¡LUZ DIVINA ETERNA!
DIOS CRISTO JESUS, en Juan 8:12 de la Biblia viene a nosotros con todo su Amor Divino, porque quiere proclamarnos lo siguiente: “¡Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la Vida!”.
Esta invitación lleno de gozo, alegría y satisfacción es para que nosotros como “mundo” o “tinieblas pecaminosas” aceptemos que Cristo disuelva nuestras obscuridades y tinieblas de maldad mediante el regalo de su Luz Divina con la que Jesús ilumina nuestra alma espiritual y nos salva de inmediato y para siempre, si arrepentidos de nuestros pecados ante Cristo, lo recibimos como perfecto salvador personal, según Juan 3:16.
Este llamamiento de Cristo forma parte de la gran serie de convocatorias a ser salvos en El, como aquellas en que nos sugiere acudir para saciar nuestra sed espiritual porque El es Fuente de Agua Viva Divina, pero también es Pan Celestial de Vida Eterna que satisfacer nuestra hambre espiritual, y es Camino Angosto y Puerta Estrecha para introducirnos a Su Cielo gozoso y eterno.
Cristo, por lo tanto, habla a la puerta de nuestro corazón espiritual para que lo dejemos entrar, porque su testimonio de Salvación es verdadero divinamente, porque El es Dios, juntamente con Dios Padre y Dios Espíritu Santo, quienes lo enviaron, y El aceptó con todo su Amor, para darnos su Luz, la cual si hacemos nuestra creyendo en su Sacrificio y Muerte de cruz arrepentidos de todas nuestras maldades, El nos ilumina para ser salvos en la Felicidad Celestial que nunca termina, para no morir en nuestros pecados, ni ser de los de abajo del infierno por causa de la maldad, porque entonces “no podremos ir arriba con El” a la Luminosidad Perfecta del Cielo de Dios.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo quien regalarte su Luz Divina Eterna, para iluminarte y eliminar tus tinieblas pecaminosas, para vivir siempre con El, y para ello sólo necesitas creer en El y decirle con toda reflexión y valentía lo siguiente: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga, y si El permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono es el 815-39-73.