/ domingo 28 de enero de 2024

Opinión | La coalición del corazón partido

En el tema de la definición de los precandidatos y candidatos a la alcaldía de la capital potosina, las cosas siguen color de hormiga, pues en la coalición “Fuerza y Corazón por San Luis” integrada por el PRI, PAN y PRD, existe un escenario roto por las inconformidades planteadas por algunos de sus actores políticos particularmente Enrique Galindo y ahora el panista Rubén Guajardo.

En la definición del candidato por este bloque de partidos, se sigla al PRI, es decir se le designa como la vía de registro del candidato, lo que no gustó para nada a Rubén Guajardo quien de inmediato difundió en medios de comunicación su postura, repartiendo leña contra su propia dirigente Verónica Rodríguez por carecer de seriedad y de valores democráticos al darle la espalda a sus militantes y ceder la elección del candidato a la alcaldía capitalina al tricolor.

Ahora, Rubén Guajardo debe competir bajo las reglas priistas, que por defecto, ya le dan cierta ventaja a Galindo para que sea él quien encabece la propuesta de la coalición a través de la reelección, dejando muy cuestionado el proceso de elección ante la falta de certeza para competir en condiciones de igualdad. Y no es para menos la desconfianza del panista, quien incluso puso a un representante suyo de cepa priista para que le ayude a que no le brinquen las trancas mediante enredos legales, lo cual, les sale muy bien a los dirigentes de ese partido.

Todo esto, hace pensar sin duda que el proceso de selección del candidato, ya inicia manchado en esa coalición de partidos, pues para nadie es un secreto que todo es negociación o de plano simulación para que quede el perfil que más les acomode a los dirigentes de ambos partidos, pues al PRD ni lo fuman, ya que este partido, le tira a no desaparecer su registro.

Así pues, Galindo y la cúpula priista, buscan jugar tal vez su última carta para seguir sobreviviendo del erario público con la apuesta de conservar con uñas y dientes la alcaldía capitalina, algo que se antoja verdaderamente difícil y no es hablar por hablar pues existen varios puntos que juegan en contra de Enrique Galindo para poder aspirar a ganar el voto de los electores.

Como se ha mencionado en varias ocasiones existe por lo menos dos temas reales que mantienen el hartazgo de la gente de todo el municipio como la seguridad y la falta de agua en casi toda la zona metropolitana.

A Galindo se le crítica mucho fallar en lo que se supone es su área de especialidad como es la seguridad pública, pues los delitos en la ciudad están por todas partes y no parece que haya freno a la incidencia de robos, asaltos y decesos que hoy mantienen en el miedo a la mayor parte de la población, todo esto a pesar de las cifras a la baja que constantemente cacarea la administración municipal.

Sobre el tema del agua, el todavía alcalde ha estado navegando en el mar del desconocimiento y de la desesperación, al no dar una en la resolución del problema de abastecimiento a pesar de su rimbombante Plan Emergente que apostó a través de pipas y de la perforación de más pozos, apaciguar la molestia de las y los potosinos que ahora, no están dispuestos a perdonarle la falta de capacidad en algo que está en el renglón de necesidad humana y de un derecho constitucional que no se cumple por parte de la autoridad municipal.

Vaya usted a saber hasta qué grado le cobrará el electorado está factura al llamado “alcalde viajero” quien parece no estar preocupado del reclamo generalizado de la población y ha estado precisamente ocupado en viajes al extranjero para presumir galardones como la escoba de plata o bien, asumiendo responsabilidades en cargos turísticos cuando no ha sido capaz de resolver los problemas de la ciudad.

La apuesta de permitir que sea Galindo nuevamente el perfil que represente a la coalición, podría significar tal vez, la última vez que PRI o PAN, gobierne la capital potosina pues para su mala fortuna, el escenario y el contexto de su candidatura es totalmente diferente al que tuvo cuando ganó la elección anterior pues ahora, ya siendo autoridad de gobierno, es sumamente vulnerable a los ataques y a las críticas de sus detractores que aprovecharán sus desaciertos y pondrán en duda ante el electorado su capacidad y su credibilidad para resolver problemas apremiantes cuando en casi tres años de gestión, no pudo hacerlo.

Pronto se resolverá en la coalición “Fuerza y Corazón por San Luis”, si el bloque está verdaderamente supeditado a esos dos valores para presentarse ante las y los ciudadanos como una propuesta capaz de ser competitiva y veraz a la hora de asumir nuevos compromisos, algo que se ve difícil.

X lozano_ray

En el tema de la definición de los precandidatos y candidatos a la alcaldía de la capital potosina, las cosas siguen color de hormiga, pues en la coalición “Fuerza y Corazón por San Luis” integrada por el PRI, PAN y PRD, existe un escenario roto por las inconformidades planteadas por algunos de sus actores políticos particularmente Enrique Galindo y ahora el panista Rubén Guajardo.

En la definición del candidato por este bloque de partidos, se sigla al PRI, es decir se le designa como la vía de registro del candidato, lo que no gustó para nada a Rubén Guajardo quien de inmediato difundió en medios de comunicación su postura, repartiendo leña contra su propia dirigente Verónica Rodríguez por carecer de seriedad y de valores democráticos al darle la espalda a sus militantes y ceder la elección del candidato a la alcaldía capitalina al tricolor.

Ahora, Rubén Guajardo debe competir bajo las reglas priistas, que por defecto, ya le dan cierta ventaja a Galindo para que sea él quien encabece la propuesta de la coalición a través de la reelección, dejando muy cuestionado el proceso de elección ante la falta de certeza para competir en condiciones de igualdad. Y no es para menos la desconfianza del panista, quien incluso puso a un representante suyo de cepa priista para que le ayude a que no le brinquen las trancas mediante enredos legales, lo cual, les sale muy bien a los dirigentes de ese partido.

Todo esto, hace pensar sin duda que el proceso de selección del candidato, ya inicia manchado en esa coalición de partidos, pues para nadie es un secreto que todo es negociación o de plano simulación para que quede el perfil que más les acomode a los dirigentes de ambos partidos, pues al PRD ni lo fuman, ya que este partido, le tira a no desaparecer su registro.

Así pues, Galindo y la cúpula priista, buscan jugar tal vez su última carta para seguir sobreviviendo del erario público con la apuesta de conservar con uñas y dientes la alcaldía capitalina, algo que se antoja verdaderamente difícil y no es hablar por hablar pues existen varios puntos que juegan en contra de Enrique Galindo para poder aspirar a ganar el voto de los electores.

Como se ha mencionado en varias ocasiones existe por lo menos dos temas reales que mantienen el hartazgo de la gente de todo el municipio como la seguridad y la falta de agua en casi toda la zona metropolitana.

A Galindo se le crítica mucho fallar en lo que se supone es su área de especialidad como es la seguridad pública, pues los delitos en la ciudad están por todas partes y no parece que haya freno a la incidencia de robos, asaltos y decesos que hoy mantienen en el miedo a la mayor parte de la población, todo esto a pesar de las cifras a la baja que constantemente cacarea la administración municipal.

Sobre el tema del agua, el todavía alcalde ha estado navegando en el mar del desconocimiento y de la desesperación, al no dar una en la resolución del problema de abastecimiento a pesar de su rimbombante Plan Emergente que apostó a través de pipas y de la perforación de más pozos, apaciguar la molestia de las y los potosinos que ahora, no están dispuestos a perdonarle la falta de capacidad en algo que está en el renglón de necesidad humana y de un derecho constitucional que no se cumple por parte de la autoridad municipal.

Vaya usted a saber hasta qué grado le cobrará el electorado está factura al llamado “alcalde viajero” quien parece no estar preocupado del reclamo generalizado de la población y ha estado precisamente ocupado en viajes al extranjero para presumir galardones como la escoba de plata o bien, asumiendo responsabilidades en cargos turísticos cuando no ha sido capaz de resolver los problemas de la ciudad.

La apuesta de permitir que sea Galindo nuevamente el perfil que represente a la coalición, podría significar tal vez, la última vez que PRI o PAN, gobierne la capital potosina pues para su mala fortuna, el escenario y el contexto de su candidatura es totalmente diferente al que tuvo cuando ganó la elección anterior pues ahora, ya siendo autoridad de gobierno, es sumamente vulnerable a los ataques y a las críticas de sus detractores que aprovecharán sus desaciertos y pondrán en duda ante el electorado su capacidad y su credibilidad para resolver problemas apremiantes cuando en casi tres años de gestión, no pudo hacerlo.

Pronto se resolverá en la coalición “Fuerza y Corazón por San Luis”, si el bloque está verdaderamente supeditado a esos dos valores para presentarse ante las y los ciudadanos como una propuesta capaz de ser competitiva y veraz a la hora de asumir nuevos compromisos, algo que se ve difícil.

X lozano_ray