¿CUÁNDO LA MUERTE ES VIDA?
DIOS CRISTO JESUS, se nos muestra en Romanos 6:8 de la Biblia, destacando su muerte y resurrección de vida, como pasos indispensables que todas las criaturas humanas pueden hacer suyas, para morir al pecado y vivir juntamente con Cristo, porque: “…si morimos con Cristo creemos que también viviremos con El”.
Por lo tanto, podemos morir al pecado acudiendo a Cristo pidiéndole perdón por toda maldad, y Jesús de inmediato nos perdona todo pecado y nos justifica para estar vivos ante Dios, porque este Cristo Jesús cuando lo aceptamos como Señor Nuestro y Salvador nos transforma de muertos a vivos ante su Divina Majestad y nos constituye en instrumentos suyos en la plenitud de su Justicia Divina, según Romanos 6:7, 11 y 13.
En efecto, cuando Cristo nos liberta del pecado, nos cambia totalmente para ser sus siervos que poseen su Justicia y nos agrega el Fruto de su Santificación, todo ello teniendo como Meta y Fin la Vida Eterna en el Cielo de Dios, según Romanos 6:18, 19 y 22.
De lo contrario, si teniendo a nuestro alcance vivir juntamente con Cristo, preferimos continuar muertos en el pecado, estaremos despreciando la invitación llena del Amor de del Salvador Jesús para dejar atrás la muerte espiritual que conduce al castigo eterno del infierno, lo cual de ninguna manera es razonable ni aceptable, porque no estaremos valorando ni creyendo que al morir con Cristo viviremos con El por estar realmente en su muerte y resurrección.
Por ende, así como Cristo ya no muere jamás, según Romanos 6:9-11, tampoco sus seguidores salvos mueren nunca en lo espiritual, porque una sola ofrenda hizo Jesús con su Cuerpo Divino, en el Calvario, conforme a Hebreos 10:10 para hacer perfectos a sus creyentes santificados,
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo quien te llama a dejar atrás el pecado que es muerte espiritual para que te resucite unido a El y adquirir su Vida Divina Perfecta, con sólo decirle: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador Personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono es el 815-39-73.
