El descanso del alma
Mateo 11:28 al 30
Por Víctor Hugo Guel González
Hace años escuche una predicación de un pastor que hablaba acerca del cansancio del alma, y él decía que nuestra alma necesita descanso. El alma es nuestro ser interior, nuestros sentimientos, nuestras emociones, nuestra voluntad nuestros pensamientos, todo esto se cansa con las presiones, los problemas, las cargas; con todo aquello que día a día enfrentamos, y que se acumula con las cosas que no se resuelven de manera inmediata.
En Mateo 11:28 al 30, el Señor Jesucristo nos enseña la manera de encontrar ese descanso para nuestra alma. Primeramente nos dice “Venid a mí…” Aquí el Señor Jesucristo da la orden de que vengamos a Él, y especifica quienes, “Los trabajados y cargados” y dice que Él nos hará descansar en su promesa. Ahora estoy convencido que toda persona en una u otra manera esta trabajado y cargado, en menor o mayor grado; pero creo que todo mundo tenemos problemas y necesidades, pero es importante reconocerlo para así atender lo que Jesús nos pide y poder hacer nuestra su promesa y obtener ese descanso.
Si seguimos leyendo el pasaje, Cristo no promete que al acudir a Él, los problemas se van a acabar, que ya no vamos a tener dificultades ni adversidades; al contrario dice: “Llevar mi yugo sobre vosotros…” El yugo implica trabajo, carga, esfuerzo, pero Cristo dice: “Mi yugo sobre vosotros” es decir, al decidir poner su yugo sobre nosotros, lo que tengamos que enfrentar, será con la ayuda de Jesús, con su fortaleza, su poder, su gracia y su favor; eso hará toda la diferencia.
En el versículo 29 dice: “Aprender de mí, que soy manso y humilde de corazón” la manera concreta y práctica de aprender de Cristo, es entendiendo que básicamente la meta de la vida cristiana es ser más y más como Jesús, y eso habrá de suceder cuando al leer la Biblia permitamos que Él nos hable y orando es que Él nos escucha. Recordando que cristianismo es mucho más que religión, es una relación con Jesús que crece y profundiza a medida que leemos la Biblia y dedicamos tiempo a la oración. Ahora, llama mi atención, que Jesús menciona dos cualidades o características de su carácter, que es la mansedumbre y la humildad, creo que estas dos cosas son claves para el descanso del alma; la mansedumbre es poder bajo control, y aunque en ocasiones podemos responder o reaccionar con enojo, con ira, rencor, afán, ansiedad, con preocupación; decidimos poner todo esto bajo el control de Dios, dejando todo en sus manos; y la increíble necesidad de Él de tal manera de que reconocemos que sin Dios no somos nada, y lejos de Él nada podemos hacer; es así que el Señor nos da de su gracia, pues la Biblia enseña que Él resiste al soberbio, pero da gracia al humilde; y una definición de gracia es influencia divina en el corazón de una persona y manifestada en su vida, de tal forma que otros puedan ver a Cristo por medio de la vida de ese hombre o de esa mujer.
Que el Señor nos permita considerar estas cosas y podamos encontrar el descanso de nuestras almas en Jesús.
Iglesia Bíblica Bautista
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