/ jueves 25 de octubre de 2018

¡Cristo es la Respuesta!

Estoy convencido que el principio del fin en la vida de Saúl, fue el que no esperó, sino que él decidió actuar por su cuenta en algo que creyó que debía tomar la iniciativa, cuando en realidad su parte era esperar a que Dios obrara. El ser impacientes nos lleva a hacer locuras, ya que claramente el profeta Samuel le dice a Saúl: “Locamente has hecho, no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que te había ordenado”.

Antes de continuar, déjeme advertir que el pecado engaña. Tanto que Saúl pensaba que estaba haciendo lo correcto, pues aún le estaba diciendo a Samuel: “Vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto.” Saúl en su mente y corazón, estaba plenamente justificado de haber hecho lo correcto. Y eso es exactamente nuestra tendencia, y así es como el pecado actúa, por eso debemos tener mucho cuidado, ya que creo que es fácil confundir, el hacer lo que nos toca y dejar de esperar en Dios cayendo así en pecado de impaciencia. Creo que algo que puede ubicarnos en primera instancia, es el hecho de que jamás estamos haciendo lo correcto cuando actuamos en contra de lo que la biblia nos enseña.

Aquí el profeta en dos ocasiones le dice que no guardó el mandamiento que Jehová le había ordenado y mandado; y es que hasta el último momento debemos esperar el tiempo en que Dios obrará, porque de lo contrario, será que estamos cometiendo el pecado de impaciencia, ya que llama mi atención que inmediatamente después de que Saúl ofrece holocausto y lo acaba, llega Samuel. Ahora, la impaciencia es cosa seria, pues no solo nos lleva a hacer locuras que nos llevan a desobedecer a Dios, pero también nos priva del propósito del plan divino para nuestras vidas, ya que Samuel le dice a Saúl: “Pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre, mas ahora tu reino no será duradero, Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.” A nuestros ojos es quizás muy severo, pero si seguimos leyendo en los próximos capítulos acerca de la vida de Saúl, nos podremos dar cuenta que Saúl una y otra vez decidió hacer su voluntad desobedeciendo así a Dios, hasta finalmente ser desechado; pero para mí todo comenzó con no saber esperar y ser impaciente.

Creo que esta es una lección muy valiosa, especialmente es estos tiempos donde todo es de prisa, todo lo queremos rápido, no nos gusta esperar, y según nosotros tomamos la iniciativa desobedeciendo a Dios, lo cual terminará en ser desechado por Dios. Que el Señor nos libre del pecado de impaciencia.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.

Estoy convencido que el principio del fin en la vida de Saúl, fue el que no esperó, sino que él decidió actuar por su cuenta en algo que creyó que debía tomar la iniciativa, cuando en realidad su parte era esperar a que Dios obrara. El ser impacientes nos lleva a hacer locuras, ya que claramente el profeta Samuel le dice a Saúl: “Locamente has hecho, no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que te había ordenado”.

Antes de continuar, déjeme advertir que el pecado engaña. Tanto que Saúl pensaba que estaba haciendo lo correcto, pues aún le estaba diciendo a Samuel: “Vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto.” Saúl en su mente y corazón, estaba plenamente justificado de haber hecho lo correcto. Y eso es exactamente nuestra tendencia, y así es como el pecado actúa, por eso debemos tener mucho cuidado, ya que creo que es fácil confundir, el hacer lo que nos toca y dejar de esperar en Dios cayendo así en pecado de impaciencia. Creo que algo que puede ubicarnos en primera instancia, es el hecho de que jamás estamos haciendo lo correcto cuando actuamos en contra de lo que la biblia nos enseña.

Aquí el profeta en dos ocasiones le dice que no guardó el mandamiento que Jehová le había ordenado y mandado; y es que hasta el último momento debemos esperar el tiempo en que Dios obrará, porque de lo contrario, será que estamos cometiendo el pecado de impaciencia, ya que llama mi atención que inmediatamente después de que Saúl ofrece holocausto y lo acaba, llega Samuel. Ahora, la impaciencia es cosa seria, pues no solo nos lleva a hacer locuras que nos llevan a desobedecer a Dios, pero también nos priva del propósito del plan divino para nuestras vidas, ya que Samuel le dice a Saúl: “Pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre, mas ahora tu reino no será duradero, Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.” A nuestros ojos es quizás muy severo, pero si seguimos leyendo en los próximos capítulos acerca de la vida de Saúl, nos podremos dar cuenta que Saúl una y otra vez decidió hacer su voluntad desobedeciendo así a Dios, hasta finalmente ser desechado; pero para mí todo comenzó con no saber esperar y ser impaciente.

Creo que esta es una lección muy valiosa, especialmente es estos tiempos donde todo es de prisa, todo lo queremos rápido, no nos gusta esperar, y según nosotros tomamos la iniciativa desobedeciendo a Dios, lo cual terminará en ser desechado por Dios. Que el Señor nos libre del pecado de impaciencia.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.