DIOS CRISTO JESÚS en el evangelio de San Juan 10:1-18 de la Biblia se refiere a sí mismo, como sigue: “Yo Soy el Buen Pastor; el Buen Pastor su Vida da por sus Ovejas”.
Lo anterior fue predicado hace unos 2,000 años por Cristo a judíos y fariseos, y muchos de ellos lo impugnaban; lo cual nos predica a nosotros Dios Jesús, aquí ahora, porque su Palabra permanece para siempre, según 1 Pedro 1:25 e Isaías 40:8, porque El quiere ser el Buen Pastor para que nosotros seamos sus Ovejas en su Redil Divino.
En efecto, Cristo anhela que entremos a este Redil que es su Iglesia Divina Espiritual, por cuya Puerta que es El mismo, sus Ovejas entran y salen bajo su cuidado, y las conduce, cuida y protege para que se alimenten con los Pastos Espirituales que Él les proporciona, y estas Ovejas oyen su voz porque les llama por su nombre y le obedecen, y nadie más puede agregarse a este grupo selecto, porque Jesús pone de requisito que debemos entrar por la Puerta que es Cristo mismo, con sólo ser Salvos en Él , según Juan 3:16, porque Dios Padre, con todo su Amor nos da a Cristo como Salvador, para no perdernos en el infierno, porque estando en Cristo, El nos da Vida Eterna, Feliz y Gozosa en su Cielo Divino.
Por ende: ¿Estamos listos para ser Ovejas de Jesús? Entonces, nada ni nadie puede impedirnos recibir a Cristo como Salvador, para que Él sea nuestro Buen Pastor, y así estar entre sus privilegiadas Ovejas por quienes Cristo muere en el Calvario, porque Él mismo declara que: “Pongo mi vida por mis ovejas”, es decir, por sus seguidores y creyentes sanos y salvos en Él, según Juan 10:15; y, además Jesús, a sus Ovejas, porque oyen su Voz y lo siguen, Él las conoce, y les da Vida Eterna, y nadie las arrebata de su Mano, según Juan 10:27-30.
Estimado Lector: si aceptas a Cristo como tu Pastor, Él pone su Vida Divina a tu favor con sólo decirle con valentía, reflexión y decisión: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Único, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Si Dios permite continuaremos el viernes siguiente.
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