/ lunes 1 de noviembre de 2021

Lo primero, es escuchar

Antes de actuar, se necesita escuchar. Porque toda acción, debe ser meditada. Y el que no piensa sus acciones, no sabe lo que hace.

Antes de hablar, también es importante escuchar; para que seamos conscientes de lo que estamos diciendo.

Aunque por desgracia, muchas veces, hablamos y actuamos, sin antes haber escuchado.

Por eso, cuando le preguntaron a Jesús, qué cuál era el primero de todos los mandamientos, su respuesta fue: “Escucha, Israel”. (Mc.12). Porque lo primero que tenemos que hacer, es escuchar.

Si queremos conducirnos bien, hay que hablar menos, y escuchar más.

Israel, es conocido como el pueblo de la escucha. Para ese pueblo, siempre fue importante el: “Shema Israel”, es decir: “Escucha Israel”.

La sabiduría de Israel, está basada en la escucha; hay que aprender a escuchar, para no vivir de lamentaciones.

Si el hombre supiera escuchar, su vida sería inteligente. Por eso, es de sabios escuchar. Cuando Jesús nos habla del mandamiento principal, hace énfasis, en la escucha.

Lo primordial es la escucha. Porque de nada sirve hablar, y hacer mucho, cuando nunca nos detenemos a escuchar.

Antes de actuar, se necesita escuchar. Porque toda acción, debe ser meditada. Y el que no piensa sus acciones, no sabe lo que hace.

Antes de hablar, también es importante escuchar; para que seamos conscientes de lo que estamos diciendo.

Aunque por desgracia, muchas veces, hablamos y actuamos, sin antes haber escuchado.

Por eso, cuando le preguntaron a Jesús, qué cuál era el primero de todos los mandamientos, su respuesta fue: “Escucha, Israel”. (Mc.12). Porque lo primero que tenemos que hacer, es escuchar.

Si queremos conducirnos bien, hay que hablar menos, y escuchar más.

Israel, es conocido como el pueblo de la escucha. Para ese pueblo, siempre fue importante el: “Shema Israel”, es decir: “Escucha Israel”.

La sabiduría de Israel, está basada en la escucha; hay que aprender a escuchar, para no vivir de lamentaciones.

Si el hombre supiera escuchar, su vida sería inteligente. Por eso, es de sabios escuchar. Cuando Jesús nos habla del mandamiento principal, hace énfasis, en la escucha.

Lo primordial es la escucha. Porque de nada sirve hablar, y hacer mucho, cuando nunca nos detenemos a escuchar.