Moisés Lira Serafín, Art. 862
Explica el padre Moisés: En esta Congregación Religiosa, Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, una de las obligaciones es ésta, «deben llevar el hábito, tanto dentro como fuera de casa». Aunque una condición indispensable es, las condiciones que marcan las Constituciones o las leyes civiles. La otra es: La clausura, que debe respetarse en todo momento.
Continúa el Apóstol de la bondad: «Se descubren dos grandes actividades en Dios: Se conoce y se ama. Es lo único. En el contexto de esta meditación hemos concluido que Dios es la verdad porque se muestra a sí mismo y se conoce a sí mismo. Y se ama, con ese amor perfectísimo, con el que se merece ser amado». El padre Moisés Lira Serafín hace un profundo análisis – y lo comparte con sus hijas las religiosas fundadas por él – en relación a los atributos de Dios, «Dios es amor y Dios mismo lo recibe. Dios lo produce infinitamente, y lo recibe con término infinito de ese amor».
De la misma forma aprovechaba cualquier circunstancia para fortalecer el espíritu de sus muy queridas hijas las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, y así llenarlas del color preferido como Congregación dentro de la Iglesia Universal. Y de este modo darse a conocer y realizar la misión para la cual se fundó y sirven en favor de todos y para todos y en todos los lugares en que se encuentran instaladas para llevar a cabo su misión: la de vivir y trasmitir la filiación divina desde la pequeñez, haciendo el agrado del Padre celestial.
Hoy el Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo. No cesan los testimonios de favores recibidos por su intercesión. Compartimos uno muy reciente. El 25 de junio de 1950 el padre Moisés pasó a la casa del Padre Celestial, y cada 25 de junio las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada van a misiones a la tierra del Padre Moisés, Zacatlán de las Manzanas.
Este 25 de junio las religiosas nos comparten su testimonio: «Fuimos a visitar al Padre Elpidio anterior Párroco de Zacatlán, mientras la hermosa sierra ardía y ya hay muchos evacuados y muchas pérdidas materiales, entonces dijo el padre Elpidio, “que el padre Moisés interceda para que llueva y se apague el incendio”, luego dijo: “Si no llueve es señal de que el padre Moisés no es santo”. Y cuando ya nos despedimos y salimos de regreso, que empieza a llover muy fuerte y se apagó el fuego que consumía los montes. Bendito sea Dios». postuladorcausas@gmail.com
