/ domingo 8 de octubre de 2023

Un camino hacia el Padre | El método de santificación: Recogimiento

El método de santificación propio del padre Moisés Lira, y que puede aplicarlo cualquier persona es el recogimiento, explica: «El recogimiento es tener cerradas las puertas de nuestros sentidos, de nuestras facultades, tanto interiores como exteriores, a todo lo que sea dañoso a nuestra alma, no solo a todo lo que sea inquietante o pecaminoso, sino también a lo que es inútil. Cerrar los ojos no es precisamente tenerlos cerrados sin apartarlos de tantas cosas que vemos, que son pecaminosas e inútiles. Quitad vuestras miradas de lo pecaminoso, de lo que puede ofender a nuestro Señor.

Si algo me inquieta ¿para qué lo veo? puesto que no hay necesidad. Si son necesarias, está bien, son de Dios, pero todo lo que veáis que es inútil, apartarlo. Si es de Dios, es algo útil. Hay que cerrar las puertas de nuestra alma porque el recogimiento es soledad exterior e interior. Este es el recogimiento y la disipación es ruido intelectual, ruido en la imaginación, son criaturas en el corazón, es traer la música por dentro por las inquietudes, imaginaciones o preocupaciones.

Dios está en el recogimiento, no está en el ruido. Si queréis estar llenas de ruido, Dios se va de vuestra mente y corazón como se espanta un ave fina con el ruido. Dios no está en el ruido exterior e interior.

Hay que tapar los oídos a todo lo que sea pecaminoso, inquietante e inútil, podemos oír cosas que no convienen o inquietantes o, simplemente, inútiles para nuestra alma.

Todo ese esfuerzo para quitar lo que no es de Dios, tanto en nuestras facultades interiores como en las exteriores, podremos hacerlo con la ayuda de Dios. Lo hacemos con su ayuda y Él se nos da más, se une más intensamente a nuestra vida.

Otra facultad que debemos vigilar estrechamente, es nuestra lengua. Ved a Jesús, ved cómo fue un modelo de recogimiento. ¿Os imagináis a Jesús curioseando, y asomándose a la ventana a ver quién pasa, dando rienda suelta a los oídos? La vida de Jesús fue tan humana, pero metido en Nazareth, en el silencio y ocultamiento. ¿Por qué no se fue a Jerusalén, a Roma? Jesús no se fue allá, sino que en el silencio, en el ocultamiento, en su casita pobre vivió treinta años, salió únicamente para predicar. Jesús fue recogido en su exterior, guardando todos sus sentidos. Así fue Jesús, así debemos ser».

«El recogimiento es una condición indispensable para vivir la Infancia Espiritual. El recogimiento es algo negativo porque se trata de quitar todo lo que os disipe pues no debe haber disipación en vuestro interior ni en vuestro exterior».

Hoy el Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo. Encomiéndate a su intercesión y si Dios quiere, pronto pueda la Iglesia declararlo beato. Comunica gracias y favores a:

secretariageneralmcmi@gmail.com

El método de santificación propio del padre Moisés Lira, y que puede aplicarlo cualquier persona es el recogimiento, explica: «El recogimiento es tener cerradas las puertas de nuestros sentidos, de nuestras facultades, tanto interiores como exteriores, a todo lo que sea dañoso a nuestra alma, no solo a todo lo que sea inquietante o pecaminoso, sino también a lo que es inútil. Cerrar los ojos no es precisamente tenerlos cerrados sin apartarlos de tantas cosas que vemos, que son pecaminosas e inútiles. Quitad vuestras miradas de lo pecaminoso, de lo que puede ofender a nuestro Señor.

Si algo me inquieta ¿para qué lo veo? puesto que no hay necesidad. Si son necesarias, está bien, son de Dios, pero todo lo que veáis que es inútil, apartarlo. Si es de Dios, es algo útil. Hay que cerrar las puertas de nuestra alma porque el recogimiento es soledad exterior e interior. Este es el recogimiento y la disipación es ruido intelectual, ruido en la imaginación, son criaturas en el corazón, es traer la música por dentro por las inquietudes, imaginaciones o preocupaciones.

Dios está en el recogimiento, no está en el ruido. Si queréis estar llenas de ruido, Dios se va de vuestra mente y corazón como se espanta un ave fina con el ruido. Dios no está en el ruido exterior e interior.

Hay que tapar los oídos a todo lo que sea pecaminoso, inquietante e inútil, podemos oír cosas que no convienen o inquietantes o, simplemente, inútiles para nuestra alma.

Todo ese esfuerzo para quitar lo que no es de Dios, tanto en nuestras facultades interiores como en las exteriores, podremos hacerlo con la ayuda de Dios. Lo hacemos con su ayuda y Él se nos da más, se une más intensamente a nuestra vida.

Otra facultad que debemos vigilar estrechamente, es nuestra lengua. Ved a Jesús, ved cómo fue un modelo de recogimiento. ¿Os imagináis a Jesús curioseando, y asomándose a la ventana a ver quién pasa, dando rienda suelta a los oídos? La vida de Jesús fue tan humana, pero metido en Nazareth, en el silencio y ocultamiento. ¿Por qué no se fue a Jerusalén, a Roma? Jesús no se fue allá, sino que en el silencio, en el ocultamiento, en su casita pobre vivió treinta años, salió únicamente para predicar. Jesús fue recogido en su exterior, guardando todos sus sentidos. Así fue Jesús, así debemos ser».

«El recogimiento es una condición indispensable para vivir la Infancia Espiritual. El recogimiento es algo negativo porque se trata de quitar todo lo que os disipe pues no debe haber disipación en vuestro interior ni en vuestro exterior».

Hoy el Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo. Encomiéndate a su intercesión y si Dios quiere, pronto pueda la Iglesia declararlo beato. Comunica gracias y favores a:

secretariageneralmcmi@gmail.com