/ domingo 20 de diciembre de 2020

No te vayas sin decir te quiero

La vida es un milagro y cada vez que respiramos recibimos un regalo aunado a la fortuna de poder recibir otra nueva Navidad cargada de amor, tal vez nunca como hoy, podemos decir ¡Feliz Navidad¡ a quienes la pandemia nos permitió continuar en este planeta con la promesa de que vienen cosas mejores que renovarán la alegría plena y quitarán la tristeza que ésta, aunada a la violencia, nos causaron.

Durante este año aprendimos que fragilidad es esa delgada línea que existe entre vida y muerte, porque nada es permanente, somos solo instantes, instantes que pasan tan rápido como la vida, esa vida que es un regalo donde todos somos uno y una es la obligación de nuestro existir: ser felices para hacer felices a quienes nos rodean convirtiendo este viaje de permanencia no voluntaria, en un interminable viaje de felicidad, a pesar que la Navidad nos trae regalos, al partir, nada llevamos y sin embargo, la tierra seguirá rotando mostrando que lo único verdadero es el amor; a pesar que este año el mundo se paró, todo siguió y la Navidad llegó llena de amor e invaluables enseñanzas acumuladas en el año, tal vez, no será una Navidad tradicional, probablemente muchos la pasaremos solos o en compañía del compañero de vida sin la familia cercana, muchos haremos uso de la tecnología para acercarnos ´físicamente¨ a nuestros amados hijos, nietos, hermanos y amigos y sin embargo, esta Navidad nos enseña que nuestros seres queridos pueden desaparecer en un segundo, que algunos se hacen más dependientes el uno del otro y de nosotros, tal vez más olvidadizos y con movimientos más pausados, necesitamos de un pequeño virus, que desconocemos, para aprender que nuestro ego estaba inflado, que no necesitamos de grandes festejos para amar y amarnos, para ocuparnos del prójimo como de nosotros mismos, de ahí el uso del cubrebocas y lavarnos las manos, el quédate en casa reconociendo la importancia de familia y amigos, saber que no somos invencibles y tampoco necesarios pues con o sin nosotros el mundo sigue viviendo, esta Navidad nos deja el regalo de conocer que somos vulnerables, que no somos uno, somos todos y donde uno se cuida o ayuda, cuida y ayuda al todo, que solo tenemos el hoy para vivir y disfrutar agradeciendo cada minuto de vida porque nuestra vida depende de ese minuto que puede llamarse Covid, accidente, edad o enfermedad para dejar de existir, somos como relojes cuyas horas se renuevan cada día y cualquiera se puede adelantar en este caminar hacia una nueva vida, sin importar la edad, por eso hoy, grito a cada uno de mis amigos y familia: ¡NO TE VAYAS SIN DECIR: TE QUIERO!. Abraza, besa, di lo que sientes a quienes tienes contigo, agradece a quien te da un servicio, saluda a quien pasa a tu lado, sonríe y ríe, disfruta los regalos de esta Navidad: Agradecimiento, Salud, Amor, Familia y Fe; ilumina tu vida e iluminarás la de los demás, conviértete en Navidad todos los días, mientras yo espero tus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx

La vida es un milagro y cada vez que respiramos recibimos un regalo aunado a la fortuna de poder recibir otra nueva Navidad cargada de amor, tal vez nunca como hoy, podemos decir ¡Feliz Navidad¡ a quienes la pandemia nos permitió continuar en este planeta con la promesa de que vienen cosas mejores que renovarán la alegría plena y quitarán la tristeza que ésta, aunada a la violencia, nos causaron.

Durante este año aprendimos que fragilidad es esa delgada línea que existe entre vida y muerte, porque nada es permanente, somos solo instantes, instantes que pasan tan rápido como la vida, esa vida que es un regalo donde todos somos uno y una es la obligación de nuestro existir: ser felices para hacer felices a quienes nos rodean convirtiendo este viaje de permanencia no voluntaria, en un interminable viaje de felicidad, a pesar que la Navidad nos trae regalos, al partir, nada llevamos y sin embargo, la tierra seguirá rotando mostrando que lo único verdadero es el amor; a pesar que este año el mundo se paró, todo siguió y la Navidad llegó llena de amor e invaluables enseñanzas acumuladas en el año, tal vez, no será una Navidad tradicional, probablemente muchos la pasaremos solos o en compañía del compañero de vida sin la familia cercana, muchos haremos uso de la tecnología para acercarnos ´físicamente¨ a nuestros amados hijos, nietos, hermanos y amigos y sin embargo, esta Navidad nos enseña que nuestros seres queridos pueden desaparecer en un segundo, que algunos se hacen más dependientes el uno del otro y de nosotros, tal vez más olvidadizos y con movimientos más pausados, necesitamos de un pequeño virus, que desconocemos, para aprender que nuestro ego estaba inflado, que no necesitamos de grandes festejos para amar y amarnos, para ocuparnos del prójimo como de nosotros mismos, de ahí el uso del cubrebocas y lavarnos las manos, el quédate en casa reconociendo la importancia de familia y amigos, saber que no somos invencibles y tampoco necesarios pues con o sin nosotros el mundo sigue viviendo, esta Navidad nos deja el regalo de conocer que somos vulnerables, que no somos uno, somos todos y donde uno se cuida o ayuda, cuida y ayuda al todo, que solo tenemos el hoy para vivir y disfrutar agradeciendo cada minuto de vida porque nuestra vida depende de ese minuto que puede llamarse Covid, accidente, edad o enfermedad para dejar de existir, somos como relojes cuyas horas se renuevan cada día y cualquiera se puede adelantar en este caminar hacia una nueva vida, sin importar la edad, por eso hoy, grito a cada uno de mis amigos y familia: ¡NO TE VAYAS SIN DECIR: TE QUIERO!. Abraza, besa, di lo que sientes a quienes tienes contigo, agradece a quien te da un servicio, saluda a quien pasa a tu lado, sonríe y ríe, disfruta los regalos de esta Navidad: Agradecimiento, Salud, Amor, Familia y Fe; ilumina tu vida e iluminarás la de los demás, conviértete en Navidad todos los días, mientras yo espero tus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx