/ domingo 25 de agosto de 2019

Llegar puede ser fácil, permanecer es lo difícil

SER EL PRIMERO, NO ES MPORTANTE; SABER LLEGAR ES LO QUE CUENTA

Por P. Chava

Hay quienes llegan pronto, pero poco permanecen, y así, tendrán que ceder el lugar a los que no llegaron primero.

El hombre, busca a como dé lugar llegar a ser el primero; pero se olvida, que hay que aprender a llegar, para permanecer. Llegar, puede ser fácil, permanecer es lo difícil.

Por eso, no te detengas a la mitad del camino; pensando que ya llegaste, y que ya no te queda más por hacer. Porque mientras haya vida, aún tenemos camino que recorrer.

Pero no hay que olvidar, que esta vida es de paso. Y por eso mismo, todo lo que nos pasa, se pasa; se va lo malo y también lo bueno.

Por lo tanto, no nos engañemos al pensar que ya llegamos a la meta. Porque en esta vida no hay meta, solo hay camino, y por lo miso proyecto; y siempre, hay algo por esperar.

Por lo mismo, no hay que desgastarnos en ser los primeros; porque la vida es un constante aprendizaje para saber llegar a nuestra meta final.

Hoy, el Evangelio nos dice: que “los últimos serán los primeros”. Y esto, tal vez porque en esta vida, no hay primeros, ni últimos; y todos estamos en camino.

Por eso, los que creen que ya llegaron, tal vez serán los últimos en llegar.

Por todo esto, nunca dejemos de aprender de la vida; no nos preocupemos por ser los primeros. Es mejor, ocuparnos en alcanzar sabiduría, para saber cómo llegar.

SER EL PRIMERO, NO ES MPORTANTE; SABER LLEGAR ES LO QUE CUENTA

Por P. Chava

Hay quienes llegan pronto, pero poco permanecen, y así, tendrán que ceder el lugar a los que no llegaron primero.

El hombre, busca a como dé lugar llegar a ser el primero; pero se olvida, que hay que aprender a llegar, para permanecer. Llegar, puede ser fácil, permanecer es lo difícil.

Por eso, no te detengas a la mitad del camino; pensando que ya llegaste, y que ya no te queda más por hacer. Porque mientras haya vida, aún tenemos camino que recorrer.

Pero no hay que olvidar, que esta vida es de paso. Y por eso mismo, todo lo que nos pasa, se pasa; se va lo malo y también lo bueno.

Por lo tanto, no nos engañemos al pensar que ya llegamos a la meta. Porque en esta vida no hay meta, solo hay camino, y por lo miso proyecto; y siempre, hay algo por esperar.

Por lo mismo, no hay que desgastarnos en ser los primeros; porque la vida es un constante aprendizaje para saber llegar a nuestra meta final.

Hoy, el Evangelio nos dice: que “los últimos serán los primeros”. Y esto, tal vez porque en esta vida, no hay primeros, ni últimos; y todos estamos en camino.

Por eso, los que creen que ya llegaron, tal vez serán los últimos en llegar.

Por todo esto, nunca dejemos de aprender de la vida; no nos preocupemos por ser los primeros. Es mejor, ocuparnos en alcanzar sabiduría, para saber cómo llegar.