/ domingo 1 de julio de 2018

Un camino hacia Dios

“Un testimonio valida más que una palabra”. Moisés Lira Serafín

Art. (602)

México está viviendo momentos históricos que darán la pauta para los próximos tiempos, aun teniendo distractores tan importantes como la copa mundial en Rusia y ante la esperanza de los mexicanos de que la selección haga un papel preponderante, al final lo que siempre va a validar una acción son los hechos, y, el padre Moisés en su obra bondadosa siempre dejó huella en sus acciones y su legado espiritual.

Tal es el caso que nos comparte la señora Aurora Márquez viuda de Mendoza, quien tuvo la fortuna de conocer en vida al “Apóstol de la Bondad”, en la ciudad de Celaya, Guanajuato. Compartió su experiencia años después:

“Conocí al padre Moisés Lira Serafín, Misionero del Espíritu Santo, cuando tenía yo 16 años, mayor de seis hermanos y me encausó para saber ayudarlos”. Mostraba su compromiso con la gente, y en los tiempos actuales, necesitamos de gente comprometida que lo demuestre con hechos, no con promesas que no se van a cumplir o argumentos llenos de falacias. Nuestro país necesita de líderes y gente comprometida con la sociedad a través de hechos, de buenos legados, porque somos una gran nación y necesitamos caminar juntos pero, con realidades. El Padre Moisés desde su escaño era impulsor de trabajo y de realidades, tal como lo comparte la Sra. Aurora:

“El padre Moisés nos impulsaba a hacer un apostolado. Fundó la asociación de las catequistas. Una vez que nos habló de la Pasión de Cristo me emocioné y, cuando terminó de hablar, fue conmigo, me puso la mano sobre la cabeza y me dijo: ‘Aurora, Dios te va a bendecir y te va a premiar, eres muy buena’. Y pienso que fue una palabra profética, porque hay que decir que me quedé viuda a los 31 años y sola para educar y formar a mis siete hijos. Me orientaba, realmente fue él quien me guió para salir adelante. Era el 16 de febrero de 1942 y me escribió estas palabras: ‘Aurora mi querida hija en Jesús, a pesar de tus penas y dificultades trabaja en ser cada día más de Dios y toda de Él, con Él todo, sin Él nada puedes’.

El padre era una persona muy humilde, muy humana, muy bondadosa, su fuerte era amar a la Santísima Virgen. Siempre trataba de inculcar el amor y cariño a nuestra Madre del Cielo. Supo formarnos, nos hablaba de lo malo y de lo bueno que hay en la vida para que distinguiéramos y supiéramos ir por el camino que él nos trazaba”.

El ejemplo del padre Moisés sobre su humildad y actitud de bondad nos debe motivar en este tiempo a recuperar valores, a impulsar buenas actitudes en familia y en el entorno social. Necesitamos cada día de un espacio más sano, fuera de mentiras, y si de muchas realidades reflexivas y no de impulsos individualistas o de intereses de grupo, el “Apóstol de la Bondad” un hombre del pasado vivo en el presente, pone el ejemplo con su actuar y nos invita a ser congruentes en nuestras acciones con nuestra familia y con nuestro país.


“Un testimonio valida más que una palabra”. Moisés Lira Serafín

Art. (602)

México está viviendo momentos históricos que darán la pauta para los próximos tiempos, aun teniendo distractores tan importantes como la copa mundial en Rusia y ante la esperanza de los mexicanos de que la selección haga un papel preponderante, al final lo que siempre va a validar una acción son los hechos, y, el padre Moisés en su obra bondadosa siempre dejó huella en sus acciones y su legado espiritual.

Tal es el caso que nos comparte la señora Aurora Márquez viuda de Mendoza, quien tuvo la fortuna de conocer en vida al “Apóstol de la Bondad”, en la ciudad de Celaya, Guanajuato. Compartió su experiencia años después:

“Conocí al padre Moisés Lira Serafín, Misionero del Espíritu Santo, cuando tenía yo 16 años, mayor de seis hermanos y me encausó para saber ayudarlos”. Mostraba su compromiso con la gente, y en los tiempos actuales, necesitamos de gente comprometida que lo demuestre con hechos, no con promesas que no se van a cumplir o argumentos llenos de falacias. Nuestro país necesita de líderes y gente comprometida con la sociedad a través de hechos, de buenos legados, porque somos una gran nación y necesitamos caminar juntos pero, con realidades. El Padre Moisés desde su escaño era impulsor de trabajo y de realidades, tal como lo comparte la Sra. Aurora:

“El padre Moisés nos impulsaba a hacer un apostolado. Fundó la asociación de las catequistas. Una vez que nos habló de la Pasión de Cristo me emocioné y, cuando terminó de hablar, fue conmigo, me puso la mano sobre la cabeza y me dijo: ‘Aurora, Dios te va a bendecir y te va a premiar, eres muy buena’. Y pienso que fue una palabra profética, porque hay que decir que me quedé viuda a los 31 años y sola para educar y formar a mis siete hijos. Me orientaba, realmente fue él quien me guió para salir adelante. Era el 16 de febrero de 1942 y me escribió estas palabras: ‘Aurora mi querida hija en Jesús, a pesar de tus penas y dificultades trabaja en ser cada día más de Dios y toda de Él, con Él todo, sin Él nada puedes’.

El padre era una persona muy humilde, muy humana, muy bondadosa, su fuerte era amar a la Santísima Virgen. Siempre trataba de inculcar el amor y cariño a nuestra Madre del Cielo. Supo formarnos, nos hablaba de lo malo y de lo bueno que hay en la vida para que distinguiéramos y supiéramos ir por el camino que él nos trazaba”.

El ejemplo del padre Moisés sobre su humildad y actitud de bondad nos debe motivar en este tiempo a recuperar valores, a impulsar buenas actitudes en familia y en el entorno social. Necesitamos cada día de un espacio más sano, fuera de mentiras, y si de muchas realidades reflexivas y no de impulsos individualistas o de intereses de grupo, el “Apóstol de la Bondad” un hombre del pasado vivo en el presente, pone el ejemplo con su actuar y nos invita a ser congruentes en nuestras acciones con nuestra familia y con nuestro país.