VIDA DIVINA ESPIRITUAL
DIOS EL PADRE CELESTIAL en la Carta 1 Pedro 4:1-2 de la Biblia, nos habla de Cristo el Salvador, padeciendo en el Calvario, al ofrendar la Carne de su Cuerpo Divino. “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en El cree no se pierda mas tenga Vida Eterna”, según Juan 3:16.
En Efecto, Dios nos llama a ser seguidores de Cristo conversos y salvos en El, para que armados del mismo pensamiento de Jesús, tengamos presente en todo momento que, mediante el padecimiento de este sacrificio, Cristo terminó con los pecados de quienes lo reciben como Salvador para que ya no se conduzcan en la maldad humana, sino en la Voluntad Santa de Dios.
Dios, por lo tanto, en esta Carta, nos llama a dejar ya el tiempo pasado y ya no andar en la vasta pecaminosidad, actuando como paganos, con malos deseos, borracheras, actos excesivos de mala vida y toda clase de malas acciones, sino por el contrario ser juiciosos y entregados a Dios, salvos en Jesús, porque de lo contrario, seremos los incrédulos extraños a Jesús para ser juzgados y castigados eternamente.
Por ende, la voluntad amorosa y firme Dios es predicarnos su Evangelio de Salvación por medio de Cristo para que nadie se pierda en el infierno, sino que todos salgamos de la muerte espiritual que acarrea toda maldad, confesando nuestros pecados a este Jesús, y este Salvador nos lleve consigo en su Muerte y Resurrección, para que vivamos espiritualmente en El, desde aquí ahora, y en su oportunidad vayamos con El al Cielo a la felicidad y el gozo eternamente, conforme a Romanos 6:1-11
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo, quien te invita a Vivir en lo Divino Espiritual, para ya no vivir en el pecado, y reinar con este Jesús en la Unica Vida Espiritual que vale, o sea, la que Cristo proporciona, si con toda valentía y reflexión le dices: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname, y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias. Que Dios los bendiga ricamente, y si El permite continuaremos el viernes siguiente Mi teléfono a sus órdenes es el 815-39-73.