VIDA Y NO MUERTE
DIOS EL PADRE ETERNO en Juan 20:1-22 de la Biblia nos narra acerca de la Resurrección de Cristo, al tercer día, luego de su crucifixión, siendo María Magdalena la primera que lo identificó vivo afuera del sepulcro, a quien ordenó avisar a los discípulos, y ante éstos, el mismo día por la noche, se presentó Jesús con las siguientes palabras: ¡Paz a vosotros!
Las anteriores palabras de Paz pronunciadas por Jesús, no sólo fueron significativas para sus apóstoles, sino para todos nosotros aquí ahora, con sólo tener la buena voluntad de escuchar a Cristo hablando a nuestro corazón espiritual, porque su santa palabra permanece para siempre, según 1 Pedro 1:25, y nada ni nadie puede impedirnos tener su Paz divina, máxime que en fecha reciente hemos conmemorado su sacrificio y muerte del Calvario, que culmina con su resurrección de vida.
En efecto, Cristo muere, pero también recupera su vida a favor nuestro para quitarnos la muerte que nos acarrean nuestros delitos y pecados, y nos llama Jesús a confesarle arrepentidos nuestras maldades y a aceptarlo como Salvador, para así morir a la corriente mundana maligna que domina Satán, y según Apocalipsis 3:20, para que Cristo nos resucite y elimine caer en el castigo eterno de fuego, teniendo nuestra vida espiritual por siempre con El en lugar de la muerte espiritual alejados de Dios.
Por lo tanto, pongámonos en marcha teniendo al frente a este Cristo Salvador, como Camino Angosto que nos lleva hasta la Puerta Estrecha que es El mismo, para darnos la entrada a su Cielo infinito y eterno, porque este Dios Jesús que es rico en misericordia, con su gran amor con el que nos ama nos da vida y salvación juntamente con El por su Gracia que es Amor Perfecto, según Efesios 2:4-5.
Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Cristo quien te llama para tener vida con El, en lugar de muerte con el maligno; para lo cual basta decirle a Jesús: “Mi Señor Dios Cristo, me arrepiento ante Ti de mis pecados, ¡SALVAME!, perdóname y límpiame con tu sangre divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como único, suficiente y perfecto salvador personal”.
Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente A sus órdenes mi teléfono 815-39-73.