El común denominador de la disrupción y sus impactos
No es secreto que la economía en México viene atravesando un periodo difícil ante una alta inflación, la incertidumbre que genera el gobierno y los impactos de la guerra en Ucrania.
En un principio, se espera que la economía global modere su ritmo de crecimiento pues se encuentra ante un panorama financiero más estrecho, de alta persistencia de las disrupciones en la oferta global, de inflación y los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania sobre el suministro de materias primas, flujos comerciales y capacidad productivas de las economías.
Es así como se explica que el desempeño de la economía podría verse afectado por distintos factores.
Uno es la desaceleración en el crecimiento económico de los principales socios comerciales. También están los aumentos en los precios del petróleo y el gas que pueden favorecer alzas no previstas de inflación.
A su vez, el contexto de incertidumbre política, la normalización de la política monetaria de las economías avanzadas, el alza en las tasas de interés y las expectativas favorables de los inversionistas extranjeros sobre países exportadores de commodities generarían presiones sobre el tipo de cambio.
En este sentido, se prevé que los efectos se verán en la segunda parte del año mientras que en este primer periodo las cifras vendrán acompañadas de crecimientos muy raquíticos y sectores de crecimiento como el exportador y poca baja para el mercado interno, sin embargo si recrudece o se alarga la guerra entre Rusia y Ucrania; y Europa deje de contar con el suministro de gas por parte de Rusia y los paises le impongan sanciones mas severas tendrá un efecto mayor en la inercia que lleva México en este sentido.
Para explicarlo de otra manera tendremos una economía a dos velocidades por una parte el sector exportador con crecimientos en la medida que lo haga Estados Unidos, y por otro la economía domestica que va disminuyendo su velocidad.
En cuanto al crecimiento de la economía Mexicana, se espera una tasa de crecimiento en el PIB de 1.8% para 2022, como resultado de la producción que se registró en 2021.
Es por ello, que a raíz del aumento de la inflación fuera del rango meta, y si no se subsidiarían las gasolinas estaríamos en 7,75% u 8% de inflación.
Un año complicado para el gasto de las familias y difícil de pronosticar por lo cambiante de los factores externos e internos en la Economía.
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