/ lunes 28 de agosto de 2023

Opinión | POR INTENTAR SER OTRO, DEJASTE DE BRILLAR

Dios, nos dio cualidades para brillar, y alumbrar con luz propia. Y así, llegar a ser luz, de los que nos rodean.

Pero, al querer ser lo que no somos, estamos perdiendo brillo.

La tentación del hombre, es tratar de colocarse por encima de los demás.

Y Dios, no creó las jerarquías de los hombres; El, nos hizo diferentes, para vivir en armonía.

Por eso, todos valemos lo mismo, aunque seamos diferentes.

El hombre, nunca está conforme con su esencia; y al violentar su ser, va apagando su brillo.

De esto, nos habla la Sagrada Escritura, en el libro de los Jueces: “Una vez los árboles fueron a buscarse un rey. Le dijeron al olivo: Sé nuestro rey. Pero el olivo respondió: ¿Voy a renunciar al aceite que utilizan los dioses y los hombres, para ir a presumir por encima de los árboles?”. (Jue. 9)

Tratando de presumir, dejamos de brillar. Porque no todos fuimos hechos para estar al frente de los demás.

Hay hombres buenos como líderes, pero malos como gobernantes.

Que alguien sea buen líder, no incluye que llegue que a ser buen gobernante.

Por eso, estamos llamados a brillar con luz propia, y no con el brillo ajeno; porque al hacerlo, dejamos de alumbrar, y terminamos a oscuras.

La pretensión de estar por encima de los otros, nos hace cometer muchos errores.

Y todo, porque hemos olvidado: que nadie es más que el otro; lo cierto, es que somos distintos.

Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez


Dios, nos dio cualidades para brillar, y alumbrar con luz propia. Y así, llegar a ser luz, de los que nos rodean.

Pero, al querer ser lo que no somos, estamos perdiendo brillo.

La tentación del hombre, es tratar de colocarse por encima de los demás.

Y Dios, no creó las jerarquías de los hombres; El, nos hizo diferentes, para vivir en armonía.

Por eso, todos valemos lo mismo, aunque seamos diferentes.

El hombre, nunca está conforme con su esencia; y al violentar su ser, va apagando su brillo.

De esto, nos habla la Sagrada Escritura, en el libro de los Jueces: “Una vez los árboles fueron a buscarse un rey. Le dijeron al olivo: Sé nuestro rey. Pero el olivo respondió: ¿Voy a renunciar al aceite que utilizan los dioses y los hombres, para ir a presumir por encima de los árboles?”. (Jue. 9)

Tratando de presumir, dejamos de brillar. Porque no todos fuimos hechos para estar al frente de los demás.

Hay hombres buenos como líderes, pero malos como gobernantes.

Que alguien sea buen líder, no incluye que llegue que a ser buen gobernante.

Por eso, estamos llamados a brillar con luz propia, y no con el brillo ajeno; porque al hacerlo, dejamos de alumbrar, y terminamos a oscuras.

La pretensión de estar por encima de los otros, nos hace cometer muchos errores.

Y todo, porque hemos olvidado: que nadie es más que el otro; lo cierto, es que somos distintos.

Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez