/ domingo 10 de mayo de 2020

Querer a México

Querer no es lo mismo que amar y tal vez deberíamos amar a México pero en este momento de pandemia, cólera y más, basta con quererlo, querer a México exige ser sensible y solidario con todos incluyendo al personal médico que cuidan de esta pandemia con las alas del alma desplegadas al viento, siendo agredidos con insultos y acciones violentas, mientras ellos entregan su amor al extender las manos para ayudar.

Querer a México exige dejar amenazas de quemar casas de contagiados por el virus en Yucatán y en el país, exige que la autoridad ame seriamente al país no desviando la atención ciudadana cuestionando o sugiriendo auditorias a Facebook y Twitter con desconocimiento de estos medios ejerciendo amenazas con acción antes que reflexión.

En este momento me duele la gente, su dolor, sus heridas, puedo interpretar su vida más allá de la historia de sus vivencias, guardando de cada uno su mejor pensamiento sin apelar a clases sociales o divisiones que exalten la voluntad popular hacia el abuso y el miedo, querer a México es rendir culto a las tradiciones para regresar al México solidario de valores.


Es el momento de paciencia y tolerancia, de comprender que la pandemia nos afecta de diferente manera a cada uno, nos afecta no solo por género sino por edad, adolescentes frustrados al perder la oportunidad de despedirse de sus compañeros de generación, tal vez para algunos suene a tontera pero para ellos es conflicto, ésta, era la última ocasión para compartir juntos una etapa de vida, jóvenes que repentinamente tienen bajones emocionales al no poder salir para hacer su vida normal, ver a la novia, ver a seres queridos que no están confinados en el mismo lugar, jóvenes enojados al ver que los adultos rompen las reglas de Quédate en Casa mientras ellos sí lo hacen, parejas donde la violencia intrafamiliar se ha exacerbado, mujeres violentadas, gente que aunque reciba un sueldo ha tenido que cambiar su rutina trabajando desde casa, estudiantes de internet, aulas cerradas y los verdaderos maestros haciendo malabares para mantener a sus alumnos interesados, los otros, contentos con cumplir con el tiempo.


Por esto y más quien diga que este mundo no ha cambiado, se equivoca, todos cambiamos cada minuto y cada día; hay momentos en que los cambios se aceleran y si no sabemos aprovecharlos seguiremos sin querer a México, seguiremos acumulando enojos y frustraciones en escalada sin lección aprendida y no seremos mejores seres humanos construyendo un mundo mejor.


Por eso hoy aprendamos a querer a México moviéndonos, viendo cada dificultad como oportunidad, agradeciendo todo y a todos incluyendo al coronavirus porque nos da la oportunidad de mantenernos alejados de personas tóxicas, de aprender que el mundo lo construimos con nuestras acciones y podemos renovarnos cada día al disfrutar los momentos que debemos vivir con bondad y desapego, recibiendo sin juzgar dando más.


Esta crisis nos ha enseñado la fragilidad del momento sabiendo que nada ni nadie es para siempre, que nosotros hacemos a este país pues ningún partido político o gobierno pudo resolver la crisis, que la naturaleza ha renacido sin nosotros y estaba acabándose por nosotros, por eso querer a México es dejar nuestros intereses personales enfocándonos al bienestar colectivo abriendo las alas del alma desplegadas al viento para desentrañar nuestra existencia venciendo el miedo, viviendo cada instante, gozando cada intento, mientras usted despliega sus alas yo espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx


Gracias


Querer no es lo mismo que amar y tal vez deberíamos amar a México pero en este momento de pandemia, cólera y más, basta con quererlo, querer a México exige ser sensible y solidario con todos incluyendo al personal médico que cuidan de esta pandemia con las alas del alma desplegadas al viento, siendo agredidos con insultos y acciones violentas, mientras ellos entregan su amor al extender las manos para ayudar.

Querer a México exige dejar amenazas de quemar casas de contagiados por el virus en Yucatán y en el país, exige que la autoridad ame seriamente al país no desviando la atención ciudadana cuestionando o sugiriendo auditorias a Facebook y Twitter con desconocimiento de estos medios ejerciendo amenazas con acción antes que reflexión.

En este momento me duele la gente, su dolor, sus heridas, puedo interpretar su vida más allá de la historia de sus vivencias, guardando de cada uno su mejor pensamiento sin apelar a clases sociales o divisiones que exalten la voluntad popular hacia el abuso y el miedo, querer a México es rendir culto a las tradiciones para regresar al México solidario de valores.


Es el momento de paciencia y tolerancia, de comprender que la pandemia nos afecta de diferente manera a cada uno, nos afecta no solo por género sino por edad, adolescentes frustrados al perder la oportunidad de despedirse de sus compañeros de generación, tal vez para algunos suene a tontera pero para ellos es conflicto, ésta, era la última ocasión para compartir juntos una etapa de vida, jóvenes que repentinamente tienen bajones emocionales al no poder salir para hacer su vida normal, ver a la novia, ver a seres queridos que no están confinados en el mismo lugar, jóvenes enojados al ver que los adultos rompen las reglas de Quédate en Casa mientras ellos sí lo hacen, parejas donde la violencia intrafamiliar se ha exacerbado, mujeres violentadas, gente que aunque reciba un sueldo ha tenido que cambiar su rutina trabajando desde casa, estudiantes de internet, aulas cerradas y los verdaderos maestros haciendo malabares para mantener a sus alumnos interesados, los otros, contentos con cumplir con el tiempo.


Por esto y más quien diga que este mundo no ha cambiado, se equivoca, todos cambiamos cada minuto y cada día; hay momentos en que los cambios se aceleran y si no sabemos aprovecharlos seguiremos sin querer a México, seguiremos acumulando enojos y frustraciones en escalada sin lección aprendida y no seremos mejores seres humanos construyendo un mundo mejor.


Por eso hoy aprendamos a querer a México moviéndonos, viendo cada dificultad como oportunidad, agradeciendo todo y a todos incluyendo al coronavirus porque nos da la oportunidad de mantenernos alejados de personas tóxicas, de aprender que el mundo lo construimos con nuestras acciones y podemos renovarnos cada día al disfrutar los momentos que debemos vivir con bondad y desapego, recibiendo sin juzgar dando más.


Esta crisis nos ha enseñado la fragilidad del momento sabiendo que nada ni nadie es para siempre, que nosotros hacemos a este país pues ningún partido político o gobierno pudo resolver la crisis, que la naturaleza ha renacido sin nosotros y estaba acabándose por nosotros, por eso querer a México es dejar nuestros intereses personales enfocándonos al bienestar colectivo abriendo las alas del alma desplegadas al viento para desentrañar nuestra existencia venciendo el miedo, viviendo cada instante, gozando cada intento, mientras usted despliega sus alas yo espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx


Gracias