/ domingo 9 de septiembre de 2018

Mes de la Patria

Un pueblo sin cultura olvida fácilmente la ideología y cambia lo espiritual, la honradez la lealtad y la solidaridad por lo superficial y efímero; todo lo importante pasa a segundo plano, la gente se acostumbra a recibir una asignación mensual y la sociedad se transforma en una sociedad mediocre donde todo aparentemente viene casi gratis o más bien, se piensa que es gratis, aunque por ello se paguen altos precios.

Mi país se transformó sin darse cuenta en una sociedad donde el estado entregó el pez sin enseñar a la gente a pescar, una sociedad convertida en analfabetos de símbolos y principios, llena de miedos, prejuicios y temores sin percibir que la cultura es la forma en que accedemos al otro y a las situaciones que nos rodean, sin cultura la transformación se da en medio de gente sin posibilidad de llenar el espíritu de una forma bondadosa, sin sensibilidad para aprender el buen vivir, el respeto al otro, el respeto a nosotros mismos, nos convertimos en personas de trato burdo con denigrantes estereotipos, gobernados por falsos profetas políticos y en ocasiones empresariales, una sociedad donde los medios de comunicación emiten anuncios llenos de mensajes sin compasión o dignidad, muchos incitando velada o abiertamente a la violencia que se convierte y transmite en violencia en la familia, en las escuelas, en la sociedad en general donde se habla de hacer justicia por propia mano casi siempre sin justificación. Nos hemos convertido en gente sin humildad cuyo aprendizaje diario es hacernos prestidigitadores del hurto convenciéndonos que el robar es normal, tan normal como la corrupción o el mal trato o el aborto o el privar la vida a otros.

Vivimos amores ‘eternos’ que son efímeros en la actualidad, por eso hay que cambiar en el uno a uno, por eso, en este mes de la patria que nos convierte en patrioteros y no patriotas encontramos el momento de quitar la ceguera de un pueblo que grita y blasfema, un pueblo herido y olvidado que debe sacar su sensibilidad reconociendo la sabiduría y entrega de hombres y mujeres que nos dieron patria, ahora hay que estar dispuestos en este mes de la Patria a sensibilizarnos para no seguir golpeándonos o aceptando lo inaceptable, hay que poner en nuestras manos de nuevo la ética, el civismo, el arte, la cultura de un país patriota, lleno de amor y principios donde a veces tú, a veces yo, podamos reír sin razón, saludar por el gusto de ser y estar sin necesidad de que los días sean especiales pues todos lo son, sin más errores, viviendo enamorados de la vida, de la patria sin importar lo pequeños o frágiles que seamos, sabiendo que es a este México, el México que queremos, el México donde hijos y nietos vivan entre la magia de los sueños que siempre se cumplen cuando verdaderamente se desean, cuando realmente amamos a nuestro país, somos los mexicanos los dueños de él y eso es lo que queremos dejar a las futuras generaciones, de no ser asi, qué les diremos cuando crezcan en medio de espinas y no de oportunidades, en un mundo violento y no de respeto y dignidad, lleno de canciones que canten tragedias y no amores por la cobardía de sus antecesores que no supieron crear mariposas que se transformaran en águilas, busquemos un Méxicosin dolor,sin violencia, renovemos nuestros símbolos patrios en nombre de besar el alma de nuestros antepasados y nuestros presentes, esa alma que crece en los árboles y se nutre de nuestro entorno, besemos a México como se besan las palabras que llenan de visiones de un nuevo amanecer a nuestra tierra, visiones de una tierra de paz y abundancia porque besar el alma como dice Benedetti, es decir un te amo con la mirada, es bajar del pedestal del orgullo que muchas veces nos consume y nos rodea.

Es importante no tener todas las cartas buenas de la vida, lo importante es jugar con las cartas que tenemos y México tiene muchas cartas para retomar la patria de la esperanza, de los derechos y la justicia, de gente de buen corazón donde las fuertes lluvias nos recuerden los desafíos y ayuden a que el sol salga resplandeciente en un mes de la Patria y del amor al país y mientras recuperamos el patriotismo de la mano del civismo y el amor yo espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx




mientras me siento a esperar sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx
les doy las gracias con un ojo al gato y otro al garabato confirmando que somos un país con la esperanza en la mano.

Un pueblo sin cultura olvida fácilmente la ideología y cambia lo espiritual, la honradez la lealtad y la solidaridad por lo superficial y efímero; todo lo importante pasa a segundo plano, la gente se acostumbra a recibir una asignación mensual y la sociedad se transforma en una sociedad mediocre donde todo aparentemente viene casi gratis o más bien, se piensa que es gratis, aunque por ello se paguen altos precios.

Mi país se transformó sin darse cuenta en una sociedad donde el estado entregó el pez sin enseñar a la gente a pescar, una sociedad convertida en analfabetos de símbolos y principios, llena de miedos, prejuicios y temores sin percibir que la cultura es la forma en que accedemos al otro y a las situaciones que nos rodean, sin cultura la transformación se da en medio de gente sin posibilidad de llenar el espíritu de una forma bondadosa, sin sensibilidad para aprender el buen vivir, el respeto al otro, el respeto a nosotros mismos, nos convertimos en personas de trato burdo con denigrantes estereotipos, gobernados por falsos profetas políticos y en ocasiones empresariales, una sociedad donde los medios de comunicación emiten anuncios llenos de mensajes sin compasión o dignidad, muchos incitando velada o abiertamente a la violencia que se convierte y transmite en violencia en la familia, en las escuelas, en la sociedad en general donde se habla de hacer justicia por propia mano casi siempre sin justificación. Nos hemos convertido en gente sin humildad cuyo aprendizaje diario es hacernos prestidigitadores del hurto convenciéndonos que el robar es normal, tan normal como la corrupción o el mal trato o el aborto o el privar la vida a otros.

Vivimos amores ‘eternos’ que son efímeros en la actualidad, por eso hay que cambiar en el uno a uno, por eso, en este mes de la patria que nos convierte en patrioteros y no patriotas encontramos el momento de quitar la ceguera de un pueblo que grita y blasfema, un pueblo herido y olvidado que debe sacar su sensibilidad reconociendo la sabiduría y entrega de hombres y mujeres que nos dieron patria, ahora hay que estar dispuestos en este mes de la Patria a sensibilizarnos para no seguir golpeándonos o aceptando lo inaceptable, hay que poner en nuestras manos de nuevo la ética, el civismo, el arte, la cultura de un país patriota, lleno de amor y principios donde a veces tú, a veces yo, podamos reír sin razón, saludar por el gusto de ser y estar sin necesidad de que los días sean especiales pues todos lo son, sin más errores, viviendo enamorados de la vida, de la patria sin importar lo pequeños o frágiles que seamos, sabiendo que es a este México, el México que queremos, el México donde hijos y nietos vivan entre la magia de los sueños que siempre se cumplen cuando verdaderamente se desean, cuando realmente amamos a nuestro país, somos los mexicanos los dueños de él y eso es lo que queremos dejar a las futuras generaciones, de no ser asi, qué les diremos cuando crezcan en medio de espinas y no de oportunidades, en un mundo violento y no de respeto y dignidad, lleno de canciones que canten tragedias y no amores por la cobardía de sus antecesores que no supieron crear mariposas que se transformaran en águilas, busquemos un Méxicosin dolor,sin violencia, renovemos nuestros símbolos patrios en nombre de besar el alma de nuestros antepasados y nuestros presentes, esa alma que crece en los árboles y se nutre de nuestro entorno, besemos a México como se besan las palabras que llenan de visiones de un nuevo amanecer a nuestra tierra, visiones de una tierra de paz y abundancia porque besar el alma como dice Benedetti, es decir un te amo con la mirada, es bajar del pedestal del orgullo que muchas veces nos consume y nos rodea.

Es importante no tener todas las cartas buenas de la vida, lo importante es jugar con las cartas que tenemos y México tiene muchas cartas para retomar la patria de la esperanza, de los derechos y la justicia, de gente de buen corazón donde las fuertes lluvias nos recuerden los desafíos y ayuden a que el sol salga resplandeciente en un mes de la Patria y del amor al país y mientras recuperamos el patriotismo de la mano del civismo y el amor yo espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx




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les doy las gracias con un ojo al gato y otro al garabato confirmando que somos un país con la esperanza en la mano.