/ domingo 10 de junio de 2018

El final se acerca ya

Como el final se acerca ya a pasos agigantados y las votaciones están a la vuelta de la esquina y aunque sabemos que el INE actúa en función de dos principios fundamentales: el de las libertades y el de la equidad, los partidos han optado por lo segundo, ya que desde los comicios de 2006 se sacrificaron las libertades de los ciudadanos a costa de una equidad discutible en el papel e inexistente en la realidad, y sabemos que los ciudadanos son o debieran ser los actores más importantes del proceso electoral, pero se les anula en función de los partidos y los candidatos, hecho que se observa a través de los medios de comunicación ya que éstos, manejan todo a su antojo, de ahí que resulta curioso que el titular de esta institución diga que los empresarios están en los límites de la legalidad al expresar su posición respecto a los candidatos presidenciales, lo que no capto es por qué los medios de comunicación si pueden opinar y hasta sugerir veladamente su posición a favor o en contra de X candidato y los ciudadanos no; por eso, considero que cualquier ciudadano o grupo de ciudadanos incluyendo los empresarios pueden decir su opinión con libertad, ya que no hay base legal alguna que impida sus expresiones públicas, privadas o con sus empleados, amigos o familia. Como todos sabemos y hemos escuchado,especialmente el candidato populista y uno que otro más, se han dado el gusto de insultar, calumniar y agraviar a ciudadanos, sin importarle si son conductores de televisión, funcionarios, empresarios o miembros de la Suprema Corte, gente que al final del día son personas que merecen respeto sin golpear su dignidad y el Presidente del INE debería considerar que cuando este candidato está faltando a los principios de dignidad, cordura y legalidad al menos moral, agrede causando daño moral determinado en las normas civiles y ni que hablar de las contenidas en el Manual de Carreño que por supuesto en su vida lo leyó en familia, donde probablemente tampoco se llevaba a cabo el respeto como principio básico de convivencia y seguramente jamás lo reprimieron diciéndole que le lavarían la boca con jabón y estropajo cuando profiriese insultos y agresión verbal al interlocutor. No quiero pensar en la cara de mi madre al escuchar que alguien pueda decirle a un juez que está maiceado, y mucho menos si se tiene el beneficio de la cobertura mediática a partir de su investidura. Por eso debemos tener cuidado con la persona que convoca a un cambio de régimen en muchos sentidos basado en su intolerancia y confusión en temas fundamentales de la vida democrática. La situación grave no solo está en lo discutible de las propuestas que este candidato presenta, sino en su propia conducta y la de sus seguidores que ante quien ocúrrasele decir que no es fan de su gallo, probablemente reciba improperios y algo más, lo que dibuja un muy inquietante estilo de gobernar, imaginemos un país sin maestros o educación y un mandatario con distorsiones a su conveniencia, poseedor de la verdad absoluta, aunque no exista en este mundo una verdad absoluta como tal. Dentro de los principios y virtudes que serían ideales en un dirigente, además del respeto, se encuentra la prudencia, la generosidad como fin y medio mas no como un trueque o componenda por abajo del agua para condonar delitos de sus críticos o el no perseguirles ignorando que esta función no le corresponde, ya que la autoridad competente y solo ella, puede hacer lo que la norma le permite y hasta hoy día no hay ley que le dé poder discrecional al Presidente de perseguir a sus adversarios políticos, como tampoco hay una que le permita absolver por razones políticas a quien violente la ley, aunque conscientes estamos que en una dictadura todo cambia. El tiempo habrá de definir y clarificar no solo el sentido de las palabras y los juicios sobre las personas, también las conductas y sus consecuencias. Si este candidato y su populismo pierden la elección a partir de un cambio abrupto y profundo del escenario actual, ya sabemos que no habrá reconocimiento del resultado por sus seguidores originando un momentáneo caos en el país. La mayoría no encuestada y diferentes iglesias evangélicas que se están deslindando del voto corporativo por este candidato, ya que no se sienten representadas por él, acorde a publicación expresada en un periódico nacional, nos demuestran que no tiene la elección ganada como tanto han cacareado a través de las redes sociales sus seguidores, aunque estamos conscientes de la previsible inconformidad de quienes desde hace tiempo le siguen y nuevamente daránpor hecho su legalidad inexistente. Cualquiera que sea el camino estamos ante el resurgimiento del caudillismo con todo lo que implica, ya que este personaje ha tenido la habilidad de construir su proyecto a partir del hartazgo de muchos con la situación existente y promesas de una arrolladora expectativa de cambio positivo pronto y repentino. El respaldo no es menor y aunque parezca crecer por la pobreza de la resistencia, ya muchos analizan su voto a favor, no por su propuesta sino por su conducta cívica y política. Es posible que estemos en los prolegómenos de un proceso político inédito donde el poder personal discrecional sin límites ni contrapesos haga que no gane, por eso para contener desde ahora el populismo, nada mejor que la libertad de expresión y el amor a México y el futuro de sus ciudadanos y mientras se aclaran las aguas, yo espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx agradeciendo mismos.

Como el final se acerca ya a pasos agigantados y las votaciones están a la vuelta de la esquina y aunque sabemos que el INE actúa en función de dos principios fundamentales: el de las libertades y el de la equidad, los partidos han optado por lo segundo, ya que desde los comicios de 2006 se sacrificaron las libertades de los ciudadanos a costa de una equidad discutible en el papel e inexistente en la realidad, y sabemos que los ciudadanos son o debieran ser los actores más importantes del proceso electoral, pero se les anula en función de los partidos y los candidatos, hecho que se observa a través de los medios de comunicación ya que éstos, manejan todo a su antojo, de ahí que resulta curioso que el titular de esta institución diga que los empresarios están en los límites de la legalidad al expresar su posición respecto a los candidatos presidenciales, lo que no capto es por qué los medios de comunicación si pueden opinar y hasta sugerir veladamente su posición a favor o en contra de X candidato y los ciudadanos no; por eso, considero que cualquier ciudadano o grupo de ciudadanos incluyendo los empresarios pueden decir su opinión con libertad, ya que no hay base legal alguna que impida sus expresiones públicas, privadas o con sus empleados, amigos o familia. Como todos sabemos y hemos escuchado,especialmente el candidato populista y uno que otro más, se han dado el gusto de insultar, calumniar y agraviar a ciudadanos, sin importarle si son conductores de televisión, funcionarios, empresarios o miembros de la Suprema Corte, gente que al final del día son personas que merecen respeto sin golpear su dignidad y el Presidente del INE debería considerar que cuando este candidato está faltando a los principios de dignidad, cordura y legalidad al menos moral, agrede causando daño moral determinado en las normas civiles y ni que hablar de las contenidas en el Manual de Carreño que por supuesto en su vida lo leyó en familia, donde probablemente tampoco se llevaba a cabo el respeto como principio básico de convivencia y seguramente jamás lo reprimieron diciéndole que le lavarían la boca con jabón y estropajo cuando profiriese insultos y agresión verbal al interlocutor. No quiero pensar en la cara de mi madre al escuchar que alguien pueda decirle a un juez que está maiceado, y mucho menos si se tiene el beneficio de la cobertura mediática a partir de su investidura. Por eso debemos tener cuidado con la persona que convoca a un cambio de régimen en muchos sentidos basado en su intolerancia y confusión en temas fundamentales de la vida democrática. La situación grave no solo está en lo discutible de las propuestas que este candidato presenta, sino en su propia conducta y la de sus seguidores que ante quien ocúrrasele decir que no es fan de su gallo, probablemente reciba improperios y algo más, lo que dibuja un muy inquietante estilo de gobernar, imaginemos un país sin maestros o educación y un mandatario con distorsiones a su conveniencia, poseedor de la verdad absoluta, aunque no exista en este mundo una verdad absoluta como tal. Dentro de los principios y virtudes que serían ideales en un dirigente, además del respeto, se encuentra la prudencia, la generosidad como fin y medio mas no como un trueque o componenda por abajo del agua para condonar delitos de sus críticos o el no perseguirles ignorando que esta función no le corresponde, ya que la autoridad competente y solo ella, puede hacer lo que la norma le permite y hasta hoy día no hay ley que le dé poder discrecional al Presidente de perseguir a sus adversarios políticos, como tampoco hay una que le permita absolver por razones políticas a quien violente la ley, aunque conscientes estamos que en una dictadura todo cambia. El tiempo habrá de definir y clarificar no solo el sentido de las palabras y los juicios sobre las personas, también las conductas y sus consecuencias. Si este candidato y su populismo pierden la elección a partir de un cambio abrupto y profundo del escenario actual, ya sabemos que no habrá reconocimiento del resultado por sus seguidores originando un momentáneo caos en el país. La mayoría no encuestada y diferentes iglesias evangélicas que se están deslindando del voto corporativo por este candidato, ya que no se sienten representadas por él, acorde a publicación expresada en un periódico nacional, nos demuestran que no tiene la elección ganada como tanto han cacareado a través de las redes sociales sus seguidores, aunque estamos conscientes de la previsible inconformidad de quienes desde hace tiempo le siguen y nuevamente daránpor hecho su legalidad inexistente. Cualquiera que sea el camino estamos ante el resurgimiento del caudillismo con todo lo que implica, ya que este personaje ha tenido la habilidad de construir su proyecto a partir del hartazgo de muchos con la situación existente y promesas de una arrolladora expectativa de cambio positivo pronto y repentino. El respaldo no es menor y aunque parezca crecer por la pobreza de la resistencia, ya muchos analizan su voto a favor, no por su propuesta sino por su conducta cívica y política. Es posible que estemos en los prolegómenos de un proceso político inédito donde el poder personal discrecional sin límites ni contrapesos haga que no gane, por eso para contener desde ahora el populismo, nada mejor que la libertad de expresión y el amor a México y el futuro de sus ciudadanos y mientras se aclaran las aguas, yo espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx agradeciendo mismos.