/ lunes 4 de septiembre de 2023

Opinión | LA IGNORANCIA, ES MUY RUIDOSA

Qué fácil es hablar, de lo que no se conoce. Lo que no es tan fácil, es argumentarlo que decimos.

Por tanto, no hay que opinar de todo, porque no lo sabemos todo. Más aún, todos sabemos, que una vida, es un misterio. Y si esto es así, entonces estamos rodeados de muchos misterios. Y eso, es lo que impide acceder a la verdad; sobre todo, cuando se trata de la vida de una persona.

Y por no aceptar nuestra ignorancia, nos ponemos a opinar, y a lanzar toda clase de juicios; sin que sepamos exactamente, de lo que estamos hablando.

Por eso, la ignorancia hace mucho ruido. Porque ésta, está vacía de contenido; ya quenada es, como se dice. Y la ignorancia es estruendosa.

Es mejor, ser como Sócrates, que siendo un gran sabio, reconoció su ignorancia, con aquella frase que dice: “Yo solo sé, que no sé nada”.

El, estaba consciente, de su ignorancia; y antes de hablar, él prefería escuchar, porque es así, como se adquiere la sabiduría.

Por tanto, no hagamos tanto ruido, opinando de lo que no sabemos. De lo que no se sabe, es mejor guardar silencio. Ya lo dijo Wittgenstein: “De lo que no se puede hablar, es mejor callar”.

Pbro. Lic. Salvador González Vásquez (P. Chava)

Qué fácil es hablar, de lo que no se conoce. Lo que no es tan fácil, es argumentarlo que decimos.

Por tanto, no hay que opinar de todo, porque no lo sabemos todo. Más aún, todos sabemos, que una vida, es un misterio. Y si esto es así, entonces estamos rodeados de muchos misterios. Y eso, es lo que impide acceder a la verdad; sobre todo, cuando se trata de la vida de una persona.

Y por no aceptar nuestra ignorancia, nos ponemos a opinar, y a lanzar toda clase de juicios; sin que sepamos exactamente, de lo que estamos hablando.

Por eso, la ignorancia hace mucho ruido. Porque ésta, está vacía de contenido; ya quenada es, como se dice. Y la ignorancia es estruendosa.

Es mejor, ser como Sócrates, que siendo un gran sabio, reconoció su ignorancia, con aquella frase que dice: “Yo solo sé, que no sé nada”.

El, estaba consciente, de su ignorancia; y antes de hablar, él prefería escuchar, porque es así, como se adquiere la sabiduría.

Por tanto, no hagamos tanto ruido, opinando de lo que no sabemos. De lo que no se sabe, es mejor guardar silencio. Ya lo dijo Wittgenstein: “De lo que no se puede hablar, es mejor callar”.

Pbro. Lic. Salvador González Vásquez (P. Chava)