¡SUFRE Y MUERE PARA SALVAR!
DIOS EL PADRE ETERNO en el libro Hebreos 10:10,12 de la Biblia, nos invita con todo su Amor a ser “santificados mediante la ofrenda del Cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre; porque Cristo habiendo ofrecido una vez para siempre un solo Sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios”.
Dios, por ende, nos habla de la ofrenda perfecta y suficiente de Cristo, para hacer innecesarios, todos los sacrificios posteriores que se ministren y ofrezcan porque los mismos ya no pueden quitar los pecados, según Hebreos 10:11.
Dios, por lo tanto, con toda sencillez nos explica así acerca del Sacrificio, Sufrimiento y Muerte de Jesús hecho en la cruz del Calvario, hace unos 2,000 años, tomando el lugar de los pecadores que acepten ser seguidores suyos, a quienes perdona todos sus pecados con sólo arrepentirse de ellos ante Cristo y recibiendo a este Dios Jesús como único Salvador, quien los favorece con la ofrenda de su Cuerpo Divino Precioso Crucificado, porque para El no hay imposibles.
Dios, asimismo, nos reitera en Hebreos 10:14 sobre la importancia de la única ofrenda en la cruz, hecha por Cristo su Hijo, porque con este solo Sacrificio Jesús hizo perfectos y santifica para siempre a sus creyentes, porque los llena de todos los bienes espirituales que vienen de Dios.
En consecuencia, si así lo queremos, podemos venir aquí ahora, en el tiempo aceptable, en el día de Salvación a los Pies de Jesús, según 2 Corintios 6:2, porque entonces no hay nada ni nadie que pueda impedirnos hacer nuestra la ofrenda de Cristo crucificado para limpiar y perdonar nuestros pecados quien ya no vuelve a acordarse de ellos, y Cristo nos da también a Dios Espíritu Santo para habitar en nosotros, y Dios Padre pone sus leyes divinas en nuestros corazones y las escribe en nuestras mentes, según Hebreos 10:15-16.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo quien te invita para que recibas el Regalo de su Sacrificio y Muerte para tener Salvación y Vida Eterna, y sólo basta que le digas: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu Sangre Divina derramada en el Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga. Mi teléfono es el 815-39-73.
