El pueblo de Israel había comenzado a tener victorias para la conquista de la tierra prometida; pero hubo un pueblo que como nos dice la Escritura, usó de astucia.
En Josué 9 a partir del versículo 3 dice: “Mas los moradores de Gabaón, cuando oyeron lo que Josué había hecho en Jericó y Hai, usaron de astucia; pues fueron y se fingieron embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados, y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestidos viejos sobre sí; y todo el pan que traían para el camino era seco y mohoso. Y vinieron a Josué al campamento en Gilgal, y le dijeron a él y a los de Israel: Nosotros venimos de tierra muy lejana; haced, pues, ahora alianza con nosotros.” Y mintiendo dijeron: “Este nuestro pan lo tomamos caliente de nuestras casa para el camino el día que salimos para venir a vosotros, y helo aquí ahora seco y mohoso; estos cueros de vino también los llenamos nuevos, y helos aquí ya rotos; también estos vestidos y nuestros zapatos están viejos a causa de lo muy Largo del camino. Y los hombres de Israel tomaron provisiones de ellos, y no consultaron a Jehová, y Josué hizo paz con ellos, y celebró con ellos alianza concediéndoles la vida, y también juraron los príncipes de la congregación. Pasados tres días después que hicieron alianza con ellos, oyeron que eran sus vecinos, y que habitaban en medio de ellos; muy pronto se dieron cuenta que habían sido engañados.
Esta historia sin duda trae enseñanzas para cada uno de nosotros que deberíamos considerar. En el versículo 14 al final dice: “Y no consultaron a Jehová;” la palabra consultar, significa pedir permiso, y claro que la historia hubiera sido diferente si antes de tomar las provisiones de ellos; hubieran consultado a Jehová, de una manera o de otra, Dios les hubiera mostrado que todo se trataba de un engaño, de una mentira; y en vez de hacer alianza con los Gabaonitas, hubieran cumplido el propósito divino de destruir a este pueblo, pues eran paganos e idolatras, no es difícil imaginar que la razón por la cual Josué y el pueblo no consultaron a Jehová, fue porque se dejaron llevar por lo que sus ojos vieron, no había duda en sus mentes al ver los panes secos y mohosos, los cueros para el vino rotos, los vestidos y zapatos viejos, llegaron a la conclusión de que lo que estaba pasando era cierto. La Biblia enseña que los cristianos andamos por fe y no por vista, (2 Cor. 5:7),esto se confirma con la definición de fe que encontramos en Hebreos 11:1 “Es pues, la fe la certeza de lo se espera, la convicción de lo que no se ve.” El creyente no puede ir por la vida confiando en lo que ve, es necesario consultar a Jehová, aun la gente dice: Las apariencias engañan. La manera más práctica de consultar a Dios, es en oración. Si el pueblo y Josué simple y sencillamente hubieran dicho, algo como esto: “Señor queremos tomar una buena decisión, tú sabes y conoces la verdad, ayudamos a saber la realidad, aunque estamos viendo las cosas, hemos escuchado a estas personas; aparentemente es cierto lo que nos dicen, pero más allá de eso, queremos tu guía, queremos que tú nos confirmes deseando tener tu consentimiento en esta decisión.” De una u otra forma, Dios les hubiera mostrado que todo era un engaño, que nada de lo que estaba diciendo los gabaonitas era cierto.
En lo personal, tomo ejemplo de estas historias que la Biblia enseña, y aunque en ocasiones he cometido el error de no consultar a Jehová; todavía en mis decisiones, grandes y pequeñas busco orar a Dios; lo consulto porque eso me permitirá comprobar su buena voluntad que es agradable y es perfecta.
Iglesia Bíblica Bautista
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