¡LA VIDA PERFECTA!
DIOS CRISTO JESUS, en Juan 10:10 de la Biblia, llama aquí ahora a todas las personas que no lo haya recibido como Salvador, para predicarles sus Santas Cosas que tratan de la Salvación y Vida eterna, al expresar lo siguiente: “Yo he venido para que tengan Vida, y para que la tengan en Abundancia”.
En efecto, Cristo, nos habla de su Santa Vida que en lo Espiritual es Plenamente Abundante y que solamente El nos puede proporcionar, porque se trata de la Vida Eterna para estar a su lado en las mansiones celestiales, donde todo es gozo, alegría y satisfacción, porque en esos aposentos residen y radican por toda la eternidad, Dios Padre, Dios Cristo y Dios Espíritu Santo.
Lo más importante, en consecuencia en este momento, es abrir las puertas de nuestro corazón espiritual a Cristo, según Apocalipsis 3:20 para dejarlo entrar en todo nuestro ser, y de esta manera nos proporcione sus Dones Espirituales, con sólo confesarle arrepentidos nuestros pecados, pidiéndole nos perdone, porque entonces El hace suyas todas nuestras culpas, pecados y maldades y los limpia con su Sangre Preciosa derramada en la cruz del Calvario, y nos regala su Vida Abundante Suprema que nunca termina.
Por lo tanto, Dios Cristo nos invita en Juan 10:27-30 para ser sus ovejas conversas y salvas en El para librarnos del pecado y del infierno, y de esta manera guiarnos por el Camino Angosto hacia la Puerta Estrecha que El mismo constituye para entrar a su al Cielo infinito y eterno.
Por ende, Cristo nos indica asimismo en Juan 10:9: “Yo soy la puerta; el que por mi entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”; es decir, que todo creyente en El, gozará de sus Dones Divinos, porque para ello Cristo ha venido a este mundo, para que todos sus seguidores: ¡Tengan Vida Divina Espiritual en Abundancia Eternamente!
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo para que tengas su Vida Espiritual Abundante Suprema si sólo le dices: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono: 815-39-73.