/ domingo 20 de octubre de 2019

Un camino hacia Dios


“Mostrémonos como niños ante el Señor”, Moisés Lira Serafín

Art. 670

Oscar Segura Rodríguez

Ante las vicisitudes de la vida actual, la problemática social y política, la marginación, la brecha que pareciera ensancharse entre los niveles sociales, y la constante lucha de la población por salir adelante, por crear un futuro para su familia, hoy encontramos una respuesta: “Esperemos de Dios todo”, es lo que nos comparte el padre Moisés Lira esta semana.

Y que significan estos vocablos, cuál es su sentido, ante este mundo de constantes cambios que nos afectan, que tomemos como camino una vida espiritual: “Dios nos hace hijos suyos en el sacramento del bautismo”, crecemos y nos desarrollamos, en el sentido espiritual. Nacemos a la vida espiritual, como recién nacidos, un niño implica necesariamente la condición de ser hijo, hijo de Dios.

Somos y nos llamamos en realidad hijos de Dios, hijos, hijos. Uno de los dogmas fundamentales es la filiación divina, siempre sentirnos hijos de Dios, tratarlo como a nuestro amadísimo Padre, portarnos con Dios como hijos, es decir hijos-niños, muy niños, pequeños, convencidos de nuestra nada, de nuestra impotencia.Abandonarse a Dios como pequeños, hay cosas en nuestra vida que superan nuestras expectativas, nuestros esfuerzos, hay momentos que la carga es mucha y no podemos con ella, en esos momentos difíciles siempre está el Señor, esperando que lo veamos, que esa carga se la dejemos a Él, porque Él marcará los tiempos, que siempre serán maravillosos si confiamos en Él.

Cada día ante el devenir y los desencantos humanos, nos vemos atropellados por muchas circunstancias, ahí es donde debemos “mostrarnos como niños recién nacidos”, un niño recién nacido está atenido a lo que le hagan, nada más que el niño no se da cuenta de su impotencia y nosotros si debemos darnos cuenta de nuestra miseria, de nuestra debilidad.El “Apóstol de la Bondad” nos invita a que seamos “nada”, para que Dios lo sea todo en nosotros. Niño recién nacido, débil en lo espiritual, es un alma que tiene la convicción de su nada. Listos, inteligentes, sí, pero nos quiere, sobre todo, más nada para que Dios lo sea todo en nosotros, tratemos a Dios como nuestro Padre.

Comparte el padre Moisés: “Jesús amado, hazme muy hijo pequeño, débil, nada, para que tú seas todo en mí”. Enséñame a ser nada, soy en realidad nada, tú lo eres todo. “Muy atento y dispuesto a lo que Dios me pida. Recibiré lo que me dé, como verdadero niño recién nacido a quien todo se lo hacen, esperándolo todo de Dios”.

La vida tendrá siempre frutos buenos si nos apoyamos en Dios, los problemas personales, familiares, de trabajo, sociales, nos rebasan y ahí está Él dispuesto a dar sus brazos para abrazarnos como niños recién nacidos, transparentes, indefensos, pero con una Fe sólida. No estamos solos ante tantas tribulaciones, el padre Moisés Lira Serafín un hombre del pasado, vivo hoy en el presente, nos ha compartido como quiere Dios que nos mostremos ante Él.


“Mostrémonos como niños ante el Señor”, Moisés Lira Serafín

Art. 670

Oscar Segura Rodríguez

Ante las vicisitudes de la vida actual, la problemática social y política, la marginación, la brecha que pareciera ensancharse entre los niveles sociales, y la constante lucha de la población por salir adelante, por crear un futuro para su familia, hoy encontramos una respuesta: “Esperemos de Dios todo”, es lo que nos comparte el padre Moisés Lira esta semana.

Y que significan estos vocablos, cuál es su sentido, ante este mundo de constantes cambios que nos afectan, que tomemos como camino una vida espiritual: “Dios nos hace hijos suyos en el sacramento del bautismo”, crecemos y nos desarrollamos, en el sentido espiritual. Nacemos a la vida espiritual, como recién nacidos, un niño implica necesariamente la condición de ser hijo, hijo de Dios.

Somos y nos llamamos en realidad hijos de Dios, hijos, hijos. Uno de los dogmas fundamentales es la filiación divina, siempre sentirnos hijos de Dios, tratarlo como a nuestro amadísimo Padre, portarnos con Dios como hijos, es decir hijos-niños, muy niños, pequeños, convencidos de nuestra nada, de nuestra impotencia.Abandonarse a Dios como pequeños, hay cosas en nuestra vida que superan nuestras expectativas, nuestros esfuerzos, hay momentos que la carga es mucha y no podemos con ella, en esos momentos difíciles siempre está el Señor, esperando que lo veamos, que esa carga se la dejemos a Él, porque Él marcará los tiempos, que siempre serán maravillosos si confiamos en Él.

Cada día ante el devenir y los desencantos humanos, nos vemos atropellados por muchas circunstancias, ahí es donde debemos “mostrarnos como niños recién nacidos”, un niño recién nacido está atenido a lo que le hagan, nada más que el niño no se da cuenta de su impotencia y nosotros si debemos darnos cuenta de nuestra miseria, de nuestra debilidad.El “Apóstol de la Bondad” nos invita a que seamos “nada”, para que Dios lo sea todo en nosotros. Niño recién nacido, débil en lo espiritual, es un alma que tiene la convicción de su nada. Listos, inteligentes, sí, pero nos quiere, sobre todo, más nada para que Dios lo sea todo en nosotros, tratemos a Dios como nuestro Padre.

Comparte el padre Moisés: “Jesús amado, hazme muy hijo pequeño, débil, nada, para que tú seas todo en mí”. Enséñame a ser nada, soy en realidad nada, tú lo eres todo. “Muy atento y dispuesto a lo que Dios me pida. Recibiré lo que me dé, como verdadero niño recién nacido a quien todo se lo hacen, esperándolo todo de Dios”.

La vida tendrá siempre frutos buenos si nos apoyamos en Dios, los problemas personales, familiares, de trabajo, sociales, nos rebasan y ahí está Él dispuesto a dar sus brazos para abrazarnos como niños recién nacidos, transparentes, indefensos, pero con una Fe sólida. No estamos solos ante tantas tribulaciones, el padre Moisés Lira Serafín un hombre del pasado, vivo hoy en el presente, nos ha compartido como quiere Dios que nos mostremos ante Él.