/ domingo 11 de julio de 2021

Un camino hacia Dios


«Dios es infinitamente Padre y Madre», Moisés Lira Serafín

Art. 760

Quien es “pequeño” reconoce su nada, se olvida de sí mismo y se abandona confiado en Dios, y por lo tanto, es alegre. Así escribe a una de sus dirigidas, la Hna. Lucía Sánchez, R.C.S.C.J.

"Lucía un abismo de nada. Dios, un abismo de grandeza. Dos abismos -Su mayor grandeza, su nada. -Más nada, más Dios, más rica con Él. -El Fiador de las almas nada, es Jesús. -Seamos alegres, pues tenemos a Dios. Seamos apóstoles de una santa y apacible alegría", pues todo lo espera sólo de Dios.

Para el Apóstol de la bondad, la voluntad divina se manifiesta con claridad en la obediencia, escribe al P. Félix Rougier:

"Sé firmemente y siento lo que son los Superiores para un Misionero del Espíritu Santo y crea Amado Padre que soy el primero en estar con ellos porque quiero estar muy unido con Dios, según Su Reverencia me lo ha metido muy hondamente con aquello: Dios, Dios, Dios y estando con mis Superiores estoy con Dios. Y así me siento, muy suyo, muy hijo".

El padre Moisés recomienda la virtud de la obediencia, así escribe a M. Imelda, religiosa Pasionista: "…Su camino es de pura fe y obediencia, y la obediencia la lleva por la humildad, el amor, la confianza, el olvido, la complacencia. Y todo sencillo y en la verdad de la Santa Iglesia".

Aun más, siendo la complacencia de Dios su única preocupación, el padre Moisés aconseja no detenerse en el sufrimiento como tal; sino descubrir el beneplácito divino, su amor de predilección. Aceptando el sufrimiento sólo por agradar a Dios, darle gloria y salvar almas. Así escribe de 1936 a 1948 a M. Imelda:

"Así debe ser una alma pequeñita, no debe detenerse en lo que sufre, ni en sí misma, ni en criaturas, sólo en su Padre Dios, infinitamente Padre y Madre y todo como Jesús. […] esos misteriosos sufrimientos intensos e inexplicables, son otras pruebas de predilección de Jesús". "Es un grado de gloria a su Amado Padre Celestial, un consuelo para Jesús y son más almas para Él. Deje a Jesús que obre en lo que es muy suyo. Viva en Él, descanse en Él, espere en Él, déjele todo a Él, ámelo, déle gusto. Él vela por su Imelda más que una madre, más que mil.” "No se detenga, ni en sus sufrimientos, los que sean y como sean, siempre complaciendo a Nuestro Señor. Él sabe lo que hace. Conque entonces contenta, adelante, en su camino de niña, sin verse ni buscarse. Dios su amadísimo Padre la lleva, la ama como Él sabe hacerlo en este mundo."

Encomiéndate a la intercesión del Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira, Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com


«Dios es infinitamente Padre y Madre», Moisés Lira Serafín

Art. 760

Quien es “pequeño” reconoce su nada, se olvida de sí mismo y se abandona confiado en Dios, y por lo tanto, es alegre. Así escribe a una de sus dirigidas, la Hna. Lucía Sánchez, R.C.S.C.J.

"Lucía un abismo de nada. Dios, un abismo de grandeza. Dos abismos -Su mayor grandeza, su nada. -Más nada, más Dios, más rica con Él. -El Fiador de las almas nada, es Jesús. -Seamos alegres, pues tenemos a Dios. Seamos apóstoles de una santa y apacible alegría", pues todo lo espera sólo de Dios.

Para el Apóstol de la bondad, la voluntad divina se manifiesta con claridad en la obediencia, escribe al P. Félix Rougier:

"Sé firmemente y siento lo que son los Superiores para un Misionero del Espíritu Santo y crea Amado Padre que soy el primero en estar con ellos porque quiero estar muy unido con Dios, según Su Reverencia me lo ha metido muy hondamente con aquello: Dios, Dios, Dios y estando con mis Superiores estoy con Dios. Y así me siento, muy suyo, muy hijo".

El padre Moisés recomienda la virtud de la obediencia, así escribe a M. Imelda, religiosa Pasionista: "…Su camino es de pura fe y obediencia, y la obediencia la lleva por la humildad, el amor, la confianza, el olvido, la complacencia. Y todo sencillo y en la verdad de la Santa Iglesia".

Aun más, siendo la complacencia de Dios su única preocupación, el padre Moisés aconseja no detenerse en el sufrimiento como tal; sino descubrir el beneplácito divino, su amor de predilección. Aceptando el sufrimiento sólo por agradar a Dios, darle gloria y salvar almas. Así escribe de 1936 a 1948 a M. Imelda:

"Así debe ser una alma pequeñita, no debe detenerse en lo que sufre, ni en sí misma, ni en criaturas, sólo en su Padre Dios, infinitamente Padre y Madre y todo como Jesús. […] esos misteriosos sufrimientos intensos e inexplicables, son otras pruebas de predilección de Jesús". "Es un grado de gloria a su Amado Padre Celestial, un consuelo para Jesús y son más almas para Él. Deje a Jesús que obre en lo que es muy suyo. Viva en Él, descanse en Él, espere en Él, déjele todo a Él, ámelo, déle gusto. Él vela por su Imelda más que una madre, más que mil.” "No se detenga, ni en sus sufrimientos, los que sean y como sean, siempre complaciendo a Nuestro Señor. Él sabe lo que hace. Conque entonces contenta, adelante, en su camino de niña, sin verse ni buscarse. Dios su amadísimo Padre la lleva, la ama como Él sabe hacerlo en este mundo."

Encomiéndate a la intercesión del Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira, Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com