/ domingo 21 de enero de 2024

Opinión | La aplanadora verde


La especulación en torno a la posibilidad de que Morena y el Partido Verde pudieran ir juntos para buscar las 58 presidencias municipales, así como las diputaciones locales, quedaron disipadas una vez que ambas fuerzas políticas signaron el acuerdo de coalición con lo que el trío partidista al cual se suma el PT, se presenta como una aplanadora imparable para ganar la mayoría de los cargos en disputa.

Era evidente que una vez que se generaran los acuerdos desde el nivel central, las cosas tendrían una definición más clara en el ámbito local partiendo de la premisa que Morena, difícilmente podría aspirar a lograr grandes cosas yendo solos a una elección en la que el Verde tienen toda la estructura, la experiencia, la preparación y la mayor certeza de contar con la preferencia del voto de la mayoría de las y los potosinos.

La decisión de la cúpula morenista de ir acompañado del Verde, era sin duda la mejor apuesta para garantizar en primer término la posibilidad de amarrar el triunfo en la contienda para la Presidencia de la República, pues gracias a la popularidad y nivel de aceptación del cual goza el Gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona, el aporte de votación es sin duda abismal para Morena si se hubiesen decantado sus líderes en ir solos a nivel local.

La coalición, es un reconocimiento del poder político del país, llámese AMLO, Sheinbaum o Morena, hacia el trabajo, social, político y electoral de Ricardo Gallardo, quien es hoy en día, uno de los gobernadores más destacados del país que perfila en convertir a San Luis Potosí en una de las mejores entidades del país y poco a poco ha ganado espacio en el contexto nacional, no solo por una cuestión de popularidad, sino por generar resultados con programas y acciones que quieren ser incluso replicados en otros puntos del país, es decir, es un líder nato.

Gallardo pasó la prueba y en poco más de dos años, logró el reconocimiento de Morena para ahora sí, generar esta alianza formal hacia las próximas elecciones, en las cuales, seguramente no tendrán rival a pesar del descrédito de la oposición en San Luis Potosí que hoy en día, navega sin rumbo, resquebrajada y en el camino incluso de la extinción pues la rebatinga, el zancadilleo y la traición, son el pan nuestro de cada día, alcanzando un nivel de divisionismo muy marcado que sin duda los hará caer aún más.

Peor aún, la fórmula PRI-PAN-PRD, abre espacios para los impresentables como por ejemplo, el “Tekmol” o Movimiento Ciudadano, que camina como un Frankestein con puro parche de otros partidos y múltiples cartuchos quemados que para su mala fortuna, están más que identificados por la gente de San Luis Potosí y solo representan más de lo mismo.

Como se ha mencionado más de un año, incluso antes de que Ricardo Gallardo asumiera el Gobierno del Estado, la oposición debió trabajar para tratar de recuperarse del tremendo knockout que el Verde le propinó en la elección anterior, mediante una limpia y una reestructuración que le permitiese generar nuevos perfiles, competitivos, pero se desgastaron en caer nuevamente en lo mismo, basta barajear los nombres de quienes buscan otra vez, saltar a otro cargo, pues se trata de los de siempre, los que ahorcan a su propio partido, lo que no tienen liderazgo y menos ganas de hacer algo por la gente de San Luis Potosí.

Con todos estos antecedentes, no será ninguna sorpresa el resultado de la elección, pues incluso en las primeras mediciones realizadas por empresas encuestadoras, la ventaja para el PVEM es casi de tres a uno en algunos municipios y aunque el trabajo y las condiciones de las campañas influyan en estas variaciones, es casi improbable que el Verde y Morena no ganen la mayoría de los cargos en disputa, lo que convierte en una maquinaria electoral difícil de vencer por lo menos en los próximos años.

Con todo y este panorama oscuro para la oposición, no dejará de ser interesante el trabajo que realicen para tratar de posicionarse una vez que inicien las campañas, especialmente en el discurso o la estrategia para lograr este fin, pero muy probablemente la única línea a seguir será la de la baja propuesta y la descalificación muy a pesar de acuerdos de civilidad política que pudiesen haber sido firmados con antelación, pues la situación que vive la oposición es de verdadera desesperación.

X @lozano_ray


La especulación en torno a la posibilidad de que Morena y el Partido Verde pudieran ir juntos para buscar las 58 presidencias municipales, así como las diputaciones locales, quedaron disipadas una vez que ambas fuerzas políticas signaron el acuerdo de coalición con lo que el trío partidista al cual se suma el PT, se presenta como una aplanadora imparable para ganar la mayoría de los cargos en disputa.

Era evidente que una vez que se generaran los acuerdos desde el nivel central, las cosas tendrían una definición más clara en el ámbito local partiendo de la premisa que Morena, difícilmente podría aspirar a lograr grandes cosas yendo solos a una elección en la que el Verde tienen toda la estructura, la experiencia, la preparación y la mayor certeza de contar con la preferencia del voto de la mayoría de las y los potosinos.

La decisión de la cúpula morenista de ir acompañado del Verde, era sin duda la mejor apuesta para garantizar en primer término la posibilidad de amarrar el triunfo en la contienda para la Presidencia de la República, pues gracias a la popularidad y nivel de aceptación del cual goza el Gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona, el aporte de votación es sin duda abismal para Morena si se hubiesen decantado sus líderes en ir solos a nivel local.

La coalición, es un reconocimiento del poder político del país, llámese AMLO, Sheinbaum o Morena, hacia el trabajo, social, político y electoral de Ricardo Gallardo, quien es hoy en día, uno de los gobernadores más destacados del país que perfila en convertir a San Luis Potosí en una de las mejores entidades del país y poco a poco ha ganado espacio en el contexto nacional, no solo por una cuestión de popularidad, sino por generar resultados con programas y acciones que quieren ser incluso replicados en otros puntos del país, es decir, es un líder nato.

Gallardo pasó la prueba y en poco más de dos años, logró el reconocimiento de Morena para ahora sí, generar esta alianza formal hacia las próximas elecciones, en las cuales, seguramente no tendrán rival a pesar del descrédito de la oposición en San Luis Potosí que hoy en día, navega sin rumbo, resquebrajada y en el camino incluso de la extinción pues la rebatinga, el zancadilleo y la traición, son el pan nuestro de cada día, alcanzando un nivel de divisionismo muy marcado que sin duda los hará caer aún más.

Peor aún, la fórmula PRI-PAN-PRD, abre espacios para los impresentables como por ejemplo, el “Tekmol” o Movimiento Ciudadano, que camina como un Frankestein con puro parche de otros partidos y múltiples cartuchos quemados que para su mala fortuna, están más que identificados por la gente de San Luis Potosí y solo representan más de lo mismo.

Como se ha mencionado más de un año, incluso antes de que Ricardo Gallardo asumiera el Gobierno del Estado, la oposición debió trabajar para tratar de recuperarse del tremendo knockout que el Verde le propinó en la elección anterior, mediante una limpia y una reestructuración que le permitiese generar nuevos perfiles, competitivos, pero se desgastaron en caer nuevamente en lo mismo, basta barajear los nombres de quienes buscan otra vez, saltar a otro cargo, pues se trata de los de siempre, los que ahorcan a su propio partido, lo que no tienen liderazgo y menos ganas de hacer algo por la gente de San Luis Potosí.

Con todos estos antecedentes, no será ninguna sorpresa el resultado de la elección, pues incluso en las primeras mediciones realizadas por empresas encuestadoras, la ventaja para el PVEM es casi de tres a uno en algunos municipios y aunque el trabajo y las condiciones de las campañas influyan en estas variaciones, es casi improbable que el Verde y Morena no ganen la mayoría de los cargos en disputa, lo que convierte en una maquinaria electoral difícil de vencer por lo menos en los próximos años.

Con todo y este panorama oscuro para la oposición, no dejará de ser interesante el trabajo que realicen para tratar de posicionarse una vez que inicien las campañas, especialmente en el discurso o la estrategia para lograr este fin, pero muy probablemente la única línea a seguir será la de la baja propuesta y la descalificación muy a pesar de acuerdos de civilidad política que pudiesen haber sido firmados con antelación, pues la situación que vive la oposición es de verdadera desesperación.

X @lozano_ray