/ viernes 19 de noviembre de 2021

Entorno Empresarial

Muchas muertes se pudieron evitar

En la actividad empresarial existen giros que por su naturaleza son muy importantes para el bienestar, tal es el caso del sector salud.

Pareciera que en esta época es difícil conciliar los intereses empresariales con el interés público o eso se nos hace creer y se ha satanizado esta relación por parte de esta administración de gobierno y ha causado un desacomodo y desmantelamiento del proceso funcional que existía para cumplir con su cometido. Lo lacerante en el tema de la salud es cuando se le pone zoom a las historias de miles de personas que padecen de una enfermedad y no pueden aliviarla con sus medicamentos y tratamientos, tal es el caso de los niños con cáncer y el desabasto de su medicamento, es una verdadera afrenta a la conciencia y la responsabilidad gubernamental y muchas muertes se pudieron haber evitado.

¿Un regaño a los secretarios de estado en esta materia por parte del Presidente podrá arreglar las cosas? ¿Cuáles son los pronósticos y que derivó a esta situación? ¿Tendrá arreglo en el corto plazo como se promete? Son algunas de las interrogantes que muchos se hacen.

El gobierno actual suprimió el sistema de compra consolidada que funcionaba hasta 2018 y centralizó las compras en la SHCP, para ensayar un nuevo modelo basado en la regionalización.

El desmantelamiento del anterior sistema, que se instrumentó en aras de combatir la corrupción y buscar ahorros, dejó fisuras y un adefesio inservible. Tras la desarticulación sobrevinieron licitaciones retrasadas por más de medio año, fallidas, o incompletas hasta en 60% de los productos que se proponía comprar; desabasto por encima de 40%; opacidad extrema en los procedimientos de contratación e incluso conflictos de poder al interior del gabinete.

Ahora estamos al revés y el presidente no entiende que no es cuestión de dinero o presupuesto.

Desgraciadamente el paso que se da no tiene que ver con las penurias de la población sino con un tema que ya se convirtió en una afectación política para él.

El lector se preguntará ¿en mi próxima cita podré surtir completas mis recetas?, según los analistas no, eso tomará tiempo, pues esas contrataciones y los precios de los productos se pactan con antelación casi un año antes para garantizar el abasto así que es complejo de resolver.

Lo cierto es que hoy en día vivimos a años luz de un sistema de salud como el de Dinamarca como se nos hizo creer.

Los cambios en la constitución y quitar el seguro popular y los cambios en el sector salud no garantizaron que supieran como cumplir con un derecho que enmarca vida y no muerte.

Muchas muertes se pudieron evitar

En la actividad empresarial existen giros que por su naturaleza son muy importantes para el bienestar, tal es el caso del sector salud.

Pareciera que en esta época es difícil conciliar los intereses empresariales con el interés público o eso se nos hace creer y se ha satanizado esta relación por parte de esta administración de gobierno y ha causado un desacomodo y desmantelamiento del proceso funcional que existía para cumplir con su cometido. Lo lacerante en el tema de la salud es cuando se le pone zoom a las historias de miles de personas que padecen de una enfermedad y no pueden aliviarla con sus medicamentos y tratamientos, tal es el caso de los niños con cáncer y el desabasto de su medicamento, es una verdadera afrenta a la conciencia y la responsabilidad gubernamental y muchas muertes se pudieron haber evitado.

¿Un regaño a los secretarios de estado en esta materia por parte del Presidente podrá arreglar las cosas? ¿Cuáles son los pronósticos y que derivó a esta situación? ¿Tendrá arreglo en el corto plazo como se promete? Son algunas de las interrogantes que muchos se hacen.

El gobierno actual suprimió el sistema de compra consolidada que funcionaba hasta 2018 y centralizó las compras en la SHCP, para ensayar un nuevo modelo basado en la regionalización.

El desmantelamiento del anterior sistema, que se instrumentó en aras de combatir la corrupción y buscar ahorros, dejó fisuras y un adefesio inservible. Tras la desarticulación sobrevinieron licitaciones retrasadas por más de medio año, fallidas, o incompletas hasta en 60% de los productos que se proponía comprar; desabasto por encima de 40%; opacidad extrema en los procedimientos de contratación e incluso conflictos de poder al interior del gabinete.

Ahora estamos al revés y el presidente no entiende que no es cuestión de dinero o presupuesto.

Desgraciadamente el paso que se da no tiene que ver con las penurias de la población sino con un tema que ya se convirtió en una afectación política para él.

El lector se preguntará ¿en mi próxima cita podré surtir completas mis recetas?, según los analistas no, eso tomará tiempo, pues esas contrataciones y los precios de los productos se pactan con antelación casi un año antes para garantizar el abasto así que es complejo de resolver.

Lo cierto es que hoy en día vivimos a años luz de un sistema de salud como el de Dinamarca como se nos hizo creer.

Los cambios en la constitución y quitar el seguro popular y los cambios en el sector salud no garantizaron que supieran como cumplir con un derecho que enmarca vida y no muerte.