/ domingo 27 de octubre de 2019

Un camino hacia Dios

« El secreto para obtener la paz y la tranquilidad»Moisés Lira Serafín


Art. 671

Teresa Eugenia García Castro


Hablando el Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín, en el año de 1939, sobre una oración litúrgica que reza: “Omnipotente y Sempiterno Dios, mira propicio – es decir mira con misericordia, con bondad – nuestra flaqueza, nuestra fragilidad”, explica:

“Dios, podríamos decir es escandalosamente bueno para con las almas humildes. Las que ven su propia flaqueza, las que están convencidas de su propia nada. Dios ve siempre la flaqueza con ojos de misericordia. En Dios, la acción de ver propicio nuestra fragilidad, es sostenerla, es levantarla, es poner todo su poder y sabiduría allí donde pone propicio su mirada, en la fragilidad. Pone propicio, es decir, con bondad, su mirada en nuestra fragilidad, cuando estemos perfectamente convencidos de nuestra fragilidad. Esto es lo que nos falta: convencimiento de nuestra nada.

Cuando no tenemos paz con nosotros mismos, cuando tenemos dificultades insoportables, la causa es que nos falta Dios y tenemos mucho de nosotros mismos. No vemos nuestra flaqueza, ni nuestra miseria, ni nuestra nada. Y es preciso que estemos perfectamente convencidos de nuestra nada para que Nuestro Señor ponga en nosotros su mirada acompañada de fuerza, de luz, de amor.

Al alma convencida de su nada, nada le turba, siempre vive en paz, porque cuenta con el apoyo divino, no con un apoyo humano”. Cuanta falta nos hace la paz, en nuestras personas, en la sociedad. El Padre Moisés Lira Serafín nos da el secreto para obtener la paz y la tranquilidad: ser muy pequeño, muy débil, para que Dios nos mire con bondad. La paz es la consecuencia de la vivencia de la Infancia Espiritual, de vivir como hijos de Dios, pero hijos pequeños que todo lo esperan de él, porque sin él nada pueden, nada son.

Ahonda el padre Moisés: “Pidámosle a Nuestro Señor. Cuántas veces nos apuramos por una pena, una dificultad, o a veces son penas muy nuestras, íntimas, que me falta tal virtud o no soy bastante paciente y me cuesta dominar mi carácter, o no puedo estar bien con tal persona que me antipatiza, vamos con Nuestro Señor y le pedimos el remedio para todo eso, y el remedio es, precisamente, estar convencidos de nuestra nada.

Pidámosle este convencimiento de nuestra nada a Nuestro Señor: ‘Señor, que yo te conozca a ti y me conozca a mí mismo; que vea yo mi flaqueza, para que tú me mires con bondad y misericordia’. Esto es lo que debemos hacer.

Al alma que se conoce a sí misma, que está convencida de su nada, Dios la ve con misericordia, Dios está con ella, y por eso no teme nada.

El Venerable Siervo de Dios, Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido como santo, Encomiéndate a su intercesión y comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 Ciudad de México, Tel. 01(55)55 47 31 39 e-mail: apostoldelabondad@gmail.com

« El secreto para obtener la paz y la tranquilidad»Moisés Lira Serafín


Art. 671

Teresa Eugenia García Castro


Hablando el Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín, en el año de 1939, sobre una oración litúrgica que reza: “Omnipotente y Sempiterno Dios, mira propicio – es decir mira con misericordia, con bondad – nuestra flaqueza, nuestra fragilidad”, explica:

“Dios, podríamos decir es escandalosamente bueno para con las almas humildes. Las que ven su propia flaqueza, las que están convencidas de su propia nada. Dios ve siempre la flaqueza con ojos de misericordia. En Dios, la acción de ver propicio nuestra fragilidad, es sostenerla, es levantarla, es poner todo su poder y sabiduría allí donde pone propicio su mirada, en la fragilidad. Pone propicio, es decir, con bondad, su mirada en nuestra fragilidad, cuando estemos perfectamente convencidos de nuestra fragilidad. Esto es lo que nos falta: convencimiento de nuestra nada.

Cuando no tenemos paz con nosotros mismos, cuando tenemos dificultades insoportables, la causa es que nos falta Dios y tenemos mucho de nosotros mismos. No vemos nuestra flaqueza, ni nuestra miseria, ni nuestra nada. Y es preciso que estemos perfectamente convencidos de nuestra nada para que Nuestro Señor ponga en nosotros su mirada acompañada de fuerza, de luz, de amor.

Al alma convencida de su nada, nada le turba, siempre vive en paz, porque cuenta con el apoyo divino, no con un apoyo humano”. Cuanta falta nos hace la paz, en nuestras personas, en la sociedad. El Padre Moisés Lira Serafín nos da el secreto para obtener la paz y la tranquilidad: ser muy pequeño, muy débil, para que Dios nos mire con bondad. La paz es la consecuencia de la vivencia de la Infancia Espiritual, de vivir como hijos de Dios, pero hijos pequeños que todo lo esperan de él, porque sin él nada pueden, nada son.

Ahonda el padre Moisés: “Pidámosle a Nuestro Señor. Cuántas veces nos apuramos por una pena, una dificultad, o a veces son penas muy nuestras, íntimas, que me falta tal virtud o no soy bastante paciente y me cuesta dominar mi carácter, o no puedo estar bien con tal persona que me antipatiza, vamos con Nuestro Señor y le pedimos el remedio para todo eso, y el remedio es, precisamente, estar convencidos de nuestra nada.

Pidámosle este convencimiento de nuestra nada a Nuestro Señor: ‘Señor, que yo te conozca a ti y me conozca a mí mismo; que vea yo mi flaqueza, para que tú me mires con bondad y misericordia’. Esto es lo que debemos hacer.

Al alma que se conoce a sí misma, que está convencida de su nada, Dios la ve con misericordia, Dios está con ella, y por eso no teme nada.

El Venerable Siervo de Dios, Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido como santo, Encomiéndate a su intercesión y comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 Ciudad de México, Tel. 01(55)55 47 31 39 e-mail: apostoldelabondad@gmail.com