/ lunes 1 de noviembre de 2021

Un camino hacia Dios

«Inteligencia brillante» Moisés Lira Serafín. Art. 776

De enero de 1911 hasta octubre de 1914, Moisés cursó los cuatro años de Latín en el Seminario Palafoxiano de Puebla, Institución que antiguamente también llevó el nombre de Universidad Católica Angelopolitana. Según nos cuenta la Hna. Ma. del Carmen Contreras, mcmi, en dicha Universidad se estudiaban las materias correspondientes al Sacerdocio y a otras profesiones civiles como Medicina, Leyes, Arquitectura, etc.

El curso de Latín o de Humanidades era común para todos los alumnos y se hacía en cuatro años. Al terminar el 4o. curso los estudiantes se dividían por facultades según su elección, Moisés, había optado ya por el Sacerdocio, aunque aún no tomaba la decisión de ser religioso Misionero del Espíritu Santo, en dónde más tarde, en su ficha personal como Misionero del Espíritu Santo se anota: «Fue alumno externo en el Seminario»; «cursó ahí los cuatro años de Latín».

En este ir y venir al Seminario Moisés se hacía acompañar de los estudiantes Filipenses, que cómo ya habíamos dichos anteriormente, el P. Sedeño era Filipense, sin embargo, Moisés Lira solo era seminarista en el Seminario. Todo el grupo era llamado como los de la Concordia, por los demás alumnos y profesores. Durante el primer año de Latín (1911), Moisés vivió con gran devoción y admiración la solemne consagración de la Arquidiócesis al Espíritu Santo hecha por monseñor Ramón Ibarra y González, quedando grabado para siempre en su corazón este magno acontecimiento eclesial y que sería para él fundamental, como el primer Misionero del Espíritu Santo. Después de cada fin de curso en el Seminario, venía el período de vacaciones, por lo que Petra Munive, la bienhechora de Moisés Lira, escogía donde poder estar en este tiempo para descansar. El primer año fueron a Huejotzingo, lugar para Moisés de grandes recuerdos de su adolescencia, donde se volvió a ver con el señor cura Javier Hernández, quien lo acogió después de que su papá se volvió a casar, y a quien saludó efusivamente, asistió a la fiesta de terminación de clases del Colegio de Niñas, encontrando ahí a la madre Victoria Ortega, quien le aconsejara no actuar sin consultar y reflexionar. En fin todo era revivir sus experiencias de vida pasada, que le llenaron de alegría. Concluidas las vacaciones regresa de nuevo al Seminario para cursar el segundo año de Latín, enero 4 de 1912.

Según la organización y disciplina de la Institución, era costumbre que los seminaristas al inicio del curso tuvieran los Ejercicios Espirituales y después de éstos se entregaban las calificaciones y los premios correspondientes al curso anterior, así fue como el día 7 de marzo del mismo año 1912, Moisés, quien a decir del p. Felíx de Jesús Rougier, poseyó una inteligencia brillante, recibió la máxima calificación que le mereció el premio de Laudatus Verbis Amplissimis¸ obtenido al haber cursado su primer año de Latín, según el catálogo de premios del Seminario de aquel entonces.

El Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira, el Apóstol de la Bondad, se encuentra en proceso de canonización, en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S.,

tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com

«Inteligencia brillante» Moisés Lira Serafín. Art. 776

De enero de 1911 hasta octubre de 1914, Moisés cursó los cuatro años de Latín en el Seminario Palafoxiano de Puebla, Institución que antiguamente también llevó el nombre de Universidad Católica Angelopolitana. Según nos cuenta la Hna. Ma. del Carmen Contreras, mcmi, en dicha Universidad se estudiaban las materias correspondientes al Sacerdocio y a otras profesiones civiles como Medicina, Leyes, Arquitectura, etc.

El curso de Latín o de Humanidades era común para todos los alumnos y se hacía en cuatro años. Al terminar el 4o. curso los estudiantes se dividían por facultades según su elección, Moisés, había optado ya por el Sacerdocio, aunque aún no tomaba la decisión de ser religioso Misionero del Espíritu Santo, en dónde más tarde, en su ficha personal como Misionero del Espíritu Santo se anota: «Fue alumno externo en el Seminario»; «cursó ahí los cuatro años de Latín».

En este ir y venir al Seminario Moisés se hacía acompañar de los estudiantes Filipenses, que cómo ya habíamos dichos anteriormente, el P. Sedeño era Filipense, sin embargo, Moisés Lira solo era seminarista en el Seminario. Todo el grupo era llamado como los de la Concordia, por los demás alumnos y profesores. Durante el primer año de Latín (1911), Moisés vivió con gran devoción y admiración la solemne consagración de la Arquidiócesis al Espíritu Santo hecha por monseñor Ramón Ibarra y González, quedando grabado para siempre en su corazón este magno acontecimiento eclesial y que sería para él fundamental, como el primer Misionero del Espíritu Santo. Después de cada fin de curso en el Seminario, venía el período de vacaciones, por lo que Petra Munive, la bienhechora de Moisés Lira, escogía donde poder estar en este tiempo para descansar. El primer año fueron a Huejotzingo, lugar para Moisés de grandes recuerdos de su adolescencia, donde se volvió a ver con el señor cura Javier Hernández, quien lo acogió después de que su papá se volvió a casar, y a quien saludó efusivamente, asistió a la fiesta de terminación de clases del Colegio de Niñas, encontrando ahí a la madre Victoria Ortega, quien le aconsejara no actuar sin consultar y reflexionar. En fin todo era revivir sus experiencias de vida pasada, que le llenaron de alegría. Concluidas las vacaciones regresa de nuevo al Seminario para cursar el segundo año de Latín, enero 4 de 1912.

Según la organización y disciplina de la Institución, era costumbre que los seminaristas al inicio del curso tuvieran los Ejercicios Espirituales y después de éstos se entregaban las calificaciones y los premios correspondientes al curso anterior, así fue como el día 7 de marzo del mismo año 1912, Moisés, quien a decir del p. Felíx de Jesús Rougier, poseyó una inteligencia brillante, recibió la máxima calificación que le mereció el premio de Laudatus Verbis Amplissimis¸ obtenido al haber cursado su primer año de Latín, según el catálogo de premios del Seminario de aquel entonces.

El Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira, el Apóstol de la Bondad, se encuentra en proceso de canonización, en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S.,

tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com