/ viernes 24 de agosto de 2018

Entorno Empresarial

REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL Y EFECTOS EN LA PRODUCTIVIDAD

Desde hace ya algún tiempo, son varios los estudios e investigaciones que se ponen de acuerdo en la afirmación de una misma idea: aquellos empleados con jornadas laborales superiores a las 40 horas semanales acaban resultando improductivos.

Para muchos empresarios y trabajadores, tanto de nuevos negocios como de aquellos fuertemente posicionados en el mercado, las largas jornadas y las horas extra significan casi más una especie de servicio de honor y respeto hacia la empresa, que auténticas horas productivas.

Está erróneamente bien visto quedarse más tiempo en la oficina que el jefe, hacer muchas horas extra y salir el último por la puerta.

Por desgracia y en la mayoría de los casos, se trata de un tiempo que realmente no se aprovecha en tareas productivas y que termina por emplearse en estar presente en la oficina y nada más.

Las diferentes investigaciones realizadas desde los años 60 hasta nuestros días, tanto de índole empresarial, universitarias, sindicales, de asociaciones industriales o militares, han demostrado que trabajar muchas horas durante largos períodos no es sólo inútil sino que termina por ser perjudicial para la salud de los trabajadores.

Los motivos resultan lógicos, los trabajadores muestran síntomas de fatiga y cansancio a la vez que disponen de menos horas para su propio tiempo de ocio y disfrute personal, lo que termina traduciéndose en altos niveles de estrés ya que apenas se disponen de horas para descansar y organizar tanto su vida personal como laboral.

Permanecer más tiempo del necesario en la oficina y no descansar ni poder pasar tiempo en sus casas, afecta psicológicamente a los empleados más de lo que las empresas imaginan.

Es decir, hacer que un empleado esté alrededor de diez horas no resulta beneficioso para la empresa ya que su productividad laboral final será de ocho horas y más allá no rendirán.

Varias personas en el mundo anhelan con tener un día más de descanso a la semana, sin embargo aún no se han dado cuenta de que tener ese día extra o esas horas libres de más, pueden traer varios beneficios, más que solamente un descanso personal.

En Alemania, un país reconocido mundialmente por su productividad, se trabajan 1.371 horas al año, es decir, 6 horas diarias (restando fines de semana y 15 días de vacaciones).

La clave esta en romper el paradigma empresarial de pasar mucho tiempo en el centro de trabajo igual a alta productividad.

REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL Y EFECTOS EN LA PRODUCTIVIDAD

Desde hace ya algún tiempo, son varios los estudios e investigaciones que se ponen de acuerdo en la afirmación de una misma idea: aquellos empleados con jornadas laborales superiores a las 40 horas semanales acaban resultando improductivos.

Para muchos empresarios y trabajadores, tanto de nuevos negocios como de aquellos fuertemente posicionados en el mercado, las largas jornadas y las horas extra significan casi más una especie de servicio de honor y respeto hacia la empresa, que auténticas horas productivas.

Está erróneamente bien visto quedarse más tiempo en la oficina que el jefe, hacer muchas horas extra y salir el último por la puerta.

Por desgracia y en la mayoría de los casos, se trata de un tiempo que realmente no se aprovecha en tareas productivas y que termina por emplearse en estar presente en la oficina y nada más.

Las diferentes investigaciones realizadas desde los años 60 hasta nuestros días, tanto de índole empresarial, universitarias, sindicales, de asociaciones industriales o militares, han demostrado que trabajar muchas horas durante largos períodos no es sólo inútil sino que termina por ser perjudicial para la salud de los trabajadores.

Los motivos resultan lógicos, los trabajadores muestran síntomas de fatiga y cansancio a la vez que disponen de menos horas para su propio tiempo de ocio y disfrute personal, lo que termina traduciéndose en altos niveles de estrés ya que apenas se disponen de horas para descansar y organizar tanto su vida personal como laboral.

Permanecer más tiempo del necesario en la oficina y no descansar ni poder pasar tiempo en sus casas, afecta psicológicamente a los empleados más de lo que las empresas imaginan.

Es decir, hacer que un empleado esté alrededor de diez horas no resulta beneficioso para la empresa ya que su productividad laboral final será de ocho horas y más allá no rendirán.

Varias personas en el mundo anhelan con tener un día más de descanso a la semana, sin embargo aún no se han dado cuenta de que tener ese día extra o esas horas libres de más, pueden traer varios beneficios, más que solamente un descanso personal.

En Alemania, un país reconocido mundialmente por su productividad, se trabajan 1.371 horas al año, es decir, 6 horas diarias (restando fines de semana y 15 días de vacaciones).

La clave esta en romper el paradigma empresarial de pasar mucho tiempo en el centro de trabajo igual a alta productividad.