/ viernes 6 de mayo de 2022

Entorno empresarial


Banco de México y su autonomía

El aumento inflacionario de hoy se siente no solo en las economías avanzadas, sino también en la mayoría de los mercados emergentes y las economías en desarrollo como el nuestro.

Y aunque sus causas varían según los países, la tarea de resolver el problema en última instancia recaerá en los principales bancos centrales del mundo.

La inflación ha regresado con más celeridad, ha aumentado con más fuerza y ha demostrado ser más obstinada y persistente de lo que creían posible los bancos centrales en un principio.

La inflación, en consecuencia, se ha convertido en un problema global.

Ahora que la Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido aumentar las tasas de interés para intentar controlar la inflación más elevada del país en décadas, enfrenta un riesgo cada vez mayor de provocar una recesión.

La disyuntiva de la Reserva Federal entre la estabilidad de precios o empleo por lo regular se enmarca en términos estrictamente internos.

Sin embargo, si Estados Unidos sigue adoptando medidas agresivas para contener la inflación, estas podrían tener efectos significativos e impredecibles en todo el mundo, en muchos casos con consecuencias negativas perdurables para países como México.

La Reserva Federal intensificó su lucha contra la peor inflación de los últimos 40 años en Estados Unidos elevando el miércoles en medio punto porcentual su tasa de interés de referencia a corto plazo, su acción más contundente desde el 2000 y dando señales de que se avecinan nuevas alzas importantes de las tasas.

En su conjunto, todas las medidas tomadas por la FED probablemente redundarán en préstamos más costosos, tanto para particulares como para empresas, incluyendo hipotecas, tarjetas de crédito y compras de vehículos.

La próxima semana el Banco de México tendrá que tomar la decisión de subir las tasas de interés a pesar de los deseos del Presidente.

Y si las decisiones injerencistas del Presidente pudieran más que la autonomía de BANXICO, podría impactar el tipo de cambio, que a su vez agravaría la inflación.

Lo más probable es que el aumento no siga el mismo camino de la Reserva Federal de aumentar medio punto y tal vez lo haga en un cuarto de punto, respetando el mandato de tomar medidas antiinflacionarias.

Ojala que la autonomía del banco de México continúe y que estas presiones inflacionarias sean una enseñanza de la crisis que se vive.


Banco de México y su autonomía

El aumento inflacionario de hoy se siente no solo en las economías avanzadas, sino también en la mayoría de los mercados emergentes y las economías en desarrollo como el nuestro.

Y aunque sus causas varían según los países, la tarea de resolver el problema en última instancia recaerá en los principales bancos centrales del mundo.

La inflación ha regresado con más celeridad, ha aumentado con más fuerza y ha demostrado ser más obstinada y persistente de lo que creían posible los bancos centrales en un principio.

La inflación, en consecuencia, se ha convertido en un problema global.

Ahora que la Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido aumentar las tasas de interés para intentar controlar la inflación más elevada del país en décadas, enfrenta un riesgo cada vez mayor de provocar una recesión.

La disyuntiva de la Reserva Federal entre la estabilidad de precios o empleo por lo regular se enmarca en términos estrictamente internos.

Sin embargo, si Estados Unidos sigue adoptando medidas agresivas para contener la inflación, estas podrían tener efectos significativos e impredecibles en todo el mundo, en muchos casos con consecuencias negativas perdurables para países como México.

La Reserva Federal intensificó su lucha contra la peor inflación de los últimos 40 años en Estados Unidos elevando el miércoles en medio punto porcentual su tasa de interés de referencia a corto plazo, su acción más contundente desde el 2000 y dando señales de que se avecinan nuevas alzas importantes de las tasas.

En su conjunto, todas las medidas tomadas por la FED probablemente redundarán en préstamos más costosos, tanto para particulares como para empresas, incluyendo hipotecas, tarjetas de crédito y compras de vehículos.

La próxima semana el Banco de México tendrá que tomar la decisión de subir las tasas de interés a pesar de los deseos del Presidente.

Y si las decisiones injerencistas del Presidente pudieran más que la autonomía de BANXICO, podría impactar el tipo de cambio, que a su vez agravaría la inflación.

Lo más probable es que el aumento no siga el mismo camino de la Reserva Federal de aumentar medio punto y tal vez lo haga en un cuarto de punto, respetando el mandato de tomar medidas antiinflacionarias.

Ojala que la autonomía del banco de México continúe y que estas presiones inflacionarias sean una enseñanza de la crisis que se vive.