/ sábado 22 de febrero de 2020

Un camino hacia Dios

« ¡Dios es mi padre!¡Soy hijo, hijo de Dios » Moisés Lira Serafín


Art. 688

Teresa Eugenia García Castro


El Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín nos comunica su experiencia filial a través de sus escritos. Te invitamos a vivir esta experiencia “de hijo” como la vivió el padre Moisés; haciendo tuyas las siguientes palabras:

“Este amor, Dios mío debe ser como el Tuyo, con relación a tu Padre Celestial, Jesús mío, debo tener ante todo el tinte de la filiación. Mi amor debe ser amor de hijo, amor de confianza y por tanto de perfecto abandono, a la voluntad de Dios”.

Y ¿Cómo tener este tinte de la filiación? Dejemos que Dios derrame su gracia en nuestros corazones a través del corazón del padre Moisés:

“Intensificando nuestra vida interior, procuremos vivir esta hermosa verdad tan poco meditada y menos vivida; ‘nuestra Filiación Divina’, somos hijos de Dios. Quien vive esta realidad, necesariamente es alma pequeñita, que viendo constantemente su nada, su impotencia, nunca se aparta de Dios, su Padre, como un niñito que no sabe andar, no deja los brazos de su madre.

Viviendo este espíritu de pequeñez, necesariamente seremos alegres, confiados, abandonados, audaces y muy amorosos con nuestro buen Padre, de quien lo esperamos todo. Con Él muy sencillos, sin cumplimientos. Cuánto gusto le da a nuestro Señor estas almas pequeñitas, que se le abandonan tan confiadamente, convencidas de su amante Padre lo puede todo y ellos, nada sin Él. ¿Qué podemos en efecto, sin Él? Ni siquiera producir un buen pensamiento, ejecutar alguna acción; en este espíritu de pequeñez, el alma se repliega en Dios con profunda humildad y confianza.

El alma que vive este espíritu, deja su santificación al cuidado de su buen Padre, haciendo, naturalmente, lo que está de su parte, haciendo la lucha, pero sin inquietarse por sus caídas, ya que sabe que es la nada, luego, ¿qué ha de producir? Sabemos que el éxito corresponde a Dios, a nosotros nos toca ser dóciles con nuestro buen Padre y hacer la lucha, dejándole a Él que haga y deshaga como a Él le plazca, meditando en nuestra mente, corazón y pensamiento las siguientes palabras ¡Dios es mi Padre!”


El Venerable siervo de Dios, Moisés Lira Serafín, quien se vivió como hijo pequeño, en brazos de Dios, ahora se encuentra en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo. Encomiéndate a su intercesión. Comunica tus testimonios a la oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., Av. Venustiano Carranza 1665, Col. Tequisquiapan, C.P. 78250 San Luis Potosí, S.L.P.; tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com

« ¡Dios es mi padre!¡Soy hijo, hijo de Dios » Moisés Lira Serafín


Art. 688

Teresa Eugenia García Castro


El Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín nos comunica su experiencia filial a través de sus escritos. Te invitamos a vivir esta experiencia “de hijo” como la vivió el padre Moisés; haciendo tuyas las siguientes palabras:

“Este amor, Dios mío debe ser como el Tuyo, con relación a tu Padre Celestial, Jesús mío, debo tener ante todo el tinte de la filiación. Mi amor debe ser amor de hijo, amor de confianza y por tanto de perfecto abandono, a la voluntad de Dios”.

Y ¿Cómo tener este tinte de la filiación? Dejemos que Dios derrame su gracia en nuestros corazones a través del corazón del padre Moisés:

“Intensificando nuestra vida interior, procuremos vivir esta hermosa verdad tan poco meditada y menos vivida; ‘nuestra Filiación Divina’, somos hijos de Dios. Quien vive esta realidad, necesariamente es alma pequeñita, que viendo constantemente su nada, su impotencia, nunca se aparta de Dios, su Padre, como un niñito que no sabe andar, no deja los brazos de su madre.

Viviendo este espíritu de pequeñez, necesariamente seremos alegres, confiados, abandonados, audaces y muy amorosos con nuestro buen Padre, de quien lo esperamos todo. Con Él muy sencillos, sin cumplimientos. Cuánto gusto le da a nuestro Señor estas almas pequeñitas, que se le abandonan tan confiadamente, convencidas de su amante Padre lo puede todo y ellos, nada sin Él. ¿Qué podemos en efecto, sin Él? Ni siquiera producir un buen pensamiento, ejecutar alguna acción; en este espíritu de pequeñez, el alma se repliega en Dios con profunda humildad y confianza.

El alma que vive este espíritu, deja su santificación al cuidado de su buen Padre, haciendo, naturalmente, lo que está de su parte, haciendo la lucha, pero sin inquietarse por sus caídas, ya que sabe que es la nada, luego, ¿qué ha de producir? Sabemos que el éxito corresponde a Dios, a nosotros nos toca ser dóciles con nuestro buen Padre y hacer la lucha, dejándole a Él que haga y deshaga como a Él le plazca, meditando en nuestra mente, corazón y pensamiento las siguientes palabras ¡Dios es mi Padre!”


El Venerable siervo de Dios, Moisés Lira Serafín, quien se vivió como hijo pequeño, en brazos de Dios, ahora se encuentra en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo. Encomiéndate a su intercesión. Comunica tus testimonios a la oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., Av. Venustiano Carranza 1665, Col. Tequisquiapan, C.P. 78250 San Luis Potosí, S.L.P.; tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com