Dios Jesucristo, hace unos 2,000 años, predico a su pueblo judío su mensaje de Salvación y Vida Eterna como sigue: “¡Yo Soy la Puerta de las Ovejas; el que por Mí entrare será Salvo. Yo he venido para que tengan Vida, y para que la tengan en Abundancia. Yo soy el Buen Pastor, quien da la Vida por sus Ovejas!”, según Juan 10:7 a 11.
Lo anterior es mensaje vigente para todos nosotros, aquí ahora, porque la Palabra de Dios, que es Cristo Mismo, según Juan 1:1 a 5, Permanece para Siempre, según 1 Pedro 1:25 e Isaías 40:8, para invitarnos a Ser Sus Ovejas y que El sea Nuestro Buen Pastor, y tener la Vida de Cristo con Nosotros, con la Total Abundancia Divina, porque todo ello nos proporciona Cristo Jesús, El Buen Pastor, Quien para ello, ofrendó su Cuerpo Divino Precioso en la cruz del Calvario, por Sus Ovejas
Por lo tanto, nada nos puede impedir aceptar el llamado de Cristo para ya no seguir dominados por el pecado; y nos basta entrar a la Vida Divina Espiritual por la Puerta que es Cristo para ser Salvos en El y con todo ello, para entrar, y salir, siguiendo a Cristo, quien nos alimentará con Pastos Espirituales y nos eliminará todas las acciones de maldad en las que pudiésemos andar, porque al estar con Cristo, ningún ladrón o salteador pecaminoso nos podrá arrastrar al pecado, según Juan 10:9 a 15.
Cristo, nos habla también en Juan 10:27-30, sobre la Seguridad de la Salvación que El proporciona a Sus Ovejas Sanas y Salvas, porque éstas oyen la Voz de Jesús, y El las conoce, y le siguen, les da Vida Eterna, y no perecerán jamás ni nadie las arrebatará de Su Mano, porque el mismo Dios Padre las entregó a Jesús para mostrarles el Camino, Verdad y Vida que es el mismo Cristo, quien conduce a sus Ovejas a la Vida Eterna, según Juan 14:6.
Estimado Lector: Te llama Cristo para ser Tu Puerta de Salvación y Vida Eterna si sólo le dices con reflexión, decisión y valentía:
“Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con Tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Si Dios permite continuaremos el viernes siguiente.