/ domingo 16 de septiembre de 2018

Artículo Dominical

NO REPROCHES TU PASADO; MEJORA TU PRESENTE

Hay que vivir en el ahora. Porque solo así, es como mejor podemos ir superando los obstáculos. Los lamentos del pasado no remedian la realidad. El hoy, es la oportunidad de actuar; porque el ayer ya no nos pertenece.

Aunque siempre nos da por vivir a destiempo. Es decir, vivimos lamentando los errores del ayer, y angustiados por un futuro que todavía no existe. Pero ni el pasado ni el futuro nos pertenecen; el presente es nuestro tiempo.

Y si ahora hacemos bien las cosas, quizá mañana no tendremos tanto que lamentar. Pero si estamos ocupados en remendar un pasado sin remedio, no tendremos tiempo para vivir el presente.

Hay muchos que viven arrastrando el pasado; lamentando sus errores, o peor aún, buscando a los culpables de sus desgracias. Y con eso, no remedian nada.

El hombre vive castigándose por sus culpas del pasado; pero no deja de hacer lo mismo en el presente. Con frecuencia lamentamos el no haber hecho de otro modo las cosas, pero seguimos cometiendo los mismos errores.

Hay que saber, que la vida no se mejora, ni con nostalgias ni con reproches. El mundo se va a mejorar, cuando tengamos la fuerza de voluntad para cambiar nuestro. Tampoco hay que esperar a que otros cambien; cambia tú, y así podrás cambiar al mundo.

No arrastres el pasado, ya déjalo ir; porque tan solo te está atando. Y en lugar de reprochar el ayer, dedícate a corregir el hoy, porque eso, si depende de ti.



NO REPROCHES TU PASADO; MEJORA TU PRESENTE

Hay que vivir en el ahora. Porque solo así, es como mejor podemos ir superando los obstáculos. Los lamentos del pasado no remedian la realidad. El hoy, es la oportunidad de actuar; porque el ayer ya no nos pertenece.

Aunque siempre nos da por vivir a destiempo. Es decir, vivimos lamentando los errores del ayer, y angustiados por un futuro que todavía no existe. Pero ni el pasado ni el futuro nos pertenecen; el presente es nuestro tiempo.

Y si ahora hacemos bien las cosas, quizá mañana no tendremos tanto que lamentar. Pero si estamos ocupados en remendar un pasado sin remedio, no tendremos tiempo para vivir el presente.

Hay muchos que viven arrastrando el pasado; lamentando sus errores, o peor aún, buscando a los culpables de sus desgracias. Y con eso, no remedian nada.

El hombre vive castigándose por sus culpas del pasado; pero no deja de hacer lo mismo en el presente. Con frecuencia lamentamos el no haber hecho de otro modo las cosas, pero seguimos cometiendo los mismos errores.

Hay que saber, que la vida no se mejora, ni con nostalgias ni con reproches. El mundo se va a mejorar, cuando tengamos la fuerza de voluntad para cambiar nuestro. Tampoco hay que esperar a que otros cambien; cambia tú, y así podrás cambiar al mundo.

No arrastres el pasado, ya déjalo ir; porque tan solo te está atando. Y en lugar de reprochar el ayer, dedícate a corregir el hoy, porque eso, si depende de ti.