¡Vida Victoriosa!
DIOS EL PADRE CELESTIAL en la Carta 1 Corintios 15:57, de la Biblia nos invita con todo su Amor para darnos “la Victoria por medio de Nuestro Señor Jesucristo”.
En efecto, como Dios nos ama por sobre todas las cosas, pone nuestro alcance a Dios Cristo su Hijo como Salvador Nuestro, por medio de su Gracia Suprema, que es Amor Perfecto, para obtener su Victoria llena de la Salvación que es Vida Divina Espiritual, “porque sólo en Jesús hay Salvación, ¡porque no hay otro Nombre bajo el Cielo dado al Género Humano en que podamos ser Salvos!”, según Hechos 4:12.
Por lo tanto, ¿estamos listos para dejar atrás la horripilante muerte espiritual que acarrea el pecado y lleva al castigo en el horno de fuego eterno? Entonces, nada ni nadie puede impedirnos acercarnos a Cristo, aquí ahora, en el tiempo aceptable, en el Día Victorioso de Nuestra Salvación, según 2 Corintios 6:2, para aceptar a Jesús en nuestro corazón espiritual como único Salvador personal, previo arrepentimiento de nuestros pecados ante El, y de esta manera, este Cristo nos libre de corrupción y haga inmortal nuestra Alma en el Celestial Gozo Eterno, porque Jesús con su Victoria Divina hará cesar y desaparecer nuestra muerte espiritual pecaminosa, según 1 Corintios 15:54-56.
En consecuencia, Dios Cristo, a sus creyentes salvos, les quita el aguijón de la muerte que es pecado y les elimina el sepulcro eterno de castigo en el infierno, a cambio del Cielo que significa Felicidad que nunca termina, para alabar, bendecir y adorar a la Trinidad Santísima.
Dios Cristo, por ende, te llama para que adquieras firmeza, constancia y crecimiento en su Obra, entendiendo que todo lo que este Señor tu Salvador te permita hacer a su lado no es en vano, conforme a 1 Corintios 15:58.
Estimado Lector: Dios Cristo te invita para estar con toda Dignidad ante El y darte su Conocimiento Divino, su Inteligencia Espiritual, su Victoria, y su Vida Eterna Feliz y Gozosa, con sólo decirle con valentía y reflexión: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Dios los bendiga, y si el permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono: 444-815-39-73.