¡Muerte es Vida!
DIOS CRISTO JESÚS, nos invita en Romanos 6:8 de la Biblia, como sigue: “Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con Él”.
A lo anterior, Dios Jesús agrega: “Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos ya no muere; la muerte no se adueña más de Él”.
En efecto, la Muerte y Resurrección de Dios Cristo son Santas, Benditas y Perfectas para privilegiar y beneficiar a todos los seres humanos que abren la puerta de su corazón espiritual a Jesús, arrepentidos ante Él de sus pecados para recibirlo como Unico Salvador Personal, según Juan 3:16.
Por lo tanto, si así lo queremos, nada ni nadie nos puede impedir dejar atrás al pecado para morir al mismo al convertimos a Jesús teniéndolo como Salvador, aquí ahora, en el tiempo aceptable que nos da Dios, según 2 Corintios 6:2, para arrepentirnos ante El de toda maldad, porque sólo “en Jesús hay Salvación”, según Hechos 4:12, “porque no hay otro Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos”, lo cual es un Don o Regalo de Dios, y sin que necesitemos hacer obra humana ninguna, para que nadie se vanaglorie, según Efesios 2:8-9.
En consecuencia, según Romanos 6:9-11, pongamos nuestros ojos en Dios Cristo, Autor y Consumador de nuestra fe, para tener su Muerte y Vida con nosotros, según Hebreos 12:2; porque si Cristo ya no Muere jamás, según Romanos 6:9-11, porque para Dios Vive, y para hacer Perfectos a sus Santificados según Hebreos 10:10, que somos nosotros que lo recibimos como Salvador Personal, Él nos regala su Cielo feliz eternamente, por haber desechado y dejado atrás el pecado que es muerte espiritual, al adquirir nosotros de Cristo su Vida Divina Perfecta, al morir juntamente con Cristo como Cruz que formó con su Cuerpo Divino para Resucitar y Vivir por siempre y también nosotros sus creyentes unidos a Él.
Estimado Lector: Cristo te llama para morir y vivir ligado a Él eternamente en su Cielo, y para ello sólo necesitas decirle con valentía y reflexión: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Único, Suficiente y Perfecto salvador personal”.
Dios los bendiga ricamente, y si Él permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono es el 444-815-39-73.