexibilidad, el consumidor consciente se esfuerza por ajustar sus aspiraciones y administrar su presupuesto limitado para garantizar su bienestar óptimo.

Los consumidores muestran preocupación por su situación financiera, atribuida al alto costo de vida, así como por su salud física y su capacidad para mantenerla.

Este año surge un nuevo punto destacado en las preocupaciones del consumidor, con el cambio climático, el contexto global y la política exterior e interior adquiriendo mayor relevancia.

Existe una clara disparidad en el comportamiento del consumidor entre diferentes niveles de ingresos. Aunque la preocupación por la estabilidad económica es compartida por todos los grupos, los consumidores de bajos ingresos muestran un estado de ánimo más pesimista y menos optimismo hacia el futuro en comparación con aquellos de ingresos más altos.

Las aspiraciones de los consumidores de bajos ingresos se centran en la estabilidad laboral, la posibilidad de comprar y viajar más. Por otro lado, los individuos de altos ingresos también buscan oportunidades de viaje, pero priorizan su familia y carrera profesional.

Aunque la sostenibilidad ha adquirido relevancia en las decisiones de compra, la disposición a pagar por productos sostenibles sigue siendo limitada, lo que dificulta el avance hacia una cesta de compras más sostenible.

En consonancia con los hallazgos de la investigación, los consumidores quieren mejorar su salud física adoptando nuevos hábitos, como alimentación más saludable, práctica regular de ejercicio y mejor calidad de sueño.

Sin embargo, a pesar de que la intención de cambiar estos comportamientos es alta, persisten obstáculos para lograr estas aspiraciones. Entre los principales obstáculos se encuentran las distracciones cotidianas, la falta de apoyo para implementar estos cambios y las restricciones financieras.